Carlos Ramírez/Indicador político
* ¿ORFIS EXONERÓ A YUNISTAS?
Quienes conocen la trama del supuesto “fraude” de las 6 mil 476 cámaras que integran el Sistema Estatal de Videovigilancia, anunciado por el entonces gobernador Miguel Ángel Yunes en octubre de 2017 –que de acuerdo con el contrato SSP-UA-111/17 de fecha 07 de diciembre de ese año se estipuló un monto por Mil 116 millones de pesos, y un plazo de 210 días para la ejecución y entrega del proyecto, así como el pago de fianzas y penas convencionales para caso de incumplimiento del mismo por parte de la empresa COMTELSAT, S.A. de C.V.–, aseguran que la amenaza de la administración estatal de Morena de proceder penalmente contra el ex mandatario y exfuncionarios yunistas de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado puede terminar en mero cuento, como el de “Aladino y la Lámpara Maravillosa”.
Y es que después de que en diciembre del año antepasado, la LXV Legislatura local –controlada por Morena– no aprobóla Cuenta Pública de los Entes Fiscalizables de la administración de Yunes Linares, “por no existir elementos suficientes para tal efecto”, rechazando por ende “los Informes Individuales y el Informe General Ejecutivo de la Cuenta Pública 2018 presentados el 25 de septiembre de la presente anualidad”, el Congreso del Estado ordenó el 13 de diciembre de 2018 al Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), “su revisión exhaustiva” en un nuevo Informe Individual.
Al año siguiente, el 20 de diciembre de 2019, el ORFISemitió su Dictamen dando por concluidos los trabajos de la Auditoría de Legalidad, tomando en consideración “la documentación e información proporcionada por el ente auditado, ex servidores públicos y terceros relacionados, los cuales son responsables de la veracidad de las mismas”.
Y concluyó que el “Dictamen de Opinión en relación al Resultado 15, procedimiento 6.1 derivado de la Auditoría N° 1476-DS-GF denominada ‘Recursos del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas’ (FAFEF), del ejercicio fiscal 2017…”, emitido por el encargado del Órgano Interno de Control de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, en fecha 15 de octubre de 2018, “declaró la Inexistencia de Responsabilidad Administrativa, imputable a los ex servidores públicos que se desempeñaron bajos los cargos de Jefe de la Unidad Administrativa, Jefe del Departamento de Recursos Materiales y Servicios Generales y Director General del Centro Estatal de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo, de dicha Secretaría, al resolverse que la Adjudicación Directa referente a la “Adquisición, suministro, electrificación e instalación y puesta en operación de sistemas de circuito cerrado de televisión (CCTV)”, se encontraba fundada conforme a lo dispuesto en el artículo 54, de la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos, Administración y Enajenación de Bienes Muebles del Estado de Veracruz, y en apego a lo estipulado por los artículos 25, fracción VIII, y 49, de la Ley de Coordinación Fiscal, motivada conforme en el Dictamen de Procedencia y el Acuerdo E-IX-135-06/12/17, derivado de la Novena Sesión Extraordinaria del Subcomité de Adquisiciones, Arrendamientos, Servicios y Enajenación de Bienes Muebles de la SSP.
Sólo observó que dentro de la “Revisión Exhaustiva a los Procesos de Adquisición e Instalación de las 6 mil 476 cámaras que integran el Sistema Estatal de Videovigilancia, anunciado por el Ejecutivo del Estado en el mes de octubre de 2017, no se ha dado cumplimiento a las condicionantes relativas al pago de la Pena Convencional pactada en la Cláusula Décima Sexta del Contrato Número SSP-UA-111/17, de fecha 7 de diciembre de 2017, con la persona moral COMTELSAT, S. A. de C.V., de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 62 de la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos, Administración y Enajenación de Bienes Muebles del Estado de Veracruz…”
Pero el pasado lunes 9, el gobernador Cuitláhuac García afirmó en conferencia de prensa que “la opción que vimos más viable” es que la empresa contratista “concluyera gran parte de los trabajos de la instalación de las cámaras”.
Y tan, tan. “Colorín, colorado, este cuento se ha terminado…”