Carlos Ramírez/Indicador político
El presidente electo de este país, Andrés Manuel López Obrador, cumplió 65 años de edad este martes 13, lo que para muchos significa buena o mala suerte.
Lo real es que el político tabasqueño esta a casi 15 días de consumar su proeza de alcanzar la titularidad del poder ejecutivo federal mediante el voto, luego de haber convencido a los electores con sus promesas de campaña por lo que sin pensarlo mucho le otorgaron su respaldo en una coyuntura política.
Ahora, que supo hacerla a su favor, luego de los muchos casos y errores del actual mandato de EPN a punto de concluir y que provocó el hartazgo de millones de mexicanos, que además le dieron durante todo su mandato las más bajas calificaciones de aceptación a su gobierno, su única tarea es no cometer o copiar el estilo del régimen que se va.
López Obrador, se ha mantenido desafiante de una clase política en extinción para dar paso a un nuevo gobierno que al parecer está decidido a cambiar las estructuras nacionales, pero lógicamente existen resistencias normales a acabar con la enorme brecha de pocos ricos y millones de pobres.
Los clasemedieros unidos en una sola casta social con los más de 65 millones de mexicanos que viven en la pobreza y la pobreza extrema, se decidieron el pasado 1 de julio a votar por el cambio de partido en el poder, luego de seis años de que el PRI retornará a los Pinos y sólo un mandato se pudo mantener en la cima del poder.
Circunstancias adversas, le tocaron a Peña Nieto, recibir a un país muy conflictuado luego de los gobiernos de Fox y Calderón, que poco pudieron hacer o más bien no quisieron apostarle a un cambio a favor de los pobres.
Ahora el político tabasqueño, pasa a la historia con un tsunami electoral que lo pone en la presidencia para que de una vez por todas se ponga a trabajar en todos los proyectos que de las promesas la gente quiere que se hagan realidad.
Lo ideal sería reducir los precios de los combustibles y de la energía eléctrica, cambiar las políticas tributarias y favorecer en una autentica justicia social a los que menos tienen y menos ganan.
Dejar que los ataques fluyan y aliarse con la prensa en verdaderos programas de comunicación social profesionales, y no caer en los errores de considerar que las redes sociales son un canal de comunicación ideal para ahorrar recursos públicos, pero debe generarse un programa de información con expertos.
Las alianzas de poder de siempre, deben quedar en el pasado y de alguna forma evitar mandar en un maridaje con la televisión, como antes se hizo con Televisa y ahora se hace con TV Azteca.
Aplicar la ley tributaria significa que no se darán privilegios para nadie de los grupos de poder económico y que se gobierne sin caer en los vicios de siempre del amiguismo, cuatachismo y compadrazgo, y dejar de lado el nepotismo, que le cae mal a la gente.
Los de la derecha comienzan a hacer sinergia en el congreso federal y ya está la guerra de posturas en el senado y en la cámara de diputados.
AMLO debe mostrar talla de estadista y sólo pensar que los millones de pobres y clasemedieros le dieron el voto para llegar a la presidencia y con ese compromiso, debe entender que no puede fallar, porque si no cumple el voto se lo van a revertir pronto.
Los compromisos más prioritarios son pensiones y jóvenes, ahí esté el detalle y la clave del éxito, y sin contar el tema de la seguridad que tendrá que bajar cuando se vayan cambiando por partes el modelo y se erradiquen corrupción e impunidad.
También, la aplicación de la ley para llevar a la cárcel sin consignas a los depredadores empresariales y dirigentes sindicales enquistados en el poder. Es una necesidad inmediata.
Hay que hay que ponerle el cascabel al gato o lo montan. Y aquí no se dice nada de consignas en contra de políticos corruptos. Eso es otra cosa muy secundaria y desgastante. Tendrá que actuar de forma gradual y evitar los errores en los que cayeron Fox, Calderón y Peña. Esta complicada la misión casi imposible.
Los que no entienden que se da cambio de régimen en paz, que ya no le busquen y que mejor se pongan a trabajar de verdad. Así las cosas.