Bernardo Gutiérrez Parra/Desde el Café
Una vida dedicada al magisterio en Tlacolula
La profesora Olga Ruiz Castro y su esposo el profesor Efraín Oviedo Sánchez, quienes dedicaron su vida al magisterio en el norte del estado en la huasteca veracruzana en la comunidad de Tlacolula, municipio de Chicontepec, recibieron un homenaje póstumo este día, por parte de los maestros que fueron parte de esa comunidad encabezados por los profesores Atanasio García Duran y su esposa profesora Julieta Jiménez de García.
Presentes, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez y la maestra Olga Oviedo Ruiz, hija de los profesores homenajeados en la Escuela Primaria Adolfo López Mateos, en donde se puso una placa alusiva en su memoria y reconocimiento al impulso educativo de esta región desde el año de 1959.
La placa dice; Con gratitud a los maestros, Olga Ruiz Castro y Efraín Oviedo Sánchez, fundadores de esta comunidad escolar, por su esforzada lucha social y su valiosa visión educativa.
Ambos profesores fueron impulsores de un gran legado por la educación de muchas generaciones, con la fundación de las escuelas en sus diversos niveles desde una escuela rural hasta un tecnológico de educación superior y la creación del ejido ganadero Adolfo López Mateos.
La maestra Olga Ruiz Castro, narra en sus memorias, parte de la historia desde la creación de Tlacolula en los tiempos del imperio mexica.
“En el mapa de la provincia de Tzicoac, ya se encuentra el sitio de Tlacolula, asiento de tlacuilos dibujantes al servicio del imperio azteca, que reportaban en sus lienzos, dibujos de los productos agrícolas y artesanales de la región”. Así, como de las armas y tácticas guerreras, principalmente de los pueblos vecinos, a quienes se pretendía conquistar”.
Dice la maestra Olga Ruiz Castro, en uno de los primeros capítulos del libro que se va a editar con sus memorias, que, con la Conquista, Tlacolula fue una hacienda de familias españolas.
Uno de los últimos dueños, fue don Manuel Viñas, que la traspasó a la familia Estopier, qué en 1912, la vendieron a la Compañía El Aguila, de los ingleses que exploraban en la región buscando petróleo.
La Compañía El Aguila, tenía encargados de la hacienda y la rentaban a un norteamericano de apellido “Blankenship”, que, a su vez, ponía administradores a su servicio. Uno de ellos fue el coronel Fernando Gómez Vaquero, que se encarga del control, no tan sólo de la hacienda de Tlacolula, sino de otras más. En los pastizales de esas haciendas se encontraba ganado con el fierro de la Compañía El Aguila.
En 1938, con la Expropiación Petrolera, la Hacienda de Tlacolula, pasó a ser propiedad de Pemex. Y siguieron llegando a esta, otros administradores. El último fue don Chico Ramírez Olivares, que contrataba gente para limpiar periódicamente los potreros.
En aquel tiempo, Timoteo Santiago, venía de Granadilla, trayendo hombres que trabajan por temporadas al jornal,
Un buen día, Timoteo y su primo Evodio Morales, decidieron quedarse a vivir en Tlacolula.
Entre los vaqueros eran del paso de Tlacolula, uno de ellos era don Guicho Tiburcio, abuelo de Gabriel y Octaviano Torres.
Recuerda la maestra Olga: tengo entendido, que la familia de don Amado García, se instaló en Tlacolula, para trabajar en la hacienda, y su señora doña Chabe, daba de comer a los vaqueros y jornaleros que venían de lejos a chapolear los campos.
La familia García Cruz, estableció su domicilio enfrente del casco de la Hacienda, que es ahora la Escuela Primaria “Adolfo López Mateos”.
La Hacienda de Tlacolula, con una extensión de 26,692 kilómetros cuadrados, fue repartida a los campesinos que lo solicitaron, configurándose con sus terrenos 36 ejidos, siendo los primeros solicitantes, la gente del Ejido Poza Azul, aunque pudieron también ser los del Ejido Paso Tlacolula.
