
Pablo Jair Ortega/Columna sin nombre
Los tiempos de oscuridad: Winston Churchill
El gran ejemplo del personaje héroe de la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill, que fue el único que visualizó las intenciones de dominación de Europa de Adolfo Hitler.
Ahora, vuelve a repetirse a ser parte de la historia de la humanidad en un mundo convulso, complejo y en una guerra comercial, en principio con el mismo estilo de aquel tiempo de segregación racial con la llegada al poder presidencial de USA, de Donald Trump, un personaje maligno que cree que tiene al planeta en un puño, pero se encontró en Los Angeles, CA. con los mexicanos, que por un origen ancestral son los guerreros, más compasivos, los más decididos y osados, pero también los que se forjaron en la guerra entre tribus que hacían las más feroces batallas, y en los sacrificios humanos demostraron lo más letal de una raza que permanece quieta, pero ante el hostigamiento y la brutalidad, el abuso de poder y la ofensa, puede despertar el instinto de defensa de los suyos los de su raza.
Lamentables escenas de los desplantes de poder y del personal militar y policial para atacar en EU a propios y extraños, porque las protestas las iniciaron ciudadanos norteamericanos que dieron respuesta a los abusos de poder del gobierno de Trump.
Los alcances de la reacción de maltrato en contra de migrantes, periodistas y los propios ciudadanos de EU, que sufren las consecuencias de haber creído los falsos ofrecimientos de grandeza de un personaje que ataca a los migrantes, cuando el mismo tiene el origen de la necesidad de sus abuelos y padres que fueron migrantes de Europa a América.
Es triste el panorama generado en el mundo por los políticos que convocan a la violencia con un cinismo desmedido olvidando el karma y las sabias frases bíblicas de quién a hierro mata a hierro muere.
Y que la Ley del Talión es parte de la respuesta natural a la agresión.
Los políticos se contaminan del clima de guerra y violencia, la industria bélica siempre dispuesta a vender y a ser parte del negocio a los gobernantes que no entienden que la vida es efímera y que el mal tiene un efecto de rebote.
Que la paz llegue pronto al mundo y que la osadía de los políticos que pierden el piso por las estridencias de las luces de reflectores que destellantes les provocan el delirio de grandeza, que obnubilados, pierden la cordura y no pueden ver más allá de su nariz y al final, todos los seres humanos terminan siendo abono de la tierra.
“Maldito el hombre que crea en el hombre”. Jeremías,17-5. Andale. Así las cosas.