Carlos Ramírez/Indicador político
* ¿LUCRAR CON DESAPARECIDOS?
Desde la Secretaría de Gobierno, el enamoradizo secretario Rogelio Franco Castán, obviamente por instrucciones del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, está impulsando un encuentro de los candidatos a la gubernatura de Veracruz con los colectivos de familiares de desaparecidos en la entidad. El tema, serio, sensible, toral, cruzó las fronteras desde hace mucho tiempo y ha llegado a medios internacionales. En Xalapa se recuerda la memorable portada del periódico de la urbe de acero, The New York Times, que en su edición del 20 de noviembre de 2017, en la pluma del reportero Azam Ahmed cuenta la historia de Carlos Saldaña, un empleado de la Coordinación de Comunicación Social del gobierno de Yunes Linares, quien se ha dedicado a buscar, desesperadamente, a su hija Karla. Como Karla, señalaba el reportero, miles de hombres y mujeres en Veracruz se encuentran atrapados en el limbo: ni vivos ni muertos, simplemente desaparecidos. Frente a esta situación, el gobierno estatal, que no se ha caracterizado precisamente por su sensibilidad para atender a estos colectivos de búsqueda de personas, ahora, justo después de que el principal opositor a la candidatura del hijo del gobernador, Cuitláhuac García, de MORENA, cometiera una terrible pifia al señalar que el 60 por ciento de los jóvenes ubicados en fosas clandestinas o en la fosa de Santa Fe estarían vinculados a la delincuencia organizada –lo que generó una terrible molestia de las madres, integrantes de los mencionados colectivos–, el gobierno de Yunes pretende politizar el tema y capitalizar ese error para ofrecerles ayuda a través de su primogénito que pretende sucederle en la gubernatura. Yunes Linares y su equipo de estrategas están desesperados porque su junior ya no crece, ya se estancó, y además de inflar datos y pagar encuestas en medios nacionales, ahora buscan congraciarse con un sector ciudadano muy golpeado, muy lastimado, herido y angustiado por la pérdida de un familiar. ¿Se prestarán a ello los miembros de “Solecito” y de los demás colectivos de búsqueda de personas desaparecidas? ¿Qué dirá al respecto el padre Alejandro Solalinde, quien se ha sumado, a pesar de la oposición de la jerarquía de la Iglesia católica local, a esta búsqueda frenética de familiares que siguen sin aparecer?
El actual gobierno estatal del PAN-PRD está lucrando con todo lo que puede, pero llegar a este extremo, parece realmente insensible e inmoral. ¿O usted qué opina?
GOBERNADOR DESCARRILADO
Por cierto, vaya exhibida que se acaba de dar el gobernador Miguel Ángel Yunes por los recurrentes descarrilamientos de los trenes en la zona montañosa de Veracruz que limita con Puebla, cuyo sabotaje y saqueo había negado de manera contundente el mandatario panista que ocurrieran en el estado que dice gobernar, endosándole por ende la responsabilidad sobre dichas acciones delictivas a las autoridades de la entidad vecina… ¡que son de su mismo partido!
Y es que luego del último descarrilamiento ocurrido este sábado 19 en la región de Orizaba, Jorge Peralta, jefe de Relaciones Institucionales de Ferromex, contrario a lo que sostenía Yunes Linares, insistió en que el incidente fue ocasionado por sabotaje a los frenos de la locomotora por parte de la delincuencia organizada que aseguró opera en esa zona.
Peralta precisó que el presunto sabotaje ocurrió en un área de montaña, en Vaquería y Mezquite, en el municipio de Acultzingo, en donde los delincuentes intentaron robar mercancía. Para ello, dijo, “separan el tren pero no pueden frenar y los vagones se vinieron con la fuerza de la pendiente de la montaña”. Y afirmó que el gobierno de Veracruz no cuenta con un sistema que pueda asegurar o no que fue sabotaje. Sin embargo, recordó que éste era el séptimo accidente de tren, el más grave, ocurrido en esta región veracruzana.
Tres días después de este siniestro, Yunes declaró que “no hay robo a trenes en Veracruz, eso sucede en Puebla; lo que ha habido en Veracruz son descarrilamientos y está analizando la Secretaría de Comunicaciones cuál es la causa de los mismos”.
También desmintió a su secretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marie, quien previamente había acusado al Sindicato Ferrocarrilero y a su dirigente nacional de proteger a los asalta-trenes.
Sin embargo, anteayer, en rueda de prensa ofrecida en Palacio de Gobierno, el mandatario estatal del PAN tuvo que aceptar –en presencia de autoridades federales y representantes de la empresa ferroviaria propiedad de Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo– que, en Veracruz, durante el presente año, se han cometido robos a trenes, enfrentamientos entre grupos armados y policías estatales, así como ataques a las vías de comunicación.
Es más, el gobernador identificó plenamente a Roberto de los Santos de Jesús, alias “El Bukanas”, como el líder de la red criminal “Sangre Nueva Zeta”, a la que le imputan los robos a trenes en la zona centro de Veracruz.
“El Bukanas” es un ex policía estatal que el gobierno de Yunes Linares no ha podido aprehender desde hace casi un año, pues el 24 de julio de 2017 ofreció 1 millón de pesos de recompensa a quien proporcionara la ubicación de este delincuente que era involucrado por ese entonces en el cobro de derecho de piso, secuestros y el robo de hidrocarburos en la zona centro. Ahora, por el descarrilamiento y saqueo de trenes, han ofrecido 5 millones de pesos a quien notifique de su paradero. A ver si así por fin lo atrapan.
¿Pero con su detención acabarán en automático con los sabotajes y el atraco ferroviario? Esa es la gran interrogante.