Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
* AMLO: CUÑADAS INCÓMODAS
En más de una ocasión, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha pedido a sus adversarios que no se metan con su familia, aludiendo exclusivamente a su esposa Beatriz Gutiérrez Müller y al hijo de ambos, por ser menor de edad.
Hace un par de meses, por ejemplo, AMLO exigió a sus detractores que “se metan conmigo, no con mi familia” –deslindándose de sus tres hijos mayores de su primer matrimonio y de sus hermanos–, ante los ataques que a través de las redes sociales vertieron en contra de su esposa y su pequeño hijo luego de que Gutiérrez Müller, al difundir un mensaje con motivo del segundo aniversario del triunfo electoral de su cónyuge, dio una respuesta desafortunada en su cuenta de Twitter a un comentario que le hicieron sobre una posible reunión con los padres de niños que padecen cáncer, los cuales no habían sido abastecidos de medicamentos.
Ante ese incidente, López Obrador manifestó: “Mi esposa no va a ser candidata a nada; ella no es primera dama. Es una mujer libre, con criterio, independiente. Lo que dice es lo que piensa y no censuro su libertad”.
“Es conmigo, yo soy el que estoy conduciendo el proceso de transformación, yo soy el que estoy a la cabeza de este proceso para erradicar la corrupción y me siento orgulloso, además no estoy solo, somos millones de mujeres, de hombres que estaban hartos de que una minoría se sintiera dueña del país, que se humillara al pueblo, que se ofendiera al pueblo, que se robaran el dinero del pueblo”, afirmó el mandatario, remarcando que ese es el “coraje” en su contra y que “por eso se meten con mi familia”.
Pero lamentablemente para el Presidente, otros familiares no ponen mucho de su parte para blindarlo de sus enemigos en su lucha contra la corrupción. Este viernes, por ejemplo, el Congreso local de Tabasco aprobó con 34 votos a favor y uno en contra la desaparición del ayuntamiento constitucional de Macuspana, su terruño natal, ante la obligada renuncia del alcalde Roberto Villalpando Arias y su Cabildo por un presunto desfalco de 200 millones de pesos. La síndica de Hacienda, Concepción Falcón Montejo, casualmente era la cuñada del Presidente, esposa de su hermano José Ramiro López Obrador, actual Subsecretario de Gobierno del estado.
Este caso surge en mala hora, inmediatamente después del escándalo del video en el que aparece Pío López Obrador recibiendo durante el proceso electoral de 2015 un paquete de dinero en efectivo de David León Romero, quien se venía desempeñando en la actual administración como coordinador nacional de Protección Civil.
Y por este polémico video, casualmente los adversarios de AMLO revivieron también la denuncia que la administración del ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, del PAN-PRD, interpuso el entonces contralor Guillermo Moreno Chazzarini en contra de Carol Jéssica Moreno Torres, esposa de su otro hermano Arturo López Obrador, a la cual le imputaron un presunto desvío de 80 millones de pesos en la Oficialía Mayor de la Secretaría de Educación de Veracruz a través de 20 empresas fantasma detectadas sólo en el periodo de febrero a julio de 2016, a finales del sexenio del ex gobernador priista Javier Duarte de Ochoa.