Carlos Ramírez/Indicador político
Meade: tormenta económica y política
Visto como inexplicable desde los diversos escenarios de la política nacional, el destape “Nintendo” o mejor dicho “ni entiendo” dirigido por Enrique Peña Nieto, en la figura de José Antonio Meade, lleva una dosis de incredulidad de quienes saben que estará difícil de meterlo a la pelea por la presidencia del país en el 2018 y con todo el respaldo oficial.
Ahora a Meade se le pretende dar un cauce de triunfalismo inexistente en la lucha por la presidencia del país, abultando encuestas y dando paso a un personaje que como candidato externo, hibrido y hechizo no goza de las simpatías, que dice tener de la noche a la mañana, pero además no levanta y genera divisionismo al interior de la militancia priista que garantiza que se les va el voto duro por la vana decisión.
Ya se habla de un plan B, para el autor de lo que se vislumbra podría ser una masacre política que se prevé y se adelanta como un mal presagio o como un signo de que se va a dar a la alternancia con Morena seguramente o el Frente Amplio por México
El dedo elector, que ahora favorece Meade, va a contracorriente con un discurso al que nadie le cree, porque parte de cero de las encuestas y en una autoconstrucción de su figura de candidato presidencial del PRI, que costará mucho trabajo posicionar a pesar de que dice que ya está empatado con el Peje de Morena.
Lo explicable de todo el embrollo político generado por Peña Nieto, es que después de venir de una reprobación autentica, ahora quiera meterse hasta la cocina con el objetivo de conservar el poder presidencial a como dé lugar, y cueste lo que cueste, en términos económicos y políticos.
Los especialistas dan cuenta de que el temor de EPN por conservar a como dé lugar el poder presidencial es que de perder con el Frente Amplio por México de Ricardo Anaya o con el Peje Andrés López Obrador, estaría en la posibilidad de ser el primer ex presidente de los tiempos modernos de que puede ser llevado a juicio y por lo mismo a la cárcel, y de aquí la disputa y la gran preocupación,
Por lo pronto, los adversarios de Meade, de adentro y afuera se dan cuenta de que es un candidato hibrido en el PRI y además hechizo, el tiene pocas probabilidades de contar con el voto duro para romper esquemas y retos a fin de lograr el triunfo electoral el 1 de julio del 2018, aunque en la política a la mexicana todo puede pasar y esperar.
Además, de que el discurso de Meade no es el de quien las tiene todas a favor consigo cuando le salen muchas críticas en materia de estar ligado a la corrupción y la impunidad con su propia millonaria empresa familiar que no lo legitima en su supuesta trayectoria de honestidad, pulcritud y de ejercicio público ético.
En la realidad es que, el esfuerzo mediático y de los escenarios simulados y creados para José Antonio Meade, son inverosímiles al subirlo a una nube en donde nadie lo baja y será hasta el 1 de julio que pise la realidad.
Por culpa de Meade, se prepara el voto de castigo a quien le atribuyen los propósitos de nuevo año de millones de mexicanos, que anuncian el uso obligado de la bicicleta y pasar al vegetarianismo por la carestía de combustibles y de la vida en general, para apretarse más el cinturón al máximo y esto incluye a todos a ricos y pobres, los clasemedieros ni se diga son los que dan soporte al pago de la pesada carga fiscal de este país.
Ahora, a hacer mucho ejercicio para resistir lo que viene como una tormenta económica y política para la inanición al estilo de Venezuela de Maduro con Meade.
La partida el lunes de esta semana en Veracruz del maestro Ignacio Oropeza López, ex catedrático y ex director de la Facultad de Comunicación de la UV, dio cuenta del reconocimiento de cientos de sus ex alumnos periodistas en activo, a quien lo dio todo y nunca esperó nada, desde la cátedra en las aulas como el mejor maestro, llorado y recordado por sus discípulos en los últimos tiempos en la Facico. Así las cosas.