
Carlos Ramírez/Indicador político
* VERACRUZ, LA ‘FOSA’ MÁS GRANDE DE MÉXICO
Ha causado consternación y horror no sólo en México sino también fuera de nuestro país el caso del rancho Izaguirre, en el municipio de Teuchitlán, Jalisco, donde fueron hallados crematorios y restos humanos en lo que se presume fue un centro de adiestramiento criminal. Ahora, en Reynosa, Tamaulipas, se ha descubierto otro campo de exterminio que no fue encontrado por las autoridades municipales, estatales o federales sino por colectivos de madres buscadoras y activistas.
Pero, en nuestra entidad, este terror ya lo han vivido también las familias de las víctimas veracruzanas. En marzo de 2017, el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, defensor de los derechos humanos de los migrantes y coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana Pacífico Sur del Episcopado Mexicano, declaró que “Veracruz cuenta con la fosa más grande de México, y aún no se ha visto lo demás”.
En aquella ocasión, el padre Solalinde –a quien la semana pasada el periodista Joaquín López Dóriga llamó “miserable” por denostar a la recién fallecida activista Isabel Miranda de Wallace, fundadora de la organización civil Alto al Secuestro– consideró que los restos humanos que hace ocho años fueron encontrados en Colinas de Santa Fe, del puerto de Veracruz, y en el Arbolillo, municipio de Alvarado, eran apenas “una muestra mínima” del problema que azotaba la entidad.
El presbítero destacó que las fosas clandestinas más grandes se encontraban en Coatzacoalcos, Acayucan, Tierra Blanca, Orizaba y Córdoba: “Eso que se ha encontrado es nada, falta lo más grande”. También reveló que muchos menores eran separados de sus madres: “Las últimas desapariciones se registraron en Medias Aguas, Veracruz”.
El sacerdote aún no sabía de los cadáveres arrojados en la barranca de La Aurora, una ranchería del municipio de Emiliano Zapata, conurbado a la capital veracruzana. Y tampoco conocía la magnitud del cementerio clandestino en que convirtieron Punta Puquita –un islote ubicado al sur de la laguna de Alvarado–, donde grupos del crimen organizado se deshacían de las personas a las que privaban de la libertad. Ahí fueron exhumados 17 cuerpos en junio de 2023. Pero los registros oficiales ubican desde marzo del 2017 a la Laguna de Alvarado como una de las fosas más grandes que familias de los desaparecidos han recorrido. Por esa fecha, elementos de la Secretaría de Marina-Armada de México ingresaron a un rancho ubicado en la localidad de Arbolillo, comunidad de Alvarado ubicada a un costado de la carretera federal 180, conocida como carretera Costera del Golfo. El rastro de dos elementos de las fuerzas federales los llevó al sitio en el que durante las labores de búsqueda la Fiscalía General del Estado exhumó 47 cráneos. Luego de dos meses, el predio fue cerrado y se declaró como concluida la búsqueda de más indicios. Pero en agosto del 2018, más de un año después, madres del colectivo Solecito de Veracruz ingresaron y encontraron 32 fosas clandestinas en el mismo sitio. Los hallazgos crecían a medida que se acercaban al margen de la laguna. En este sitio se localizaron dos mil restos humanos durante dos años de trabajos de búsqueda, ubicando en ese momento a Arbolillo como el segundo cementerio clandestino más grande en territorio veracruzano, solo superado por las fosas de Colinas de Santa Fe.
En mayo de 2023, integrantes del colectivo Solecito, de Veracruz, declararon que la Comisión Nacional de Búsqueda inspeccionó el islote alvaradeño y desechó el sitio, pero tras conseguir permisos para el ingreso pudieron encontrar restos humanos.
“Hemos encontrado lo que no pensábamos encontrar, porque si ya hizo la búsqueda la Comisión Nacional… un trabajo completamente desaseado el que hicieron en ese lugar, es lamentable”, declaró en ese entonces Rosalía Castro Toss, una de las madres buscadoras.
¿Habrá castigo contra los gobernantes que en su momento fueron omisos ante este terror de los grupos criminales? ¿Acaso van a esperar que el mandatario estadounidense Donald Trump le exija a la presidenta Claudia Sheinbaum la detención y entrega de los narcopolíticos mexicanos, entre ellos algún ex gobernador, alcaldes y ex ediles veracruzanos en cuyos municipios han sido ejecutados y destazados decenas de hombres y mujeres?
POR CASO JALISCO, IGLESIA CUESTIONA
‘IRRESPONSABILIDAD’ DE AUTORIDADES
Por cierto, ayer la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) cuestionó las omisiones de los tres niveles de gobierno en el caso de Teuchitlán, Jalisco, calificando de “irresponsables” a las autoridades.
Mediante un comunicado, la jerarquía eclesiástica se pronunció respecto al reciente hallazgo de centenares de restos humanos, zapatos, prendas y artículos personales al interior del rancho Izaguirre, que desde septiembre del año pasado había sido asegurado por la Fiscalía General de Jalisco.
“Estos hallazgos ponen en evidencia la omisión irresponsable de autoridades gubernamentales de los tres niveles ante uno de los problemas más críticos que enfrenta el País. Esta realidad exige una respuesta inmediata, contundente y coordinada del Estado mexicano”, expone el comunicado de la CEM.
La Iglesia católica mexicana subrayó que ante la crisis de desaparecidos que vive México, exhortó a las autoridades a no evadir sus responsabilidades e investigar los hechos con transparencia y exhaustividad, además de fortalecer los mecanismos y protocolos para identificar a las víctimas, así como romper cualquier posible vínculo con el crimen organizado.
El Episcopado mexicano sostuvo que el campo de exterminio y entrenamiento de Teuchitlán no es un caso aislado y como éste hay más sitios que son utilizados por la delincuencia organizada para reclutar a jóvenes.
“Denunciamos con profunda preocupación que existen muchos lugares como éste en nuestra Nación, los cuales son sitios donde se han cometido los más graves delitos contra la humanidad”, expone el documento del alto clero nacional.