Raúl López Gómez/Cosmovisión

Funerarias hacen su agosto

En el caso más comentado de esta semana, Veracruz sigue en la escena nacional por todos lados en plena emergencia sanitaria ante contagios y fallecimientos en el repunte de las estadísticas.

Ahora, alcanzaron su “trending topic” dos empleados de conocida funeraria porteña de Veracruz, iban a toda velocidad en el transporte del difuntito que habían de llevar hasta el crematorio.

Y no se trata de dos influencers, pero con su proceder dieron credibilidad a un hecho concreto el del mal manejo de los restos últimos de los caídos en tiempos del Covid-19 en estos lares.

Con toda falta de respeto, como si se tratara de llevar un difunto empapelado, valga la expresión por el mal proceder, y del incumplimiento de los protocolos sanitarios, el cadáver se les cayó en pleno trayecto.

Fue en esta semana en un día común y corriente, en plena crisis por la pandemia en suelo jarocho, que se está haciendo historia con los altos índices de contagio exponencial y los elevados porcentajes de decesos, porque la gente no hace caso y andan en la calle como si se tratara de un día normal.

En el clásico ejemplo de los representantes del “valemadrismo” jarocho, a todo lo que da, se puso de ejemplo, a estos los “muerteros” ignorantes, qué con tanta chamba a las prisas, que se les cae el difuntito, por los brincos que la desajustada carroza, también ya en las ultimas y sin amortiguadores.

El miedo de la gente con la escena trágica ante ver lo inimaginable, de que el muertito salió volando con todo y camilla, por las prisas de la sobredemanda en el servicio en estos lares de los muchos que fallecen por la “neumonía atípica”, ahora mejor conocida como Covid-19, “ándale”.

Ante la impresión de locatarios y vecinos del céntrico mercado Zaragoza del Puerto de Veracruz, con la dramática escena propia de una película de terror de Alfred Hitchcock, los dos trabajadores de la funeraria que de milagro se dieron cuenta de que se les había salido la valiosa mercancía de la carroza en tiempos de crisis.

El difunto, cayó al pavimento, al abrirse de forma inesperada la tapa de la desvencijada carrosa de conocida marca, pero ya bastante correteada.

Pararon para proceder de inmediato al rescate del cadáver, que en el lenguaje cristiano a los “muerteros”, en forma comercial le consideran siempre una preciada y disputada carga, y más ahora en tiempos del coronavirus en que los crematorios y funerarias, andan haciendo su agosto en pleno mayo.

Entre los muchos de veracruzanos, presentes y testigos en el momento del descuido en el desafortunado “accidente”, en donde acabaron de darle “matarile” al difuntito, los dos trabajadores de la funeraria, se ve en un video que fue captado y que corrió como reguero de pólvora en las redes sociales, realizan su trabajo sin cubre-cobas, sin guantes, y sin nada que les proteja de su peligrosa y hasta suicida labor.

Luego, regresaron a “sanitizar” el pavimento en la lógica de que ya poco se podía hacer con el problema a pesar de las vanas intenciones.

Que, además, se convierte en un foco de contagio súper exponencial acorde a las indicaciones de las autoridades de salud, para el manejo último de los cadáveres en tiempos de la emergencia por la pandemia.

Aquí, este video real es una prueba de que las autoridades sanitarias deben exigir a las empresas funerarias que cumplan con los protocolos para la disposición ultima de los cadáveres con bolsas de hule, herméticas. y todo lo relativo a la sanidad, algo que, con ese claro ejemplo, está demostrado el por qué Veracruz anda con las altas cifras de contagio y de decesos.

Así no se puede avanzar en aplanar la curva de control de la pandemia, ante el desorden muy bien organizado en donde muchos son los que se vuelven ricos con la desgracia ajena.

Además, la gente anda en las calles como en un día normal y sin las medidas de sanidad apropiadas para el caso. No se quedan en casa, ni respetan la sana distancia y ponen en peligro a propios y extraños.

En otro asunto, en la elección del titular de la fiscalía de Veracruz, se da un amplio reconocimiento al proceso de selección de aspirantes de forma abierta y trasparente en el congreso, y con buenas cuentas hasta el momento por la presencia de destacados profesionales expertos del derecho penal, entre los que destacan la doctora Arabella Sáenz y el doctor Tomás Mundo Arriasa. Ambos prospectos reconocidos y prestigiados en sus carreras de abogados en estos lares.  Así las cosas.