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Ángel Rafael Martínez/80 Años del fallecimiento de Maximino Ávila Camacho
Difícil lucha por el poder presidencial
En la lucha por el poder político y económico de este país, todo está repartido, hipotecado o vendido, dicho en una generalidad metafórica, por lo que el gerente que opera los negocios en un marco de frialdad y responsabilidad, se cambia cada seis años.
Por eso, bajo esa óptica, lo que más preocupa a los poderosos del dinero, es el rumbo de los negocios que pueden caer o crecer con el cambio sexenal, y por eso tanta jiribilla con la sucesión presidencial. Algo que a la gente común le vale en el ejercicio del voto.
Aquí, no funcionan encuestas o sondeos de opinión, lo que sirve es lo que conviene, de ahí para adelante el equilibrio entre los factores de la producción, y el control de todo lo que se mueva debe ser bajo un estricto marco legal.
En política, luego dicen que nada es al azar y es cierto, o como dicen lo que sucede conviene, por eso a nadie debe extrañar, que en el arranque de las campañas políticas la moneda está en el aire, apenas comienzan los pequeños movimientos a tres largos meses de intensidad en la lucha por el poder político y más que nada en preocuparse por mandar mensajes al mundo de mesura, orden y organización para que fluya el dinero que sostiene a todo un país desde diversos horizontes.
La sucesión presidencial en México se juega desde una “mesa de póker” ajena a estas latitudes y por lo mismo, todo debe ser observado y analizado para poder desentrañar el enigma.
Hay que tener en cuenta, que la democracia no es perfecta, y más ahora en donde los presidentes en Latinoamérica ya comienzan a caer en aras del cumplimiento de la ley, cuando se da la corrupción extrema y las operaciones simuladas para favorecer los contratos de las grandes empresas transnacionales, ejemplo Odebrech.
A México, se le cataloga como el imperio de la corrupción más grande del planeta, por lo que se debe comenzar a cambiar esa mala imagen, pero con una conciencia de educación y de una cultura que desde los niños, jóvenes y adultos que ya está proliferando.
La gente, ya no quiere solventar la corrupción y por lo mismo se tiene que luchar a fondo para no caer en las componendas operadas desde siempre por el poder público, que puede hacer la vida cansada de los ciudadanos hasta que llega la gota que derrama el vaso y por lo mismo se dan las caídas de los partidos políticos en el poder mediante el voto electoral.
Aquí el ejemplo la caída del PRI en el año 2000, y luego el mismo PAN que cayó con el PRI doce años después, porque en la realidad el poder político está amarrado a lo mismo, una gran cobija que puede tapar a todos y a veces no alcanza.
Con el arranque de las campañas políticas del proceso electoral federal en el primer minuto del viernes, se comenzó una nueva era, y precisamente tiene que ver con los actores que van a escribir una nueva historia en la lucha por la presidencia del país y los cargos de diputados y senadores del congreso de la unión.
Hubo quienes se esperan al final de la semana santa, para de una vez por todas ponerse en marcha a partir de este lunes en el intenso proselitismo, otros buscarán comenzaron desde el primer minuto del día para dar señales del nivel de competición.
Los expertos, consideran que en las campañas políticas se sitúan ya los candidatos en una sólo intención de posicionar sus propuestas y con esto avanzar en el asunto de las preferencias electorales.
El proceso electoral presidencial es el que acapara los reflectores de los diversos espacios mediáticos y por lo mismo, los ciudadanos se centran en observar detalladamente a cada uno de los aspirantes.
Aunque, mucha gente estuvo entretenida con el periodo vacacional de semana santa y se dio poco lucimiento a los arranques, de lo que puedan hacer todos los aspirantes a cargos de elección popular, porque en la realidad existe poco interés por el proceso electoral, a pesar de la enorme disputa de los partidos políticos y sus aliados.
