Quirino Moreno Quiza/Repechaje
Al unísono casi en la cámara de diputados se dio el banderazo de los partidos políticos para el gasolinazo como consecuencia de las necesidades de enfrentar los gastos presupuestales del sismo del 19 del ya famoso septiembre negro de este año.
Las cifras “inesperadas” que no se pueden hacer frente con los presupuestos ya programados con el fondo para la atención de desastres, ahora busca trasladar como siempre el peso de la carga a los contribuyentes y al pueblo en general.
Ya con un aumento substancial en gas, energía eléctrica, en el impuesto sobre la renta y más lo que se logre acumular para con eso no tocar ni con el pétalo de una rosa al presupuesto general de los que en la pirinola todos ganan.
Los temas recurrentes a la falta de apoyo de los tres niveles de gobierno al tema de la reconstrucción de las viviendas afectadas por el sismo del 7 y 19 de septiembre en diversas zonas del país, sólo demuestra que ha sido la sociedad civil y la ayuda desde el exterior quienes se hacen responsables ante la tragedia y la desgracia que afecta a miles de mexicanos que prácticamente quedaron en la calle.
Pero también, las evidencias al mal accionar de las instancias oficiales que operaron la ayuda enviada desde los centros de acopio de la población se ha visto mañosamente manejada con fines políticos en la famosa corrupción del sector público.
En la crisis de los sismos y huracanes en este país, salieron desde el anonimato desde mucha gente, las fortalezas de la unión y de la solidaridad que ya se conocen por un esfuerzo de ayuda humanitaria con quienes necesitaron del apoyo en el momento crucial, pero también quedó la ambición y la desmedida voracidad de algunos políticos que se cubrieron con una sola cobija para protegerse de lo que todo el mundo vio gracias a medios de comunicación puntuales y redes sociales.
Ahora viene el voto de castigo para los desalmados y deshumanizados políticos que en el “corruptometro” van a la cabeza Graco y Mancera, a lo que no están escapando muchos y sólo con unos cuantos que se libran de la crítica ciudadana. “No me ayudes compadre”. Así las cosas.