
Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
Por un desatinado comentario sobre las desfasadas tarifas que deben pagar los usuarios del servicio de taxis, que provocó la inmediata y masiva protesta de los concesionarios xalapeños, ahora la gobernadora Rocío Nahle tiene la oportunidad de regular y actualizar los precios, pero también de mejorar y modernizar este tipo de transporte público, como se ha propuesto hacerlo con los modernos autobuses urbanos de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río importados de China.
Después de haber ganado las elecciones de junio del año pasado, ya como gobernadora electa, a Nahle la buscaron especialistas y ex funcionarios con cierta experiencia y conocimiento sobre este complicado sector. Uno de ellos fue Antonio Gómez Anell, ex titular del Instituto Veracruzano del Transporte, ex director de la Unidad Administrativa de la Secretaría de Desarrollo Social y Medio Ambiente (Sedesma), y ex Auditor Especial del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), quien entregar un estudio titulado “Proyecto de Modernización y Reordenamiento del Transporte Público, Tránsito, Vialidad y Movilidad Urbana en el Estado de Veracruz 2025-2030”, pero el cual no le dieron oportunidad de exponérselo personalmente.
De momento, ante la reacción negativa de los taxistas, el gobierno del estado y los concesionarios sólo han reducido el debate al tema de las tarifas, pasando por alto la capacitación de los conductores y, sobre todo, el estado de sus vehículos, muchos de los cuales circulan en pésimas condiciones ya que, mediante el pago de sobornos, los oficiales encargados de la revista vehicular de la Dirección General de Tránsito del Estado les aprueban las verificaciones que están obligados a realizar periódicamente.
En Veracruz, a diferencia de otras ciudades y estados del país, por presiones de las agrupaciones de taxistas no han dejado que aplicaciones digitales como Uber y Didi presten este servicio, las cuales ofrecen mejor seguridad y facilidad de uso, y sus tarifas pueden diferir dependiendo de la demanda y la ubicación. Ambas plataformas sólo tienen permitido actualmente la entrega de comida a domicilio, que operan con motociclistas.
Este miércoles, mientras la gobernadora Nahle informaba que el próximo lunes 14 aclarará la polémica sobre las tarifas autorizadas para el servicio de taxis en Xalapa, el secretario de Gobierno, Ricardo Ahued, declaró que el diálogo con los prestadores de este servicio se llevará varias semanas, aunque reconoció que no se pueden seguir aplicando las mismas tarifas que datan del año 2002. “Evidentemente, con 14 pesos nadie sale adelante; eso llevaría a la quiebra del servicio”, declaró el ex senador y ex alcalde xalapeño a la periodista Claudia Montero, del medio digital Alcalorpolitico.com.
Por su parte, algunos líderes de este gremio, como el ex regidor Guillermo Celaya, del Sindicato “Miguel Alemán”, planteaban una tarifa mínima de 40 pesos y de 70 la máxima para la capital veracruzana.
En cambio, mujeres trabajadoras y madres de familia, que pidieron reservar sus nombres, enviaron ayer una carta a la redacción de Alcalorpolitico.com en la que demandan a las autoridades estatales que vuelvan a obligar a los concesionarios, tanto del servicio de taxis como del autotransporte urbano, a que peguen en sus unidades las tarifas autorizadas oficialmente como lo hizo “un buen gobierno pasado hace más de una década”, y señalaron que hay acaparadores de concesiones que tienen hasta 15 placas de taxi, que “no son trabajadores del volante, que sólo las usan para obtener ganancias, sin importarles dar un servicio de calidad”.
“Lamentablemente no se cuidó ese sistema, y fueron los taxistas quienes actualizan constantemente las tarifas dejándonos indefensos a los ciudadanos, incluso llegándonos a decir a las mujeres ‘Si no está de acuerdo con el costo bájese’. Sin leyes y normas al respecto indicaban que la gasolina es muy cara, que deben entregar al dueño del taxi una cantidad diaria y entregar la unidad con el tanque lleno de gasolina”, expusieron.
“El servicio público de transporte es una necesidad, necesitamos que nuestro gobierno nos apoye. En los medios se están dando a conocer las tarifas actuales de los taxistas, las cuales consideramos son excesivas pues la más baja constituye el 14.4% del salario mínimo; la segunda tarifa de sesenta pesos constituye el 21% del salario mínimo; y la tarifa actual de setenta pesos constituye el 25% del salario mínimo, lo que nos excluye a la masa trabajadora del acceso al servicio de taxi”, reclamaron, a la vez que propusieron realizar “estudios serios de kilometraje y consumo de gasolina para establecer las nuevas tarifas y que se publiquen calcomanías en los taxis y en los pasajes del transporte urbano”.
Y expresaron que “necesitamos que nuestra gobernadora nos apoye”, refiriendo que “cuando otro gobierno quiso admitir otro tipo de taxis como Uber, recibió el rechazo de taxistas quienes en el Puerto de Veracruz llegaron a incendiar unidades de este tipo como forma de reacción”.
Sin embargo, se pronunciaron por “un diálogo conciliador del gobierno donde se dé prioridad a la población” pero que se considere también “la situación del trabajador del volante”, incluyendo la “vigilancia en el cumplimiento de la normatividad”.
“Que no nos pongan las bocinas fuertes en la nuca de los pasajeros y se les den cursos de capacitación en el trato y limpieza personal”, concluyeron.
¿Lograrán la gobernadora Rocío Nahle y su secretario de Gobierno, Ricardo Ahued, meter a los taxistas al redil, como se dice coloquialmente? Ya lo sabremos en los próximos días.