Ahora, en el esquema de lucha de partidos en una nueva etapa de la vida democrática nacional, los ciudadanos estarán viendo el desenlace de los actores de esta película que se da en tres personajes con sus respectivas alianzas, en donde todos tienen posibilidades.
El Mago: Andrés Manuel López Obrador, todo quiere desaparecer y que juega a simular que es el ganador de la elección del 1 de julio, por lo que ya decide por todo y por todos, demostrando un nivel superior de dominación y de ambición política, que debe controlar y mandar otro tipo de mensajes junto con sus tres operadores que son Alfonso Romo, Rocío Nahle y Paco Ignacio Taibo II, que ya se disputan las parcelas de poder, sin haber llegado. Y del que dice que todo lo puede cambiar, pero de lugar.
El Trapecista: Ricardo Anaya, joven intrépido y audaz, que se mueve con mucha singularidad para no caer de la cuerda floja, que lo quieren tumbar, porque supuestamente no es el elegido ante los acuerdos y compromisos, o simplemente no conviene a una transición pactada, porque es irreverente y abusa del poder mayor, que le da una alianza partidista superior y ganadora a la de los adversarios construida por el veracruzano Dante Delgado a instancias del poder supremo del país. El pueblo.
El Payaso: José Antonio Meade, por las risas y las ocurrencias a su frustración “Yo mero”, a pesar de su mucho talento, capacidad y experiencia, va en contra de la inercia de las mayorías que al final no le han convenido a su propia causa, porque hibrido al fin y con la doble marca en donde le buscaron hacer su propio “prián”, tiene doble trabajo de que debe tratar de convencer que sirve y funciona, a pesar de la percepción de millones de mexicanos que no creen en los amplios beneficios del tema de los costos de los energéticos y del costo real del consumo.
Aquí, poner a la candidata independiente Margarita Zavala, es perder el tiempo, porque con el desprestigio de su esposo el ex presidente Felipe Calderón, de un sexenio deplorable en diversos escenarios, pero sobre todo en corrupción, impunidad y seguridad, no le dan el mínimo de certidumbre con todo y que muestre un enorme autobús muy costoso con lo que a nadie convence, y estará por verse a que juegan, si a ayudan a Anaya, al Señor López, o incluso a Meade.
Lo que está por venir, es ver en todo un circo a los saltimbanquis, maromeros, bicicleteros, monos peludos, elefantes blancos o no, leones, tigres y jaguares, hasta con el encantador de serpientes que nunca falta, con todo y enanos creciditos y bien comidos, hasta la mujer barbuda que seguramente la mostraran más estilizada con la famosa depilación laser. Esto porque se verán muchos cambios de camisetas y más traiciones a compromisos sexenales.
En la realidad nadie por inteligente que sea, puede descifrar el enigma de la sucesión presidencial en México, y las campañas políticas son un “hándicap”, en donde el que viene se atrás gana. Sino que le pregunten a Donald Trump.
Por cierto, culminó la semana santa de mucha reflexión, con la espectacularidad de siempre que con el fervor de los cristianos se vivió el domingo de resurrección. La oración es parte de todo un pueblo que no deja de creer en los milagros para seguir y salir de todo en las buenas y las malas con mucha fe en Dios: El Señor es mi pastor nada me faltará.
El mensaje del Papa Francisco, muy comentado favorablemente entre los católicos del mundo: esta vida se va a ir rápido, no pele con la gente, no critique tanto su cuerpo y su entorno, no pierda el sueño por las cuentas, busque la pareja que lo haga feliz, si se equivoca déjela y siga adelante, no se dedique a acumular plata, disfrute, viaje, permita tener a los perros más cerca, gaste sus tenis favoritos, repita sus ropas favoritas, porque no orar ahora y no esperar a antes de dormir, porque no llamar ahora, porque no perdonar ahora, no existe el todo perfecto, aquí es una oportunidad de aprendizaje, ame mas, perdone más, abrace más y deje el resto en las manos de Dios.