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Carlos Ramírez/Indicador político
Finiquitado el PRI después de los noventa años de poder omnímodo junto con sus aliados, sale a la palestra a arrancar triunfos con algunas posibilidades que se estarán dando en donde lleva mano la fortaleza del PAN y el PRD, ante un priismo que sigue a la baja, pero en una nueva alianza puede tener algunas posibilidades de arrancar algunos triunfos en la entidad veracruzana con éxito.
En el caso de Anilú Ingram, desde ahora se le ven cero posibilidades de ganar alguna posición, y menos la presidencia municipal de Veracruz, en donde el PRI, perdió la fuerza de una estructura que quedó olvidada, y ante el abandono letal poco se puede hacer por la famosa joya de la corona.
El gran glamour de la veracruzana Anilú Ingram, se quedó en el pasado y por lo mismo ahora sola y sin las palancas de antes que la proyectaron de forma improvisada en la política, esta escasa de posibilidades.
Porque, quedaron en la pasado esas formas de escalar en la política con los formatos de antes, y más cuando nunca jamás abonaron a la parcela por la que se obtuvo un triunfo electoral y ahora los electores, simplemente están listos para esos cobros de facturas en donde es natural que la gente no persona nunca el abandono de los políticos improvisados, que cuando conocen del poder hasta se envilecen, deliran y sueñan con seguir viviendo en una abundancia que llegó al final de un ciclo.
Aunque en la guerra, en la política y el amor de todo se vale, y las sorpresas son parte de la vida.
Pero, ahora se da una nueva realidad en la era del post-Covid-19, la política cambió ya no se darán los acarreos a eventos multitudinarios, no podrán andar con el tema de la compra de votos porque está penado y además toda la gente está dispuesta a de denunciarse unos a otros.
Este proceso electoral intermedio, es el primero de la nueva era sin el PRI y sus aliados, por lo mismo aquí estarán sometidos a una prueba de fuego, en donde todo se da en un esquema de un pronóstico reservado.
Y la guerra sucia, las descalificaciones y la osadía de quienes brincan de un partido a otro, se ha visto muy natural con todos aquellos chapulines, que saltan y brincan, para buscar a aparecer en una boleta electoral el seis de junio.
y esto, se ve más en el Partido Movimiento Dante Delgado, factoría del reciclaje de los ex panistas que encuentran un acomodo a sus pretensiones de volver al presupuesto como Angel Deschamps, que reaparece con Ardían Avila Estrada, como la panacea en un partido dirigido en estos lares por hábiles jóvenes que en política se les ve de parvulitos, pero en la realidad andan en una lucha suicida, inventando el hilo negro y buscando sorprender a los incautos de siempre, con el clásico tema de los espejitos y el de a ver qué pasa.
Mientras el Tlatoani, dirige los hilos desde su bunker, soñando en volver a ser gobernador o en definitiva ya pensando en el retiro, después de más de cincuenta años de infatigable lucha, en que el cuerpo y la mente se agotan, y el tiempo también. Así las cosas