Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
A diferencia de la ministra de la Suprema Corte en retiro y actual diputada federal Olga Sánchez Cordero, quien como secretaria de Gobernación al inicio del sexenio del presidente López Obrador sólo sirvió de “florero”, mismo rol sumiso que como titular de la Segob desempeñó también al final de esta administración presidencial Luisa María Alcalde Luján –el cual seguirá repitiendo ahora como dirigente nacional de Morena ya que todo hace suponer que las decisiones partidistas recaerán principalmente en Andrés Manuel “Andy” López Beltrán, el hijo del mandatario que este domingo asumió formalmente la Secretaría de Organización del partido guinda–, en Veracruz, la gobernadora electa Rocío Nahle estaría por declararse en rebeldía si la cúpula de la 4T deja entrar al clan panista de los Yunes, sus más odiados enemigos políticos.
Y es que, ayer, en su texto titulado “Nahle no perdona: ‘Si los Yunes entran, yo dejo Morena’”, Salvador García Soto, autor de la columna Serpientes y Escaleras que publica en el diario El Universal, reveló que Nahle amaga con dejar su partido si la dirigencia nacional de Morena deja entrar al senador Miguel Ángel Yunes Márquez, recién expulsado del partido blanquiazul junto con su padre, el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, quien es su suplente en el Senado.
Según la versión de García Soto, “de acuerdo con fuentes cercanas, Rocío Nahle fue mucho más contundente con el mensaje que mandó a las cúpulas de su partido: ‘Si a los Yunes les abren la puerta de entrada a Morena, yo tomaré la puerta de salida y me iré del partido para declararme ‘gobernadora independiente’, cercana y fiel a la 4T, pero no militaré en el mismo partido que esos delincuentes’.
“Quienes conocen a la Gobernadora electa de Veracruz dicen que, a pesar de su fuerte cercanía con la presidenta electa Sheinbaum Pardo y de su lealtad incondicional al Presidente, en el tema de los Yunes, a quienes desprecia y pretende investigar en su estado y reactivarles los expedientes que siguen teniendo abiertos en la Fiscalía estatal, Nahle no piensa transigir y que su amenaza de renunciar a su militancia, si a Yunes Márquez lo vuelven morenista, es tan real como las denuncias y acciones legales que ya prepara en contra del clan que lidera el padre Yunes Linares”, consignó el columnista del diario capitalino, refiriendo que “la negociación y la operación política con Miguel Ángel Yunes Linares fue directamente orquestada y realizada por Adán Augusto López, el coordinador morenista en el Senado, quien tampoco tiene una buena relación con Rocío Nahle y las diferencias entre ambos políticos fueron evidentes cuando el tabasqueño era secretario de Gobernación y aspirante presidencial y la entonces secretaria de Energía, estaba al frente de la construcción de Dos Bocas y apoyaba abiertamente a Claudia Sheinbaum”.
Por lo mientras, en Veracruz, la Fiscalía General del Estado parece haber congelado las carpetas de investigación contra el senador Yunes Márquez y su hermano Fernando, el ex alcalde porteño. Sin embargo, ayer, coincidentemente, el órgano autónomo encargado de procurar justicia y cuya titular es la cuitlahuista Verónica Hernández Giadáns, informó que obtuvo una nueva vinculación a proceso en contra de Rogelio Franco Castán, ex secretario de Gobierno de Yunes Linares, como presunto responsable del delito de violencia familiar, hechos acontecidos en 2016, cuando en ex funcionario yunista presuntamente ejerció violencia física y psicológica en agravio de la víctima, con quien sostenía una relación de concubinato.
Esto, a pesar de que las propias hijas de la supuesta agraviada han negado las acusaciones e incluso decidieron vivir con su padre y no con ella, además de que un juez ya había desestimado esas imputaciones.
El juez dictó como medida cautelar prisión domiciliaria –en la que ya se encuentra desde el año pasado el ex dirigente estatal y ex diputado del PRD, Franco Castán, al lograr más de 15 amparos y la anulación de seis de los delitos que le ha fincado la FGE–, dentro del proceso penal 57/2021.
LA ‘CRISIS’ DEL YURIBIA; ¿A
QUIÉN QUIEREN ‘TUMBAR’?
Por cierto, quienes en el sur del estado andan azuzando a la población de Tatahuicapan y a su ambicioso y alcohólico munícipe Eusebio González para que cierren las válvulas de la presa Yuribia, agitando a la vez las aguas políticas en contra del alcalde de Coatzacoalcos, Amado Cruz Malpica, y del diputado local electo por el distrito de Cosoleacaque, Esteban Bautista –dos de los morenistas sureños más cercanos a la virtual gobernadora Rocío Nahle–, están jugando con fuego y corren el riesgo de quemarse porque cada vez va dejando más claro la ex secretaria de Energía que ella no será omisa ni le temblará la mano para aplicar la ley como su antecesor Cuitláhuac García.
Nahle, como lo comentamos aquí líneas arriba, ya les reenvió el mensaje a los Yunes del PAN que con ella no habrá perdón ni olvido.
Así que el diputado local que está por desocupar su curul en el Palacio Legislativo de la avenida Encanto, de Xalapa, y la flamante diputada federal del mismo distrito que, según la vox populi, es “íntima amiga” del susodicho representante popular –los cuales son señalados de ser quienes están desestabilizando socialmente la zona para evidenciar ante Rocío Nahle el supuesto control político de esa región del diputado local electo Estaban Bautista, ya que le ven espolones de ser un personaje importante en la próxima Legislatura del Estado–, deberían andarse con tiento y no provocar a la futura mandataria ni jalarle los bigotes al tigre de la sierra de Soteapan.
Seguramente se olvidan que Nahle ya tuvo una experiencia traumática a principios de 2019 en esa misma zona serrana sureña, cuando agitaron a los habitantes y ediles del municipio de Chinameca para echar abajo el proyecto del relleno sanitario regional que ella había gestionado como senadora para remediar el problema de los desechos sólidos de los municipios de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque –los tres municipios afectados actualmente también por el cierre de las válvulas de la presa Yuribia– que desde hace décadas son arrojadas en el tiradero a cielo abierto de Las Matas.