Felipe de J. Monroy/Los márgenes de la independencia editorial
Semana difícil de acontecimientos
En Veracruz semana se acontecimientos inesperados, por la muerte de un maestro del periodismo como Ignacio Oropeza López, quién tuvo una emotiva despedida como los grandes de este mundo con amplios y sentidos mensajes de reconocimientos de cientos de sus ex alumnos de la Facultad de Comunicación de la UV con palabras de agradecimiento a quien lo dio todo en la cátedra y nunca esperó nada a cambio.
Otro tema el de Veracruz convertido en un hormiguero de políticos depredadores y que le declaran la guerra al gobernador Miguel Angel Yunes Linares, quien tiene que luchar en contra de los siete jinetes del Apocalipsis en estos lares que encabezan detractores y adversarios políticos junto con sus aliados que andan desesperados por volver al poder estatal.
Y el otro punto, visto como inexplicable que desde los diversos escenarios de la política nacional que reprueban al PRI y al mandato de Enrique Peña Nieto, ahora con la figura de José Antonio Meade, se pretenda dar un cauce de triunfalismo inexistente en la lucha por la presidencia del país, abultando encuestas y dando paso a un personaje que como candidato externo, hibrido y hechizo no goza de las simpatías, que dice tener de la noche a la mañana, pero además no levanta y generó divisionismo al interior de la militancia priista y el voto duro se les va.
Ya se habla de un plan B, para el autor de lo que se vislumbra podría ser una masacre política que se prevé y se adelanta como un mal presagio o como un signo de que se va a dar a la alternancia con Morena seguramente o el Frente Amplio por México
El dedo elector, que ahora favorece Meade, va a contracorriente con un discurso al que nadie le cree, porque parte de cero de las encuestas y en una autoconstrucción de su figura de candidato presidencial del PRI, que costará mucho trabajo posicionar a pesar de que dice que ya está empatado con el Peje de Morena.
Lo explicable de todo el embrollo político generado por Peña Nieto, es que después de venir de una reprobación autentica, ahora se mete hasta la cocina con el objetivo de conservar el poder presidencial a como dé lugar, y cueste lo que cueste, en términos económicos y políticos.
Los especialistas dan cuenta de que el temor de EPN por conservar a como dé lugar el poder presidencial es que de perder con el Frente Amplio por México de Ricardo Anaya o con el Peje Andrés López Obrador, estaría en la posibilidad de ser el primer ex presidente de los tiempos modernos de que puede ser llevado a juicio y por lo mismo a la cárcel, y de aquí la disputa y la gran preocupación,
Por lo pronto, los adversarios de Meade, de adentro y afuera se dan cuenta de que es un candidato hibrido en el PRI y además hechizo, el tiene pocas probabilidades de contar con el voto duro para romper esquemas y retos a fin de lograr el triunfo electoral el 1 de julio del 2018, aunque en la política a la mexicana todo puede pasar y esperar.
En la realidad es que, el esfuerzo mediático y de los escenarios simulados y creados para conquistar el voto popular principalmente, está lejos de que la gente lo crea en un proceso difícil de alta competencia en donde José Antonio Meade, de repente se subió a una nube en donde nadie lo baja.
Entre los propósitos de nuevo año, ya hay quienes anuncian el uso de la bicicleta y pasar al vegetarianismo obligado por la carestía de la vida y la obra hacer mucho ejercicio para resistir lo que viene como una tormenta económica. Así las cosas.