Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
* DESAIRE PRESIDENCIAL
Al parecer, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares comenzó a sentir el frío presidencial. Y es que hace tres semanas, el doctor José Luis Cerecedo Candelaria, director del Hospital Regional de Alta Especialidad del puerto de Veracruz, había anunciado que el lunes 19 de febrero el presidente Enrique Peña Nieto vendría a inaugurar el nuevo Hospital Infantil, pero el Jefe del Ejecutivo federal pospuso su visita a la entidad. Para no quedar en evidencia, Yunes Linares declaró después de dicha fecha que él jamás había informado que Peña vendría, desmintiendo así al encargado del nosocomio porteño. Al gobernante veracruzano le habrían dado una nueva fecha para la visita del Presidente, pero por su ausencia de ayer el mexiquense otra vez debió disculparse.
Este miércoles Yunes tuvo que inaugurar solo el hospital pediátrico. Ni siquiera le mandaron a un representante presidencial, que bien pudo haber sido el doctor José Narro, secretario de Salud del gobierno federal. No obstante, el mandatario estatal del PAN le agradeció públicamente a Peña Nieto y a la Procuraduría General de la República la recuperación del dinero malversado por la pasada administración –habló de 760 millones de pesos hasta el momento–, con parte del cual, dijo, fue posible concluir finalmente esta obra iniciada hace ocho años, desde finales del sexenio del ex gobernador priista Fidel Herrera Beltrán, su acérrimo enemigo político. Sin embargo, también trascendió que para este viernes 2 de marzo se tendría programado otro gran evento con el secretario de Desarrollo Social de la Federación, Eviel Pérez Magaña, pero cuentan que el ex candidato priista a la gubernatura de Oaxaca igualmente habría pospuesto su visita.
¿Tendrán que ver estos desaires con el proceso electoral en marcha? Es posible, aunque este lunes 26 fue arropado por el director del Infonavit, David Penchyna, su amigo y también ex compañero de escaño de su hijo Fernando Yunes Márquez, actual alcalde porteño. (Penchyna, por cierto, cercano al ex secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, le disputó a finales de agosto de 2012 al senador Pepe Yunes Zorrilla la presidencia de la Comisión de Hacienda en la Cámara alta del Congreso de la Unión, la cual le fue asignada finalmente al legislador veracruzano por su cercanía con el entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray).
Sin embargo, una versión que corre es que Peña Nieto no sólo pretende hacer ganar en Veracruz a su candidato presidencial José Antonio Meade, sino recuperar además la gubernatura con el priista Yunes Zorrilla –ambos abanderados muy allegados también al poderoso canciller Videgaray–, lo que obviamente choca con el nepotismo del mandatario estatal del PAN que está obsesionado en heredarle el poder a su primogénito Miguel Ángel Yunes Márquez, presente este miércoles en la ceremonia de inauguración del Hospital Infantil.
El mexiquense, al parecer, no está dispuesto a dejarse engañar otra vez como en los comicios presidenciales de 2012 en los que resultó electo. Y es que en aquella ocasión, como se recordará, Yunes Linares habría acordado con el entonces gobernador Javier Duarte de Ochoa apoyar a Peña Nieto para que ganara la elección en Veracruz a cambio de que el mandatario priista le asegurara la senaduría de primera minoría a su hijo Fernando.
El ex mandatario estatal del tricolor sí cumplió pero su adversario no, ya que en esos comicios presidenciales triunfó, con un escaso margen, la candidata Josefina Vázquez Mota, del PAN. Esta “traición” a su partido, por cierto, le fue recordada a Yunes por el ex dirigente panista Alejandro Vázquez Cuevas, quien en 2016 participó como candidato del Partido Encuentro Social (PES) en uno de los debates organizados por el Órgano Público Local Electoral (OPLE) entre los aspirantes a la gubernatura.