Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
AMLO y los focos rojos en la CFE
El estigma de la gran comunicación entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el pueblo, sigue firme, aunque tiene preocupados a los detractores y adversarios del político tabasqueño que no lo dejan gobernar, pero lo siguen minuto a minuto en su accionar,
Y por lo mismo, en un modelo único de intercambio de un dialogo directo y abierto de AMLO con la gente, hay quienes le siguen obsesivamente los mensajes en las conferencias de prensa mañaneras y en las giras de fin de semana, con lo que sigue arriba en la histórica calificación de aceptación a su gobierno.
Esto, a veces se da en un ambiente ríspido y hasta áspero, porque en una formalidad de estar cerca de la población, el presidente aprovecha para interaccionar y conocer de primera mano el sentir de la gente sobre los programas sociales, ante todo, por ejemplo,
En ese proceso, se han dado momentos difíciles entre el titular del ejecutivo federal y algunos sectores de la gente de escasos recursos, a los que al parecer no les han llegado algunos programas, y en el tema de la CFE, se ha tensado la cuerda, por lo que el director Manuel Bartlett, tendrá que enfrentar a los inconformes con las elevadas tarifas que deben pagar por el consumo de energía eléctrica en la orden presidencial de vaya a Tabasco que ya no es un edén a corregir el problema con los sectores populares, que se muestran heridos por las altas tarifas en el consumo de luz.
Aquí, el director de la CFE, está pecando de confiado, y aunque se dice que lleva excelentes resultados en el cobro de la facturación, ahí se ve el resultado cuando desde esa paraestatal existen miles de quejas de la población en todo el país, por el mal servicio, los cobros excesivos y los abusos del personal sindicalizado, que andan por la libre y sin control,
En esa contradicción de “resultados”, don Manuel, debe ponerse a trabajar en serio a ras de suelo, porque de continuar las protestas de la gente ante los abusos y fallas en la CFE, que ya hasta incomodan al presidente López Obrador, en su propio estado como lo es Tabasco y en donde el propio Bartlett, también tiene su origen familiar, aunque se reconoce poblano.
El experimentado servidor público, que ya lo ha sido tocado en la política mexicana, pero que va a estar difícil que alguna vez ocupe la presidencia del país desde la operación de la empresa más complicada en el sector público, en donde seguramente que tiene los días contados en la paraestatal, porque al presidente López Obrador, lo hicieron enojar sus paisanos, y cuando se enoja, se enoja y no se puede contener en decir lo que siente en esos encuentros a veces amorosos con el pueblo, pero también difíciles como en un matrimonio, superables,
Y lo hicieron enojar en su estado Tabasco, por las quejas en contra de la CFE y se trata de una herida abierta que desde su campaña política ha ofrecido a la gente resolver los problemas de las elevadas tarifas en una entidad petrolera, en donde la gente no registra ese trato preferencial ordenado por el propio presidente.
En Veracruz, al personal de la CFE, sindicalizado y de confianza se les ha visto con uniformes nuevos muy impecables, vehículos nuevos, pero en una en una radiografía real de la situación, es que la empresa “de clase mundial”, anda con la brújula descompuesta, ante el dilema de la extrema burocracia, y los muchos requisitos para que se pueda contratar el servicio de una modesta casa de interés social.
En este rubro, el presidente desconoce, el martirio que tiene que pasar la gente para que cumplan con todos los requisitos que exige la CFE a los usuarios y son hasta exagerados, o infantiles,
Por ejemplo, foto de la fachada impresa a color, foto de la instalación eléctrica con todo lo exigible a la conexión, foto del medidor del vecino, comprobante de domicilio, escritura, pago del predial, INE, y CURP del usuario que va a contratar, después la gente que tiene rezar mucho para esperar que se haga un milagro, y el personal sindicalizado se digne a conectar.
O en su caso de presentan en el domicilio, sin dar el reporte de porque causa no conectaron el servicio, de lo que no les gustó, por lo que sólo llegan toman una foto y se van, sin que se cumpla con el cometido. Falta que pidan hasta el acta de defunción del usuario.
Y aun así, que la CFE, esta con buenas cuentas al erario público, pero no así al presidente que mientras no se esmeren en solucionar las deficiencias, la gente estará pegando de gritos, porque o come o paga la luz,
Entre otras acciones coercitivas y de amenazas a los usuarios, porque también se exige para la contratación del servicio de energía eléctrica un número de teléfono celular y un correo electrónico, que en este último caso se convierte en un receptor de amenazas al usuario para que pague a tiempo o “se va al buró de crédito”, pero lo lamentable que aún no se presenta el vencimiento del pago del recibo y por el correo electrónico ya le andan amenazando al usuario de que le van a cortar a pesar de que faltan dos días o para el límite del día de pago, ese es el nivel de la eficiencia y del avance en la gran facturación.
El presidente AMLO, debe imaginar que la población de este país, enfrenta todos los días, problemas de inseguridad, luego el salir a la calle y ser víctima de cualquiera de los “prestadores de servicios públicos” que salen a buscar lo del día, y a pesar de eso con pocos ingresos también la CFE, les da trato de delincuentes, y en algo debe de cambiar en la paraestatal, que de seguir a ese ritmo será el primer lugar en ingresos por facturación, pero también el primer lugar en quejas.
Y la molestia del pueblo se justifica con el termómetro que se mostró febril el fin de semana en Tabasco, porque desde la CFE, se está actuando como en la ley de la selva, y por ende la gente se desespera, cuando desde el triunfo de AMLO se esperan soluciones a las graves problemáticas nacionales y se están dando con un presidente que trabajo mucho y duerme poco.
Por lo que, con una baja sensible en los altos índices de aceptación, algo normal en la función pública, cuando la gente no queda con nada de molestia, con lo del fin de semana hasta “alegró” a los irracionales detractores, casi en su mayoría mediáticos y los conocidos beneficiarios de la ultraderecha, que en las redes sociales se mostraron como son, irreverentes e insensible con las mayorías de gente pobre de este país,
Los que siguen en su vana intención de soñar con regresar al poder algún día, más no lo que se llevaron durante noventa años de abusos, impunidad y corrupción, que esclavizó al pueblo, que fue liberado por el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, el 1 de julio de 2018 con un tsunami electoral histórico, que les sigue calando y feo hasta los huesos.
Los días del director de la CFE, pueden ser contados, de seguir acumulando quejas en una empresa siempre problemática, seguramente que podrá llegar a diciembre o de lo contrario, tendrá que volver a su vida de legislador o de plano pasar a disfrutar su jubilación, más que justificada, pero la misión de ir a Tabasco que ya no es un edén como dice la canción.
Don Manuel Bartlett, tiene experiencia y en su larga trayectoria en el servicio público le han tocado algunos problemas más difíciles, por lo que tendrá que conciliar con sus casi paisanos tabasqueños. Así las cosas.