Raúl López Gómez/Cosmovisión

Inicia nueva tensa relación entre México y EU

La trascendencia de la llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos, significa y marca el inicio de una nueva era para el mundo con un mandato que al parecer apostará por el humanismo, el amplio respeto a los derechos humanos y el concierto de las naciones en el marco de la legalidad.

Todo esto, con la finalidad de dar un equilibrio al vacío de poder que dejó el gobierno republicano de Donald Trump. lleno de xenofobia y de un sarcasmo inaudito, que nunca antes se había visto en ningún gobierno en todo el orbe en los últimos tiempos, a pesar de que, en su despedida, dijo que no llevó a su país a la guerra.

Ahora, será distinto, el gobierno demócrata de Joe Biden y Kamala Harris, apelará al nuevo orden mundial de respeto mutuo, pero también de amplio compromiso de todas las naciones del mundo para equilibrar y vencer todos los males de este tiempo, que significan violencia y la degradación infernal de los seres humanos en los países que no cumplen mínimamente con la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948.

Después de la gran disputa electoral de demócratas y republicanos, la que se suponía la capital del mundo ejemplo de la democracia se convirtió en un bunker de guerra, en donde los detractores alentados por el ya expresidente Trump, han puesto a todo un país en jaque por las supuestas diferencias ante una derrota ganada a causa del mal ejemplo de un personaje como Trump que nunca debió llegar a la presidencia de EU, y pasa a la historia como el más patético y desgarrador ejemplo de un hombre de poder económico con poder político.

En otro asunto, mientras en México, nace otra historia importante llena de sorpresa y admiración por el llamado nuevo “Pancho Villa” de la era del nuevo milenio con el presidente Andrés Manuel López Obrador, que como presidente de México, que es vecino y socio comercial del país que se dice la mayor potencia del orbe, que ha demostrado que no se arredra ante los nuevos gobernantes en la Casa Blanca, que al parecer, no se andarán con miramientos en el caso de obligar a que se dé un mayor rigor a la legalidad en su incomodo vecino sureño.

El presidente AMLO, asumirá una posición un poco más de diplomático y tendrá pronto que conciliar con el gobierno de Joe Biden, que al parecer llega con una muy mala imagen del gobierno mexicano, a causa de las tensas relaciones con el entonces presidente Trump, que durante todo su mandato ejerció el bullying (acoso) con su vecino a quien vio como débil y por lo mismo el agobio con un discurso ofensivo y amenazante siempre, además de la construcción de un muro al estilo del Muro de Berlín.

Se espera que el presidente López Obrador, haga uso de toda su experiencia política y diplomática, para que pronto se de el gran paso que no se tuvo con Trump, y hasta el presidente Joe Biden, pronto visite México, para que reciba una gran recepción como sucedió en tiempos del también presidente católico de EU, John F. Kennedy.

La esperanza de que las buenas relaciones entre México y Estados Unidos, históricamente disparejas, pero en donde el gobierno mexicano como ahora el del presidente AMLO, se han mantenido verticales y sólidos, sin temeridad y con cautela ante un vecino insospechado y del que nunca se ha podido confiar.

Por aquello, de la idea de ambición a un país lleno de grandes recursos y de riquezas naturales como México, que han sido siempre parte de una atracción inevitable del vecino que se siente más poderoso, sobre a quién han querido ver débil, pero osado como en los tiempos de Doroteo Arango “Pancho Villa”, único personaje en la historia que los combatió directamente en su propio territorio y sólo para curar la afrenta cometida por el abuso de un empresario que robó con dinero y armas de mala calidad al llamado Centauro del Norte que les había mantenido como un aliado respetuoso hasta que se vio obligado a responder por la ofensa.

Por lo pronto, el Fiscal Federal de México, Alejandro Gertz Manero, un día antes del cambio de gobierno en EU, puso la primera banderilla y fue en contra de la DEA, por el caso del general Salvador Cienfuegos, acusado de delitos graves en aquel país, y sin las pruebas reales de soporte a una detención supuestamente abusiva e ilegal, tanto que les aplicó un “están locos”, además de avisar de que va a llevar el caso a tribunales internacionales por el infortunio sufrido del general ex secretario de la defensa nacional y del propio gobierno mexicano. Así las cosas.