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Ricardo Alemán/Itinerario político
Hace 16 días expusimos aquí la investigación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Veracruz (CEDHV) relacionada con actos de violencia laboral documentados por el órgano autónomo en contra de una persona que se ha desempeñado en la Secretaría de Desarrollo Institucional de la Universidad Veracruzana (UV) y que puso en entredicho al indolente rector Martín Aguilar Sánchez, quien al tomar las riendas de la Máxima Casa de Estudios alzó la bandera de la protección a los derechos humanos de la comunidad universitaria.
Ahora, con la Recomendación 004/2025, que posee carácter público, según lo marcan los artículos 3 fracción XXXIII y 56 fracción III de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública de la entidad, se han dado a conocer detalles de estos hechos violatorios a los derechos humanos, que contradicen el espíritu de una institución educativa de nivel superior tan prestigiada como la Universidad Veracruzana.
Pero no sólo este caso ha sido un punto negativo para el rector Aguilar Sánchez. Lo es también la denuncia que por “acoso laboral” y “homofobia” hizo este lunes 17 de febrero Hugo Geovanny Pacheco, del Departamento de Medios Audiovisuales, acusando a su ahora ex jefe, pues aparentemente recién renunció al cargo, Hugo Garizurieta Bernabé. Y en este mismo contexto, la declaración del vicerrector de la región Córdoba-Orizaba, Mario Guapillo Vargas, indicando que en esa región se atienden varias denuncias por “acoso sexual”. ¡Vaya que el tema del respeto a los derechos humanos, como lo presumió al inicio de su rectorado, no ha sido lo suyo!
Sin embargo, lo realmente grave es que en lo registrado en el expediente de la Recomendación 004/2025 interpuesta por el organismo que preside Namiko Matzumoto Benítez aparezcan indicios de que el rector pretenda proteger a funcionarios de su más cercano círculo. La Víctima, con una antigüedad de más de 14 años y con acreditación de estudios superiores y de posgrado, sufrió hechos de hostigamiento y acoso laboral desde el mes de noviembre de 2022.
Y aunque al inicio había buena relación entre la titular de la Secretaría de Desarrollo Institucional y la Víctima, este hecho cambió radicalmente. Se indica, por ejemplo, que las tareas que le empezaron a asignar minimizaron sus capacidades intelectuales. Ejemplo de ello es que sus funciones se redujeron a copiar y pegar textos en tarjetas; copiar artículo por artículo de cuerpos normativos en unas tablas o hacer directorios de funcionarios. Todas estas indicaciones quedaron plasmadas en diferentes oficios.
En definitiva, indica el legajo de la denuncia, el trato que se le dio a la Víctima “tenía la finalidad de invisibilizarla, como una expresión de acoso laboral”. El ambiente laboral que vivió la Víctima “dañó su autoestima, pues constantemente era expuesta frente a sus compañeras –quienes fungían como intermediarias– como una persona que no cumplía con su trabajo, aunado a que… a través de las tareas que le eran asignadas se ignoraban sus capacidades profesionales con una clara intención de consumirla intelectualmente”.
Al ignorar, su condición de salud, desgastada por el acoso al que fue expuesta, la titular de la Secretaría de Desarrollo Institucional acudió a los consultorios de cada médico tratante de la Víctima para requerir información sensible con un interés de “perjudicar y desacreditar”, indica la Comisión de Derechos Humanos.
También se apunta que la titular de la Secretaría de Desarrollo Institucional expuso diversas situaciones que le crearon un conflicto laboral con la Víctima, en ningún caso lo acreditó ante las autoridades internas de la UV, “por lo tanto, esta Comisión toma en cuenta tales señalamientos como otra muestra de la aversión que dicha autoridad tomó hacia la víctima, llevando un posible conflicto laboral a un abuso de autoridad que ha dañado su derecho a trabajar en un entorno libre de violencia”.
Así, se determina que “el ambiente laboral hostil del que fue objeto la víctima provocó daños a su integridad personal mediante los sentimientos externados como la frustración, impotencia, disminución de su autoestima, cuestionamientos sobre su capacidad intelectual y angustia por el trabajo acumulado que le llevaba a un estado de estrés laboral permanente”.
A pesar de que la Víctima intentó salir de ese ambiente de trabajo, solicitando el 17 de enero de 2023, a la titular de la Secretaría de Desarrollo Institucional un cambio de adscripción, este le fue negado. Lo mismo hizo con el rector Martín Aguilar Sánchez, en una misiva digital enviada el 09 de marzo de 2023, exponiendo sus condiciones de salud y el cambio de adscripción. La respuesta llegó hasta el 14 de abril de ese año, cuando ya la Comisión de Derechos Humanos había solicitado “medidas cautelares” a favor de la Víctima.
El organismo defensor de los derechos humanos de los veracruzanos concluye que esta persona “fue víctima de violencia laboral de carácter vertical descendente. Es decir, la víctima sufrió actos de abuso de poder (a través de una persona jerárquicamente superior) en su centro de trabajo, con la finalidad de invisibilizarla (limitar la comunicación directa), humillarla (descalificar su trabajo frente a otros) y consumirla intelectualmente (asignarle tareas alejadas de aquellas para que está profesionalizada), en contravención con lo que establece el artículo 11 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
El acoso laboral se acreditó cuando la víctima era trabajadora adscrita a la Secretaría de Desarrollo Institucional de la Máxima Casa de Estudios de Veracruz. Por todo ello, la UV deberá ofrecer una disculpa privada a la Víctima, para seguir protegiendo su identidad. En esa disculpa, dice la CEDHV, la institución debe reconocer “las violaciones a sus derechos humanos, su responsabilidad en éstas y se asuma el cumplimiento de repararle el daño en los términos precisados en esta Recomendación”.
¿Permitirá el rector Martín Aguilar Sánchez que la Recomendación 004/2025 se cumpla a cabalidad e instruirá a la titular de esa relevante área administrativa universitaria para que ofrezca una disculpa privada y le compense conforme a la ley a la Víctima?
¿Se investigará a través del Órgano Interno de Control esta denuncia enderezada en contra de la titular de la Secretaría de Desarrollo Institucional de la Universidad Veracruzana, tal y como lo precisa la Recomendación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Veracruz o se preferirá la opacidad y guardar silencio, siguiendo el viejo criterio de que “la ropa sucia se lava en casa”, para que se tenga manos libres en cuanto a la violación de los derechos humanos?
Ya lo veremos.