
Carlos Ramírez/Indicador político
Todos unidos con Peña
La paradoja del presidente Enrique Peña Nieto, es histórica y muy rara, primero logra poner en su contra a las mayorías de este país que reprueban su mandato, y al final con el milagro de la agresión orquestada por el presidente de EU, Donald Trump, con su muro de la frontera norte y ahora con el despliegue militar, el político del estado de México, recibe el respaldo hasta de los muchos adversarios políticos, muy valido sobre todo en tiempos electorales.
Nadie entiende la postura “Trumpiana” de agredir a su vecino del sur, y más aun con los efectos del “bullyng”, cuando acá en estos lares en su campaña electoral se le brindó la oportunidad de venir a México.
Las dudas a ciertas acciones, que ponen en peligro a la seguridad nacional del país, han unido a los mexicanos y no precisamente en respaldo del presidente Peña, sino del momento histórico en donde nunca se pudo llegar a pensar, que en estos tiempos se amenace al territorio nacional con semejante agresión.
Los escépticos y clarividentes, que no escapan a las conjeturas de las malévolas intenciones del Donald “Trompo”, ven como que son las primeras escaramuzas a lo que puede representar algo peor, si no se le para a tiempo con el concurso mundial de las naciones, que saben que este personaje magnate hotelero y político, pone en peligro la paz del orbe.
Aunque, las supuestas razones le pretendan sobrar para intentar quedarse con el “garaje” de su país en la metáfora de Jorge Castañeda, la realidad es que siempre se pensó en algo imposible de esa magnitud, pero la visión del presidente de EU, a veces extraviada y malévola esta a la vista como un ser agresivo y de poco cerebro, al que en una de las principales revistas estadounidenses ya le puso el cascabel al gato, llamándolo “estúpido”.
Pero, lo delicado a esa osadía de Trump, de amenazar con tropas en la frontera norte de México, es algo más que una amenaza que se debe reflexionar y atender con toda la diplomacia posible y la mesura también, para no caer en las respuestas a una provocación, que en el fondo busca “amlo” más.
Y está claro, que el rollo de esta situación en tiempos electorales de mucho peso histórico en México, no se puede cocinar sin la injerencia de siempre de los vecinos incómodos, que andan en busca de una nueva aventura. En donde primero fue Corea del Norte, después Venezuela y ahora le tocó a México.
También es cierto, los de “gringolandia”, ya han sido invadidos de forma pacífica con la migración natural de latinos, en donde sobresalen en número los mexicanos allá.
Lo que faltaba, alta tensión a una elección presidencial considerada la de mayor disputa en las últimas décadas en México, y hasta donde llega el problema que en una semana dos payasos amenazan al presidente de México, primero el de casa Brozo, que sin ninguna calidad moral, hizo un desplante de poder mediático de risa en contra de EPN y ahora sale el otro el de la melena rubia, que evita parecerse al payaso “Bozo” con su peinado estilo queso de Oaxaca.
En otro asunto, la Fiscalía General de Veracruz, logró un importante golpe a uno de los hechos delictivos más denigrantes de los últimos tiempos, al esclarecer en un tiempo record el caso de la mujer que fue ultimada con fines de extraerle a su bebé nonato en el noveno mes de gestación.
El Fiscal General, Jorge Winckler Ortiz, informó a los medios de comunicación de todas las acciones rápidas para dar con el rescate del bebé que se encuentra estable en el hospital pediátrico de Veracruz, y también detener a la responsable de estos lamentables hechos nunca vistos en esta entidad.
En la visita del candidato de Por México al Frente, Ricardo Anaya, conferencia de prensa mañanera en el puerto de Veracruz, y luego una reunión con militantes y candidatos en conocido hotel boqueño. Todo en orden.
Que ahora, llega a estos lares José Antonio Meade, a pasar lista con la desgastada militancia priista que ya no cree en nadie del tricolor, por eso el candidato hibrido se ve como una salida de oportunidad y como dicen, después de la crisis, viene la fortaleza, pero eso estará por verse. Así las cosas.