David Colmenares Páramo/Día mundial de la información para el desarrollo
Hace mes y medio, a mediados de agosto de este año, Gilberto Muñoz Salazar, un productor del campo de la región de Perote, hizo pública una denuncia que puso al descubierto la presunta corrupción que desde hace años se ha venido encubriendo en la Delegación Estatal de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural Pesca y Alimentación (SAGARPA) y que ahora continuaría persistiendo en complicidad con funcionarios del gobierno del estado que están muy comprometidos con el proyecto transexenal del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, quien pretende heredarle la gubernatura para el periodo 2018-2024 a su primogénito Miguel Ángel Yunes Márquez, actual alcalde de Boca del Río, quien este sábado se reunió en Pánuco con ediles del norte del estado dizque para “compartir sus experiencias” y “escuchar acciones de trabajo”.
Muñoz Salazar acusó que desde mayo pasado Alejandro Chavarría Jr., hijo del subdelegado de Planeación y Desarrollo Rural de la SAGARPA, Luis Alejandro Chavarría Galindo, les pidió a cerca de 400 productores de leche, maíz y ganado de Perote y otros municipios sus documentos para tramitarles ante la delegación federal los números de folios para poderles bajar proyectos productivos, pero que éste nunca cumplió ni les devolvió sus expedientes.
“El susodicho junior y vividor del presupuesto se oculta bajo la sombra del puesto de su padre, negándonos a los productores la entrega de los documentos o los folios de dichos proyectos”, acusó el campesino, quien dijo que buscarían el apoyo del Gobierno del Estado porque ya estaban hartos de que “parásitos” como el junior del subdelegado Chavarría “sigan engañando y lastimando a los productores escondiéndose cobardemente en el cargo de su padre”.
Sin embargo, a raíz de este caso, no han comentado de otros proyectos productivos que pese a que fueron aprobados positivamente, los fondos de financiamiento aún no han llegado a los beneficiarios, evidenciando la presunta complicidad entre un par de juniors con influencia en la Delegación Veracruz y en las oficinas centrales de la SAGARPA así como en el gobierno estatal.
Uno de estos casos del programa “El Campo en Nuestras Manos” es el del proyecto de gallinas ponedoras para un grupo de mujeres que preside Fabiola Gregorio de la Cruz, de la localidad Chapopote, del municipio de Chalma, al cual le fue asignado un financiamiento de 250 mil pesos, de acuerdo con el número de folio ECM-VER-PP-1428-17.
Según la versión que nos dieron, este proyecto ya fue aprobado pero que el subdelegado Chavarría les habría dicho que no alcanzó el presupuesto para pagarlo, cuando el programa todavía no ha terminado y aún quedarían proyectos por aprobar. Lo extraño es que presuntamente el propio funcionario federal les sugiere que busquen en Palacio de Gobierno a Pedro María García Montañés, el secretario particular del gobernador Yunes, para que dé instrucciones de pago, lo que supuestamente estaría condicionado a un “moche” del 30 por ciento del monto total, que los productores afectados presuponen que esos recursos serían quizá para el proyecto sucesorio del hijo del mandatario estatal.
García Montañés, quien se desempeñó hasta octubre de 2016 como director general en la Unidad de Desarrollo Político y Fomento Cívico en la Secretaría de Gobernación federal, es hijo de Héctor René García Quiñones, actual coordinador general de Enlace Sectorial de la SAGARPA y encargado precisamente de los programas del FAPPA-PROMETE, “El Campo en Nuestras Manos” y del fortalecimiento de organizaciones civiles.
García Quiñones, quien de 1991 a 1995 fue delegado de la Secretaría de la Reforma Agraria en Veracruz, trabó relación con Yunes Linares cuando éste ocupó la Secretaría general de Gobierno durante los primeros cinco años de la administración del gobernador Patricio Chirinos, cargo en el que le competía ver todo lo referente a la problemática del régimen legal del campo veracruzano.
Por su parte, el subdelegado Chavarría Galindo ya lleva dos sexenios seguidos en la SAGARPA Veracruz, pese a que señalan que su hijo cuenta con un despacho privado en la avenida Paseo de Los Alpes número 11, en el residencial Las Cumbres, de Las Ánimas, de donde los proyectos productivos serían remitidos para el “visto bueno” del junior de García Quiñones, quien con el aparente aval de Yunes Linares estaría usurpando funciones del secretario de Desarrollo Agropecuario, Rural, Pesca y Alimentación (SEDARPA), Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, el cual aspiraría también a la candidatura del PAN a gobernador en 2018.
En la Delegación de la SAGARPA, según ha trascendido, Chavarría Galindo ha tenido fuertes fricciones con Alejandra Jareda Bravo, coordinadora estatal del Programa “El Campo en Nuestras Manos”, pues la funcionaria ha tratado infructuosamente de contener sus intereses, lo que la ha puesto en riesgo de salir de la dependencia federal.
Y es que el subdelegado de Planeación y Desarrollo Rural parece estar más afianzado en su puesto que nunca, no obstante los millonarios desvíos de fondos federales en la SEDARPA durante la última administración estatal, en los que de alguna manera le resultaría también responsabilidad dado que como Secretario Técnico participó en el programa paripaso y debió vigilar el correcto ejercicio de los recursos que la Federación hacía llegar al Gobierno del Estado en apoyo de los productores del campo veracruzano.
Por cierto, la semana anterior el titular de la SEDARPA, Guzmán Avilés, informó que presentarían una nueva denuncia penal contra quien resulte responsable de otro presunto desvío por 300 millones de pesos, cifra que se vendría a sumar a los 1,400 millones de pesos de otros expedientes integrados por la Fiscalía General del Estado correspondientes a los ejercicios fiscales 2015 y 2016 en la mencionada dependencia estatal.
¿Cuántos de estos recursos eran fondos que la Federación transfirió para proyectos productivos que nunca recibieron los campesinos de Veracruz, o que sí les llegaron pero “mochados”?