Raúl López Gómez/Cosmovisión

Pobreza y sobrevivencia

La pobreza oculta crece, en las sombras de la noche salen a las calles cientos de familias a buscar entre la basura, lo que para ellos significa algo de dinero para lograr la sobrevivencia.

En la oscuridad de las calles, en las esquinas entre las bolsas de basura, comienzan a buscar de forma delicada para encontrar algunos productos para el reciclaje, que al final de una jornada entre el pet de las botellas, papel o cartón, ropa y en algunos casos hasta comida en buen estado de conservación se pueden encontrar.

Despojándose de todo tipo de orgullo y en la más estoica de las luchas por la vida, a media noche es cuando se ve el deambular de la gente, padres de familia, mamas, niños, jóvenes, a veces mujeres solas o los hombres, que en sus triciclos salen a buscar lo que al otro día les puede representar una venta de entre cien y doscientos pesos, o un poco más.

No hablan, no piden nada, solos y sus pensamientos en la búsqueda de los que les significa quizás hasta más que un día de salario mínimo,

No se descartan otros productos con mayor valor por kilo en los centros de acopio del reciclaje, el fierro, el cobre y el aluminio, que se encuentran en igual forma, hablar de platino que es más caro que el oro, puede suceder en lo la basura a veces guarda tesoros, que hay que encontrar.

Entre los empleados del servicio de limpia pública, también en el momento de que suben la basura al camión se va procediendo a la selección de los productos reciclables que al final de la jornada en igual forma se llevan a la venta para lograr una ganancia extra.

Un joven empleado de la limpia pública local, comentó que entre la basura a encontrado diversos objetos de valor como son relojes finos de oro, joyería distinta, celulares y muchos aparatos electrónicos que se tiran o por error o por descuido, o simplemente cuando ya no se quieren reparar.

En el mundo de la pobreza, en el mercado de la ocupación informal, en igual forma muchos sobreviven vendiendo productos artesanales, comida y lo que se pueda para ganar unos pesos.

En la realidad, la pobreza comienza a crecer, los precios de los productos alimenticios en el mercado formal e informal se han ido a las nubes, la gente en general los pobres de verdad que no obtienen de ninguna forma en el mercado laboral un salario mínimo, deben buscar cómo ganar dinero con la venta de lo que sea, pero de forma honrada.

En las afueras de conocido café tradicional de la zona conurbada, una señora de peso robusto con varios niños al pie, vende chicles y al final de la jornada puede lograr hasta más de doscientos pesos en un día de venta a lo que le debe quitar lo del gasto del transporte.

Agradece, que el café los meseros les llevan algo para comer y en algunos casos hasta les convidan alguna champola, y los niños pequeños, entre los que sobresale una niña muy inteligente y platicadora de nombre Mia, que no rebasa los siete años y tiene un nivel intelectual de una joven de quince años.

La señora que vende chicles, tiene 16 hijos entre los grandes y pequeños, siempre anda con algunos nada más, pero dice que sale a vender para darles de comer a todos sus hijos pequeños.

Otro caso es el de las hermanas, niñas Marlene y Claudia, con su mamá se ponen a fuera de un banco, en igual forma de la zona conurbada y vende la mamá dulces y artesanías para mantener a sus hijas.

Marlene, tiene un problema de parálisis cerebral, es una niña que no llega a los 10 años, y la llevan al CRIVER, en donde con las terapias se ha logrado avanzar y que se pueda mantener erguida, esto da felicidad a toda la familia.

Claudia, la hermana igual de ojos vivarachos trigueños, simpática y platicadora, anda haciendo sus movimientos de gimnasia en la banqueta “las vueltas de carro” y la mamá la regaña porque es inquieta y tiene una luz intensa en los ojos de ser alguien en la vida. Se le dice a la mamá_ –señora déjela que juegue y no le limite su espíritu, esta niña es una triunfadora como su hija Marlene, que luce la silla que le donaron y ya hasta se puede recostar cuando andan luchando por la vida.

La señora, muestra su mano inflamada por un golpe que se dio de niña, y dice que la tienen que operar, además comenta, que mientras ella anda con sus hijas en la venta de chicles y dulces, su esposo anda vendiendo nieves para completar los gastos del consumo familiar y los tratamientos de Marlene.

Las estadísticas de la pobreza real, sólo se puede precisar en las calles, la gente no se queja de nada, pero siempre sigue adelante sin esperar nada del gobierno, se ubican en sus necesidades y salen a trabajar en el día a día, sin importar las altas temperaturas por la canícula acá en el trópico veracruzano, que le llaman en la metáfora la cazuela del diablo y no por la violencia, sino por el calor de esta época.

Por la noche, también un ejército de jóvenes y de adultos de la tercera edad salen en la madrugada de sus trabajos para retornar a sus hogares, algunos corren para alcanzar al último camión urbano y poder llegar hasta sus colonias, otros caminan, y algunos se juntan para abordar un taxi, y llegar más pronto a casa a descansar, y prepararse para la jornada del día siguiente.

Los niveles de pobreza, se observan que poco a poco están agobiando más a la gente, que permanece sin esperar nada de las entidades de gobierno, porque están acostumbrados a subsistir, y trabajar, sin pedir nada, lo único es que piden seguridad, nada más, para que cuando menos se tenga la posibilidad de poder retornar a sus casas sanos y salvos.

