
David Colmenares Páramo/Los retos del agua
La comunidad universitaria de la UV, defiende el honor de la institución y también el de la gobernadora Rocío Nahle, cuando el rector Martín Aguilar, los miembros de la Junta de Gobierno y el dirigente del FESAPAUV, Enrique Levet, obligaron al personal académico a apoyar al candidato opositor al gobierno estatal, José Yunes Zorrilla, rompiendo el principio de no proselitismo en la UV.
Dicha afrenta que osaron realizar infructuosamente, y no les sirvió de nada con toda una traición a Morena y la 4T, es parte de todo lo malo que personajes, que como Cuitláhuac García, se prestaron a operar en contra de su propia causa.
Fue como un tiro en el pie, y la osadía que no es secreto, porque los maestros de la UV y gran parte del personal lo saben, simplemente no escucharon, ni acataron la orden, que ya había trascendido a la candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, a través del experimentado Alfonso Ramírez Cuéllar, quien desactivó a tiempo la traición de quienes hasta anticipadamente ya se repartían los cargos con el supuesto triunfo electoral de Pepe Yunes, y el cual nunca llegó.
Ahora, en la segunda parte del grotesco plan, ha sido torcer la Ley Orgánica de la UV, a través de los miembros de la Junta de Gobierno, que con una artimaña o triquiñuela, inexistente otorgaron una supuesta prórroga por un período más en la rectoría a Martin Aguilar, lo que significa una plena violación a la legalidad.
Los pasillos de la rumorología, dicen que Martin Aguilar, por los finos oficios de un innombrable, obtuvo el favor de una poderosa madrina, que lo llevó al poder de la rectoría de la UV, y con tanta suerte hasta de seguir en un anómalo periodo más.
Los choques de trenes, son contradictorios, unos gobiernan y trabajan , mientras otros se sirven a la mesa a plenitud y disfrutan de dilapidar el presupuesto de la educación superior en Veracruz, indispensable para alcanzar el progreso y cambiar el destino de los jóvenes.
Pero, la intentona fallida de la prórroga de un segundo periodo de rector en la UV, de Martin Aguilar, se debilita con la solicitud de punto de acuerdo del diputado priísta, Héctor Yunes Landa, en el Congreso Estatal para su aprobación con la petición en la mesa del cese inmediato de Martín Aguilar, y de la extinción de la afanosa Junta de Gobierno, que tendrán sus miembros pronto que poner tierra de por medio o asumir el riesgo de las consecuencias jurídicas por la desaparición de más de dos mil millones de pesos en calidad de subejercicio presupuestal con un daño severo, extremo y grave al destino de la Universidad Veracruzana.
Y que precisamente, la UV este año cumple el ochenta aniversario de su fundación en una época triste para el lustre que por ocho décadas le dieron prestigio al alma mater sus egresados, sus maestros y todo el personal de oficina y de apoyo.
Ahora, la máxima casa de estudios de educación superior en la entidad se encuentra en los más bajos lugares de calidad académica en el país y en América Latina, que alguien debe salvar de quienes tienen secuestrada al alma mater Lis de Veracruz, arte, ciencia y luz.
Y es que le aplican acciones facciosas al personal, sí a los de la comunidad universitaria, que además de salvar el honor de la gobernadora Rocío Nahle, de la presidenta Claudia Sheinbaum y del entonces presidente AMLO, de aquellos como magos trataron vanamente de hacer aquella del famoso “mago” de los tiempos del priismo del pasado.
Y la paradoja es que un diputado priísta, orgullosamente egresado de la Facultad de Derecho de la UV, y que se tituló con Mención Honorífica, con pundonor, sin colores partidistas, salga al rescate de la institución educativa para salvar a las generaciones de jóvenes del presente y del futuro, a los maestros y al personal, que están sufriendo el acoso, el ataque directo y una guerra laboral de extremo daño psicológico y emocional como nunca antes en toda la historia, bajo el régimen de un rector espurio, de una Junta de Gobierno prostituida y de un sindicato de personal académico charro.
Ahora, van a decir que no es cierto, que son cuentos de Walt Disney, y que el rector, la Junta de Gobierno y el sindicato FESAPAUV, pertenecen a la orden de la Santa Madre Teresa. Andale. Así las cosas.