Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
En los tiempos políticos actuales, como pocas veces había sucedido, la violencia se da entre los diversos grupos que buscan acceder a los cargos de elección popular.
Antes se daban los acuerdos, ahora las cosas cambiaron y ahora la situación es más compleja ante los factores más letales jamás imaginados en un binomio maligno de pandemia y violencia, algo que ha impregnado a la actividad política en el país, a lo que no escapa la entidad veracruzana.
La muerte de este lunes de la conocida ex alcaldesa y ex diputada de Cosoleacaque, Gladys Merlín junto con su hija, víctimas de un atentado en su propio domicilio que fue allanado, a pesar de que tenían a un vigilante en el domicilio, que se dice fue puesto fuera de operación, sorprende a la población veracruzana.
Los hechos comenzaron a correr como reguero de pólvora, en todos los medios estatales, y de inmediato se han dado todas las expresiones de dolor y de repudio por esta compleja situación que enluta a toda una familia y a un pueblo en el sur de la entidad, que no escapan continuamente a las malas noticias.
En el puerto de Veracruz, el domingo los grupos panistas se dieron con todo en la sede de ese partido cuando se dio la elección interna del candidato a la alcaldía, entre Bingen Rementería y Miguel Angel Yunes Márquez, en donde se registraron golpes y un enfrentamiento a sillazos, pero sin que la sangre llegara al rio, favorablemente.
En Ursulo Galván, recientemente se dieron hechos de sangre para sacar del camino a uno de los más fuertes aspirantes de Morena en esa región.
Las crisis en la política a la mexicana, ha sido siempre así, en donde la guerra sucia abona a las descalificaciones entre unos y otros, pero ahora sí la situación se complica más, al grado de violencia que la violencia permea a esta actividad. y que se está registrando entre quienes buscan a toda costa estar en un cargo de elección popular.
Antes, en igual forma se han registrado hechos violentos, pero ahora la situación se agrava a un más, a diferencia de los tiempos pasados, lo que significa que hay escenarios muy complicados y aun las campañas políticas no comienzan.
Todos los sectores de la población claman por que exista civilidad y tolerancia en un proceso electoral complicado y muy delicado con escenarios insospechados, y a pesar de la pandemia, ni la política se detiene con mayor cordura entre unos y otros a pesar de que las circunstancias demandan y exigen limitaciones, que no detiene a la efervescencia política ahora con resultados bastante catastróficos.
Se espera que la civilidad y la tolerancia sean factores de exigencia a que las cosas no se compliquen a un más, cuando aún falta mucho para la fecha de las elecciones, el próximo seis de junio.
También, a que las situaciones de guerra sucia y de descalificaciones mediáticas dejen de abonar a los pleitos estériles de los que ya no hacen falta a una lucha desenfrenada por el poder político entre propios y extraños, que tiene sólo un fin, cuidar las parcelas de poder de siempre. Así las cosas.