
El gusano barrenador y la defensa de la vida
La retórica acuñada por AMLO, sigue vigente con las expresiones coloquiales que quedaron para la historia, pero siguen sin convencer a lograr un gobierno de resultados.
Con muchos desajustes, desafíos y problemas añejos, la primera mujer en la presidencia del país, cumple dogmas y principios de la transexenalidad que parece no tener rumbo, mientras el pueblo de las grandes mayorías padece, sufre y soporta los excesos de los personajes que detentan el poder y no se tocan el corazón ante quienes tienen que vivir en la miseria y las carencias en salud, educación y seguridad, principalmente.
Pero, eso no es todo, ahora con un nuevo poder judicial, dependiente con un entrelazado de los tres poderes con un sesgo ideológico y partidista, que ponen aún más en peligro el Estado de Derecho.
Y todo, porque se ve más lejos de alcanzar el imperio del derecho en un modelo de sumisión, que la gente padece en la realidad diaria por la ausencia de los pesos y contrapesos de los equilibrios del poder, algo inalcanzable y hasta ominoso en los tiempos actuales.
La economía destrozada, las dependencias del gobierno sin control, la administración pública en franca caída porque no existe piso parejo para el pago de impuestos en una ley que sigue ciega para los poderosos que se niegan a pagar impuestos, y retan al Estado, mientras los que menos tienen contribuyen al erario sin problema en cumplir con la carga fiscal.
La idea del vacío de poder por el incumplimiento de la ley de unos y de las mayorías agobiadas por las selvas de cemento y asfalto que se han convertido en zonas de caza para toda la población que teme más a policías y tránsitos, que a la misma delincuencia común superada por competidores con charola.
Hace falta el imperio del derecho, una nueva cultura de respeto por la legalidad y una conciencia de que la ley debe ser parte de la vida en común de los pueblos.
Malos mensajes de torcer la ley como parte de la vida diaria, y a partir de ahora verificar que jueces, magistrados y ministros, son de una misma parcela, con ocurrencias, que avasalló a todas las instituciones y dependencias que van desapareciendo ante la ambición, sí la voracidad de un régimen que pretende acabar con la división de poderes, y no ofrece garantías de respeto al marco del derecho.
Y ahora, van por los partidos políticos, porque la aplanadora del régimen, simplemente no tiene competencia y no hay quien le dispute el totalitarismo abrumador y absoluto ante una oposición partidista contaminada que proclive a los acuerdos para siempre unirse al poder.
Y como ejemplo de ilegalidad, la comunidad universitaria de la UV, sigue en un movimiento de protesta por considerar que el rector Martín Aguilar Sánchez, asume un segundo periodo con artimañas y una supuesta prórroga para ampliar otros cuatro años su mandato, y pueda lograr su pensión en perjuicio de la educación superior en la entidad.
La junta de gobierno, el rector Martín Aguilar Sánchez y el sindicato de personal académico FESAPAUV, son parte de un contubernio de varios lustros, que también alcanza a los ex rectores con un negro pasado que politizan un movimiento en donde andan con una bandera que no les corresponde nada más que a los estudiantes, maestros y empleados de la comunidad universitaria.
Y en el mes patrio, la alcaldesa de San Andrés Tuxtla, María Elena Solana Calzada, y el alcalde de Boca del Río, Juan Manuel Unánue Abascal, realizaron honores a la bandera para dar inicio a los festejos conmemorativos de nuestra independencia. Andale. Así las cosas.