Raúl López Gómez/Cosmovisión

Humanismo y sensibilidad con los pobres

En las revisiones de las posturas filosóficas a lo largo de la historia de la humanidad, se han visto que las propuestas hacia una visión de espiritualidad y de respeto hacia la vida, poco se procura y por lo mismo se concluye que la mayoría de los gobernantes, políticos y servidores públicos encumbrados de inmediato sacan a relucir traumas y frustraciones, y peor aún el odio y el rencor.

Esto viene a colación en relación a todos los que andan en busca del respaldo de sus partidos políticos y de la misma militancia cansada de mentiras, promesas incumplidas y de una realidad de quienes son muchos pobres y pocos ricos.

En esa dimensión, los “polacos” que han vivido del erario público y los que ofrecen por ofrecer en soluciones falaces hasta irrisorias en el tema de la seguridad, queda únicamente para el anecdotario.

Entre los tres aspirantes presidenciales respaldados por sus respectivas alianzas partidistas, el que se ha visto más serio, inteligente y congruente en su propuesta y discurso ha sido Ricardo Anaya.

Y de ahí Andrés Manuel López Obrador, sigue en la mitomanía y en los anuncios para el risómetro, porque en aras de decir mucho demuestra de lo que antes sucedió entre priistas de proponer traer elefantes para el campo y de ponerle a los “barriles de petróleo” de exportación “visite México”, cuando el barril es una medida internacional. Esto en los setentas.

En ese rubro, José Antonio Meade, hizo circular en las redes sociales la frase que quedará para la historia de que “la calle es para los delincuentes y la cárcel para los ciudadanos”.

Pero, ante las barbaridades y excentricidades del discurso de quienes buscan convencer, los especialistas y expertos en el desarrollo humano, ponen bajo la lupa a los precandidatos a todos los cargos de elección popular de quien se ha visto humano, sensible, solidario con los pobres, con los débiles y el apoyo y unidad con quienes por décadas han sufrido de la mezquindad de los políticos que llegados al puesto de olvidan de la gente del pueblo.

Por eso, los asuntos de los temas energéticos, la seguridad, la educación y la economía para dar impulso al empleo y la productividad son factores para quienes están reflexionando el voto en una elección presidencial muy apretada de tercios que cada vez más se cierra en las preferencias electorales en lo que será un final de fotografía y en donde lógicamente todos se declararan ganadores y la autoridad electoral bajo la lupa en todo lo concerniente al respeto a la legalidad entre unos y otros.

En esta exposición dos personajes jóvenes que son parte de la nueva generación de políticos comprometidos o de servidores públicos auténticos, con mucha experiencia que destacan y sobresalen en materia de humanismo y de lucha en contra de la pobreza para reducir esa brecha, sin duda en primer lugar Miguel Angel Yunes Márquez, quien llevó a Boca del Río a estar entre las ciudades con más avances significativos para mejorar el nivel de vida de los ciudadanos y ahora con el alcalde Humberto Alonso Morelli, con una trayectoria de valores humanos, ética y capacidad profesional en materia de economía, finanzas y administración, es innegable que la gente está contenta y feliz, por los servicios públicos eficientes y el respeto a toda la población.

Ahora el alcalde Morelli, firme en su convicción reconoce que los boqueños lo contrataron como presidente municipal de Boca del Río y está dispuesto a darle continuidad a una ciudad ya emblemática entre las de mayor desarrollo económico en el país, e incluso llevarla aun más lejos con un trabajo intenso y un equipo de colaboradores que se están rigiendo por un decálogo del servidor público en compromiso de honestidad, transparencia y cortesía entre otros puntos con toda la población, sin excepción.

Aquí está la clave de la administración pública. Este es el ejemplo a seguir y sólo una muestra de lo que la gente quiere como sucede en Boca del Río. Así las cosas.