
Raúl López Gómez/Cosmovisión
Los efectos duros de la pandemia
En México se registran, según los últimos datos, 1.869.708 personas confirmadas de coronavirus, 5.448 más que el día anterior.
Es necesario para interpretar correctamente estos datos saber que México, con 124.738.000 de habitantes, está entre los países más poblados del mundo, como puede comprobarse en la tabla de población mundial en datosmacro.com.
En estos momentos, la tasa de pacientes confirmados de coronavirus es de 1.498,91 por cada cien mil habitantes, así es que tiene una alta tasa de confirmados de coronavirus si la comparamos con la del resto de los países.
El promedio es de casi 159 mil 100 personas fallecidas por coronavirus, en la última jornada 564 personas han muerto, una cifra mayor que la del día previo.
En México en 2018 fallecieron al día 2.054 personas, cifra que este año podría verse incrementada por la cifra de muertes por coronavirus. Se pueden consultar las cifras de la mortalidad de México. La tasa de letalidad (fallecidos respecto a confirmados) es del 8,51%
El listado de los países con casos de coronavirus en Datos de coronavirus por países y ver toda la información económica de México en Economía de México. (Datos de Expansión)
Los datos reales de los números, ponen al país aún en un mayor riesgo, que es el de la situación económica, que se agrava como consecuencia de las drásticas medidas de muchos países hacia México con el movimiento de personas por la vía aérea de salidas y llegadas condicionadas a una prueba, o en definitiva la alerta de no visitar este país amigo, que toda la vida a abierto sus puertas de par en par a todos, sin excepción.
Pero, ante un mal que atemoriza con sus efectos letales en el mundo, y al cual hay quienes escépticos inducen a la gente a no usar el cubrebocas, a no usar el gel antibacterial e incluso a no vacunarse en contra del contagio, con algún cierto grado de perversidad que siempre ha existido entre quienes se resisten a dejar de percibir ganancias, como un sacerdote que se vio en los noticieros de televisión, decir que el mal se cura con una aspirina, paracetamol o ibuprofeno, en una forma por demás falaz demostrando un alto grado de ignorancia.
Entre los que creen y los que se resisten a creer, se encuentran los miles de fallecidos que han sido víctimas de este mal, que no sólo ha dañado quitando la vida a miles de seres humanos, sino que también a millones los deja en la pobreza.
Apenas se comienzan a ver algunos indicios de apoyo a la población de los entes de gobierno y de los poderosos consorcios de la comunicación y otros rubros, se hacen de la vista gorda y de que la Virgen les habla, pero no dan su brazo a torcer cuando la gente o come o paga tarifas de telefonía y de internet, para acceder a las condiciones de sobre vivencia o de prioridad como la educación de niños y jóvenes, y hacer los pagos de servicios de compras de alimentos y medicamentos, entre otros.
Aquí, el gobierno federal se ha mostrado permisivo con los grandes abusos de todos aquellos que lucran y se benefician a costa del pueblo.
Porque son las grandes empresas las que hacen de la emergencia por la pandemia, su gran agosto, y andan por la libre
Pero muchos, en el pecado llevarán la penitencia y en plena época electoral, los ciudadanos andarán pilas y se van a esmerar a ejercer a cabalidad y plenitud el famoso voto de castigo, que por lo mismo se convierte en pulverizado, y no habrá carro completo para ningún partido político con o sin alianza, porque la gente les va a decir, ahora parafraseando al propio AMLO, “tomen su voto”.
Por lo pronto, se dice que, para finales de este año con el setenta por ciento de la población vacunada, sobre todo de los más vulnerables que son las personas mayores de sesenta años, se logrará el proceso llamado de inmunidad de rebaño, y con esto es probable que retorne la calma, la serenidad y las actividades productivas.
Mientras, con la rigurosidad de las decisiones personales y oficiales de control en el tema de la sanidad y la sana distancia, se espera ya avanzar con algo significativo en contra de la pandemia, porque en la realidad el programa de vacunación va tan reducido que no llega aun a más del 1 por ciento.
Ojalá y pronto, las noticias mejoren, por lo que hay que seguir manteniendo la fe y las medidas sanitarias a plenitud para evitar se colapse aún más a las instituciones de salud y en la propia economía, que significan, que todos los que van en una misma canasta de los más afectados por los duros efectos de la letal pandemia, la peor de todos los tiempos en la era de la humanidad.
El programa del gobierno del registro para la vacunación colapsó el primer día, y la página se cayó ante la saturación de personas de la tercera edad que intentaron inscribirse en un mismo momento, y el subsecretario de salud, Hugo López Gatell, les pidió insistir en el proceso y no caer en desesperación.
En otro asunto, en la política a la veracruzana se crispan los nervios de muchos quienes no logran descifrar el enigma de Morena de cara al proceso electoral de este año y que será el 6 de junio, el día de la elección del milenio con todo y pandemia.
Los expertos nerviosos, adelantan traiciones y golpes bajos entre unos y otros, con la clásica situación compleja de algo muy claro, que los aspirantes son siempre los mismos, nada raro o extraño en estos lares de la misma historia de siempre.
Pero, ahora a quien se va a culpar de lo que está pasando, cuando son dos fuertes alianzas las que se disputaran el pastel. Con Duarte en la cárcel, Fidel enfermo y Miguel disciplinado, a quien se va a culpar o dar, el triunfo o el fracaso de lo que pase en Veracruz, imposible de adelantar.
Las apuestas siguen en el aire y nadie se atreve a dar un pormenor de lo que va a pasar, pero algo es cierto, al presidente le interesan las diputaciones federales y locales, y ahí está la clave. La política es de acuerdos. Así las cosas.