Los jóvenes, muchos de camisas de manga larga, otros con sus uniformes de trabajadores de cocina, casi siempre en la noche andan de regreso a casa caminando, a veces porque su colonia está cerca y lo hacen a pie a fin de ahorrar algo y también de hacer un poco de ejercicio.

En la realidad, haría falta un turno de media noche de transporte público urbano, que pudiera hacer un circuito de las zonas laborales turísticas a algunos tres o cuatro puntos de las zonas habitacionales de la periferia en donde estén cerca de casa y cuando menos llegar con bien y sin tanto gasto.

Las distancias en la zona conurbada de Veracruz, Boca del Río y Medellín, ya son muy largas, se incluye ya hasta parte de la Antigua, se trata de un crecimiento bárbaro, inesperado y faltan medios de transporte a toda hora.

En otro asunto, orienta IMSS sobre modalidades de aseguramiento, que permite obtener asistencia médica-quirúrgica, farmacéutica y hospitalaria.

El Seguro Social dispone de diversas modalidades de aseguramiento, lo cual permite a las personas obtener asistencia médica-quirúrgica, farmacéutica y hospitalaria, indicó la Delegación Regional del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Norte.

En primer término, está la incorporación al Seguro de Salud para la Familia, la cual se obtiene mediante el pago de cuotas anuales anticipadas y que puede ser de manera individual (núcleo familiar) o colectiva (grupo de familias); también se puede realizar si eres trabajador mexicano en el extranjero.

Los documentos que se necesitan son: identificación oficial con fotografía, acta de nacimiento, CURP, comprobante de domicilio, acta de matrimonio, responder cuestionario médico, tres fotografías recientes y comprobante de pago anticipado; acudir a la subdelegación del IMSS que corresponda, en horario de 8 a 15:30 de lunes a viernes o en línea a través de IMSS Digital, para lo cual debes contar con correo electrónico personal, tu CURP, la CURP de tu beneficiarios y número de seguridad social de tus familiares.

Otra modalidad es la continuación Voluntaria al Régimen Obligatorio en el IMSS, la que se puede obtener al ser dado de baja por el patrón y se desea seguir cotizando; se puede optar por esta modalidad, si causó baja en una fecha no mayor a cinco años y si cotizó 52 semanas o más en los último cinco años antes de la baja; la inscripción se puede realizar vía Internet y sólo se debe tener a la mano la CURP, número de seguridad social y un correo electrónico; o bien, si quiere hacer el alta presencial, debes acudir a la subdelegación más cercana para mayor información.

También existe la incorporación Voluntaria de los Trabajadores del Ámbito Urbano al Seguro Social, y que aplica para quienes son trabajadores no asalariados y que también se puede hacer de manera colectiva por medio de la celebración de un convenio con el Instituto; en este entorno entran los integrantes de industrias familiares o profesionales independientes, comerciantes en pequeño, artesanos y demás trabajadores no asalariados.

Para esta modalidad debes acudir a la subdelegación correspondiente o en línea a través de la plataforma IMSS Digital y para este deberás tener: CURP, código postal y correo electrónico personal.

Para la Incorporación Voluntaria de los Patrones Persona Física que tengan trabajadores asegurados a su servicio, con al menos un trabajador vigente, pueden hacer el trámite en línea o bien acudir directamente a la subdelegación correspondiente para mayor información o en línea a través de la plataforma IMSS Digital, cuyos requisitos son CURP, código postal y correo electrónico personal.

En ninguna de las modalidades descritas, se podrá solicitar el Seguro Social, si se padece alguna enfermedad crónica degenerativa preexistente como complicaciones tardías de diabetes, cardiacas, enfermedad pulmonar obstructiva, VIH/SIDA, enfermedades congénitas, adiciones como alcoholismo y toxicomanías e insuficiencias renales y hepáticas, entre otras.

Para aclaraciones y dudas puede llamar al 01 800 623 23 23 o puede ingresar a los sitios: www.gob.mx/afiliateimss y a www.imss.gob.mx/servicios-digitales; o bien en las subdelegaciones:

En Xalapa, calle Úrsulo Galván s/n esq. Balderas, colonia Centro, C. P. 91000, Xalapa de Enríquez, Veracruz, teléfonos: (228) 812 2495 y 01 800 7023760; en Veracruz avenida José María La Fragua No. 2100, fraccionamiento Reforma, C. P. 91919 Veracruz, Veracruz, teléfono: (229) 935 5899; en Poza Rica de Hidalgo en boulevard. Adolfo Ruiz Cortines s/n esq. Sinaloa, colonia México, C. P., 93310, Poza Rica de Hidalgo, Veracruz, teléfono: (782) 822 6500.

En Martínez de la Torre en avenida Melchor Ocampo s/n esquina Aldama, tercer Piso, col. Centro, C. P. 93600, Martínez de la Torre, Veracruz, teléfono: (232) 324 2128; en San Andrés Tuxtla en prolongación Adalberto Tejeda s/n, entre boulevard 5 de febrero y Adolfo López Mateos, colonia Primero de Mayo, C. P. 95700, San Andrés Tuxtla, Veracruz, teléfonos: (294) 942 7797 y (294) 942 8286. Así las cosas.