
Raúl López Gómez/Cosmovisión
Respeto por lucha de género
El factor humano es impredecible en la época actual se observa con nitidez los serios problemas de la ausencia de valores en la gente.
Todo este problema, lo han pretendido capitalizar en las distintas religiones con sus respetivas iglesias, en donde de todas partes se ven los efectos nocivos, lo que alguien hace algunos ayeres consideró el opio del pueblo.
Pero con el paso del tiempo, a pesar de los problemas que se dan en el día a día de inseguridad, discriminación, delincuencia y a los que en un afán de ponerse encima de los ciudadanos como personas de poder mediático de opinión o de control en los centros labores, pretenden hacer falsa política con los temas de debate en la actualidad.
Los que andan debatiendo en torno del aborto, del uso de la marihuana y de múltiples situaciones que, como legisladores, buscan hacer ruido y tratar de ser “modernos” en una sociedad que requiere de reglas claras de convivencia, y el respeto a lo que la gente exige de sus propias luchas.
En la realidad, se están presentando temas de discusión que antes se soslayaron y ahora son parte de la agenda diaria.
De pronto, con el triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador, aparecen de todas partes los movimientos sociales de protesta, porque se da el efecto de un fenómeno natural, protestar es un derecho y en el gobierno actual se están dando respeto absoluto como una garantía constitucional a un derecho humano.
Después, de muchos años de lucha de protesta y de exigencias hacia el respeto de la integridad de las mujeres en este país, se da un movimiento feminista, al que las propias organizadoras del paro de actividades para el 9 de marzo en la conmemoración del día internacional de la mujer, están cuidando que nadie ose colgarse de este movimiento.
Con esta acción, las féminas de este país de todas las edades buscan exigir a las autoridades, a propios y extraños el pleno respeto del valor de la mujer en todos los sentidos, luego de los hechos inauditos en donde desde la propia sociedad se alza la voz, pero sin mucha fuerza y por lo mismo, se produce una acción contundente de exigencia con resultados inmediatos a los problemas de la inseguridad y violencia en contra de las mujeres por su simple condición de ser el llamado sexo opuesto.
La reflexión a contribuir desde cualquier escenario a este movimiento, es importante con la conformación de los protocolos a partir de ahora de respuesta rápida a cualquier hecho de violencia que se registre en cualquier lugar.
Pero, que esto va más aún, a que se haga conciencia del problema, y que por fin se establezcan los mecanismos para que las mujeres expongan y tengan una atención inmediata a cualquier mínimo intento de violencia o de acoso sexual. Y con el consabido reconocimiento legislativo a la dimensión de la real situación a su condición de mujeres.
Después de aquellas posturas atávicas que se dan en todas partes del planeta en contra de las mujeres por su condición de ser parte del sexo femenino, y que como parte fundamental de la humanidad para su conservación se le debe respetar su derecho a ser madre o no, y para esto se requiere ya un avance legislativo de altura para su protección en general,
Existen muchas formas de dar ayuda y protección a las mujeres, y en ese clamor que se da del movimiento de lucha de género, que no tiene colores o tintes partidistas, menos político, quedará para la historia del mundo este movimiento femenino que grita y exige justicia, luego de los muchos años en donde muchas veces desde el hogar, la familia, la escuela, el barrio, el centro laboral, en la calle y en todas partes no se le respeten sus derechos y lo más grave que en aras de una cultura misógina o machista ancestral en muchos lugares del orbe, se está comenzando a actuar y elevar la voz en México.
Así, en otras épocas se ha luchado por el respeto de los derechos de la diversidad sexual, algo que se ha logrado y se puede ser que ya es prueba superada, y ya nadie se le discrimina en las culturas de derecho avanzado, pero también las ofensas homofóbicas se repudian y se controlan con una conciencia colectiva muy favorable.
Desde ningún lugar de poder, debe existir intromisión sobre el movimiento de las mujeres y a esperar resultados favorables, porque ya es tiempo que se les regrese la paz y el respeto desde cualquier lugar, incluso con la exigencia a que nadie se pueda poner por encima de ellas.
La conciencia es colectiva y por lo mismo, este movimiento esta alcanzado el mayor peso histórico de reconocimiento y respeto en el país y en el mundo, ya es tiempo de que de todas partes de diga: vivan las mujeres.
En la UNAM, ya comenzaron a rodar cabezas de forma elemental a una demanda de las estudiantes universitarias que poco a poco han ido dejando el paro de actividades escolares para dar paso a los acuerdos y dar paso al regreso a clases.
El rector de la máxima casa de estudios en el país, Enrique Graue, por fin se puso las pilas y está actuando en base a una demanda de inconformidad del acoso sexual en las aulas tanto de maestros como de los propios estudiantes.
En la UNAM ya están en marcha los protocolos de protección a las mujeres y más aún hasta se dio la creación de una coordinación para la defensa de las féminas en los recintos universitarios en general. Un buen ejemplo a un gran comienza a una nueva era.
Entre hombres y mujeres no debe existir una lucha de fuerzas, simplemente debe existir respeto a la mujer en todos los sentidos, y que se entienda que puede caminar y estar en cualquier lugar con el pleno respeto a su vida y de su integridad. Así las cosas.