No había carretera buena para llegar a Chicontepec, en los años cincuenta, y uno de los caminos vecinales pasaba por Tlacolula. Por él transitaba el profesor Efraín Oviedo, que se dio cuenta, de que, ya formados los ejidos de Rancho Nuevo, El Barrio, y Mirador, existía un sobrante en la Hacienda, y casi eran puros potreros, y platicó con don Chico Ramírez, quien le proporcionó datos y comenzó a reunir hombres, que con él al frente, solicitaban tierras para formar un ejido ganadero.
Las primeras reuniones se hicieron en Xalatla, a las que asistían: Gabriel Torres, Eliseo Pérez y Ciro Balderrama, representando a don Chico Ramírez, comerciante establecido en Tlacolula.
Había muchos grupos solicitando tierras de la hacienda, algunos solicitaban las mismas tierras y otros se asentaban en las mismas de otro grupo, suscitándose problemas, ya que por más vueltas que daban los dirigentes campesinos, los trámites en la Secretaría de la Reforma Agraria, eran lentos y a muchos ni siquiera les daban entrada.
El profesor Efraín Oviedo Sánchez, elaboró el 25 de agosto de 1959, lo que sería el ejido ganadero Adolfo López Mateos, y lo firmó como presidente del Comité Agrario, iniciando gestiones ante el Gobierno del Estado, Gobierno Federal y la Reforma Agraria.
Para el 27 de octubre de 1960, el gobernador del Estado, licenciado Antonio M. Quirasco, emite su fallo, concediendo a los solicitantes una superficie de 1,100 hectáreas para el ejido Presidente Adolfo López Mateos. – Es la resolución provisional. Estas tierras se tomarán en su totalidad de la ex hacienda de Tlacolula, propiedad de Petróleos Mexicanos.
En 1962, la escuela primaria deja de ser una escuelita rural y se convierte en una escuela primaria de organización completa, a la que llegan niños de Tlacolula y de las comunidades cercanas.
Después, en 1967, los maestros de la escuela primaria con el profesor Efraín Oviedo, al frente, gestionan la escuela secundaria agropecuaria. Dicho proyecto lo presentó ante el ingeniero Hugo Olivares, de la dependencia Educación Agrícola de la SEP.
“Nuestra Secundaria Agropecuaria fue la primera del sistema y funcionó en Tlacolula, a la que la escuela primaria le cedió 25 hectáreas de su terreno y adquirió la parcela ejidal de Margarito Melo Villegas”.
En 1974, nuevamente la escuela primaria Adolfo López Mateos, dio el paso al frente y compró la parcela del señor Alejandro Espinosa García, que se retiraba de Tlacolula, desde entonces se inician las gestiones para que funcionará un CEBTA, escuela superior que se logra en 1981 y que funciona con éxito.
El ejido Adolfo López Mateos y sus escuelas, han participado en todos los programas y en todas las gestiones que representan avance al poblado. El ejido está, como una obra consolidada y es uno de los 37 ejidos que se formaron con las tierras de la hacienda de Tlacolula, cuyo casco tuvo el mejor uso que se le pudo dar.
“En ella vivió y vive la escuela que nació con el ejido y será testigo del acontecer de los siglos venideros, mi felicitación al alumnado y al personal de cada una de las instituciones.
Adalid Melo Ramírez, en una carta que envió en el año de 1970, dijo: nadie puede arrepentirse de haber estudiado en una comunidad escolar campesina.
Nosotros le agregamos: nadie debe arrepentirse de haber sido ejidatario en el ejido Adolfo López Mateos: Todos estamos orgullosos de vivir en Tlacolula.
La maestra Olga Ruiz Castro, falleció el 9 de febrero de 2019, por lo que al cumplirse el primer aniversario de su deceso, este 5 de febrero en la escuela primaria que dio origen al ejido ganadero Adolfo López Mateos, maestros, ex alumnos y la gente de Tlacolula, se develó la placa alusiva al trabajo aportado por el matrimonio del profesor Efraín Oviedo Sánchez y la maestra Olga Ruiz Castro, en su memoria y reconocimiento de la gratitud de una comunidad y a las futuras generaciones del legado magisterial y productivo, para una población que sigue creciendo positivamente al norte del estado de Veracruz.. Así las cosas.