Carlos Ramírez/Indicador político
Félix Salgado Macedonio, se preparó toda su vida para ser gobernador de Guerrero, su estado natal en donde lo ha sido todo, menos mandatario estatal.
El viejo adagio de que nadie es profeta en su tierra en los actuales tiempos electorales, pudiera cumplirse en su persona, toda vez que su precaria candidatura se tambalea, y pende de un delgado hilo, que en cualquier momento puede romperse, y con eso acabar con los años de los sueños, que está a punto de perder.
El destino es cruel y le juega la peor pasada al político guerrerense, en tierra de osados personajes, que en otras épocas también han caído, incluso aún más feo, como le sucedió al entonces gobernador priista de esa entidad, Rubén Figueroa Alcocer (1993-1996). quien dejó un gran precedente en la historia de este país, al verse obligado a renunciar al cargo por el caso de la matanza de campesinos en Aguas Blancas, y que se presentó hasta en un video en aquellas épocas de difícil acceso a la tecnología, pero sucumbió a eso, y con mucho pesar para los priistas.
Ahora, desde otro escenario morenista, a don Félix Salgado, Macedonio, le resucitan algunos casos dudosos, después de más de cinco años de absoluta prescripción, pero en política en los famosos tiempos electorales en donde permea la guerra sucia y hostil de forma mediática, no lo han dejado caminar en su peregrinar político, a causa de las supuestas denuncias de violación y acoso sexual, que apenas han salido a relucir con un odio directo de las presuntas mujeres agraviadas en su postulación política de gobernador.
El odio, que se guardaron supuestamente con mucho rencor, salió a relucir de forma sorprendente, para tratar de dar un golpe mortal al político de Guerrero, que por lo pronto las trae negras, y todas las apuestas están en su contra de los mismos analistas políticos, con todo y la defensa del presidente AMLO, “a un ya chole” con ese tema en las conferencias mañaneras, pero en una de esas la libra y hasta gana una elección en un principio de justicia.
Las reacciones también, de una prensa casquivana y veleidosa, que se deja llevar por el sensacionalismo de destrozar, despedazar y sepultar en vida al añejo político, que no se dobla tan fácilmente y que tiene todo el respaldo del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado y del mismo presidente Andrés Manuel López Obrador, que saben y conocen mucho de lo que significan los efectos de una guerra sucia despiadada en los tiempos electorales.
Los pronósticos en torno a la próxima candidatura de Félix Salgado, son inciertos por sus perversos y ocultos enemigos y detractores políticos que no salen a dar la cara, y utilizan los viejos sistemas de desprestigio ya conocidos y que a veces hacen sucumbir o por el contrario resurgir como el Ave Fénix, con éxito.
Por cierto, en uno de los estados de mayor sangre caliente de la gente de todo el país, que se esmeran en descarrilarlo con todo tipo de artimañas y de situaciones perversas que sencillamente le han armado con fines nefastos de quitarlo del camino y dejar paso libre a los de las alianzas opositoras.
Por eso, el presidente AMLO, con mucha firmeza sabe del personaje que ha sido su aliado en su carrera política, de que en este momento inocente o no, se debe apoyar hasta sus últimas consecuencias porque en la política ese tipo de situaciones en este país y en el que sea la guerra sucia en los tiempos electorales, es pan de todos los días.
Las protestas de los grupos radicales feministas que se confunden con ciertos grupos anarquistas que se visten de negro se cubren el rosto, y que aprovechando de la histeria colectiva destrozan ahora en Chilpancingo, la infraestructura urbana, es parte de algo “normal”, en donde en México, el derecho a la libertad de protestar se ha rebasado y más en los tiempos de la Cuarta Transformación en aras del respeto de las garantías constitucionales consideradas las que son objeto de mayor protección por las propias autoridades, ante el temor de que una contención policiaca se pueda salir de control y con resultados catastróficos para cualquier autoridad o jefe de policía, como sucedió en diciembre en Cancún.
Ahora, ya con el caballo que le han arrimado a Salgado Macedonio, su deber es resistir y quedar al margen de todos los hechos violentos de las feministas que le han armado en su contra de forma cruel.
La pregunta de los expertos, es que sí Morena va a resistir esa andanada de protestas, que incluso con todo tipo de artimañas, al entonces jefe de gobierno de la ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, en los tiempos del presidente Fox, lo hizo renunciar al cargo con un formato de clara persecución política, pero que el político tabasqueño, luego les pasó a todos los ex presidentes una factura barata, pero dolorosa, la suspensión de las onerosas pensiones y de la costosa custodia del Estado Mayor Presidencial, que desapareció, para que se sintieran gente normal entre el pueblo que sale a la calle con la pura bendición todos los días. Así las cosas.