Raúl López Gómez/Cosmovisión
El crimen perfecto
Corrían los tiempos electorales, la guerra entre los aspirantes a la gubernatura estaba en pleno apogeo; denuncias, acusaciones, agresiones iban de una cancha a otra. Animal Político, un portal de noticias nacional, serio y profesional, hizo público un reportaje donde documentó la creación de toda una intrincada red de empresas fantasmas a las cuales se les entregaron más de tres mil millones de pesos por supuestos falsos servicios prestados a diversas dependencias del Gobierno del Estado.
La primera reacción fue negar el hecho, descalificar la intención del reportaje y posteriormente, atribuirle el descubrimiento inicial a una especie extraña de reportero que acusó al medio de no haberle dado crédito alguno en la investigación y después asegurar que abandonó la tarea porque no tenía fundamento alguno.
De acuerdo con la investigación periodística, en el área de Finanzas del Gobierno de Veracruz alguien descubrió la fórmula de lo que podría llamarse el crimen perfecto.
Ciudadanos, la mayoría de escasos recursos, eran engañados para firmar documentos con la promesa de apoyos sociales, sin saber que estaban convirtiéndose como por arte de magia en empresarios y proveedores de gobierno, de lo cual no se enteraban porque un desconocido, para ellos representante legal, era el que aperturaba cuentas, cobraba los contratos, pagaba los impuestos y, de ser necesario, desaparecía fiscalmente la empresa, borrando así las huellas del productivo negocio.
Las empresas que se creaban bajo sus nombres eran beneficiadas con importantes contratos que inicialmente se dijo era por 640 millones de pesos, pero que de acuerdo con los últimos datos oficiales, mediante esta novedosa práctica, nunca antes vista según el SAT, se pagaron más de tres mil millones de pesos a empresas que no existían más que en papel, con domicilios fiscales falsos, sin registro de empleados ni de actividad alguna.
La investigación por parte de Hacienda va muy avanzada, se habla de que ya se solicitaron incluso órdenes de aprehensión contra operadores de estas empresas que obviamente respondían a funcionarios de alto rango.
Son investigados también quienes en el momento de operación y pago a estas empresas ocupaban la titularidad, cargos de administración y manejo de recursos en dependencias como la SEV, Protección Civil y Sedesol, algunos de ellos con fuero y otro en espera de tenerlo.
Cuenta uno de los que están en la lista de investigados que él no le había dado mayor importancia al tema por ser totalmente ajeno al negocio. Asegura que en un encuentro fortuito con el secretario de Finanzas, Antonio Gómez Pellegrín, le preguntó si sabía del tema de las empresas fantasmas, y respondió que no más allá de lo que referían los medios, a lo que el funcionario le recomendó, palabras más palabras menos, que revisara a fondo su gestión y la vinculación con esas empresas “porque esta bomba nos va a estallar en la cara”.
Cuánta razón tenía Gómez Pellegrín.
*Este texto es responsabilidad absoluta del autor.