
Raymundo Jiménez/Al pie de la letra
La emotiva despedida al ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, en el Congreso Estatal este domingo, destaca aquella frase de honor a quien honor merece.
El Tío Fide, recibe del pueblo el último adiós con un homenaje póstumo en el Congreso Estatal Veracruzano con la presencia de la clase política de antes y de ahora, pero más que nada la presencia del pueblo de donde emergió Fidel Herrera Beltrán, como un hombre Ilustre y un político de carrera que hasta el final recibe el respeto y el cariño de la gente.
Presentes, dirigentes nacionales de sindicatos y organizaciones sociales y productivas.
La muestra de agradecimiento de mucha gente, al hombre que dio todo por el pueblo y que al final alcanza la trascendencia por sus méritos y vence al tiempo, a la historia para alcanzar un lugar glorioso donde nadie lo puede borrar que es en el recuerdo de la gente, que no olvida y al final juzga que el hijo predilecto de Nopaltepec, como un personaje fuera de serie que cumplió a cabalidad con su misión de político y servidor público ejemplar.
La tribuna abierta a la gente, por primera vez del Congreso Estatal, en que al principio hubo resistencias de abrir las puertas para rendir un homenaje póstumo al hombre que a partir de ahora se convierte en leyenda viva de los veracruzanos.
León XIV: El Papa de la Esperanza
Robert Francis Prevost Martínez, el Papa León XIV, inició su pontificado en su primer saludo al mundo y en su primera homilía como una revelación positiva de los nuevos tiempos álgidos que vive la humanidad al hablar en español.
Que da una señal al mundo de fe al romper los muros que por siglos ahora da alegría a millones de creyentes católicos en el planeta.
La emoción hasta las lágrimas del Papa y del mundo latino de quién llega como una señal del auténtico bálsamo de Jesús, que se necesita en momentos de oscuridad y del demonio o el anticristo que afecta a millones de migrantes en el planeta, y usa la piel de oveja para engañar a la gente que sufre de persecución y tener que comenzar de nuevo.
El Santo Padre, rompe el código lingüístico y el protocolo eclesial de siglos y habla con profunda fe cristiana en español como el idioma en el que dijo “aprendí a orar”.
León XIV, llega no cono un milagro, sino como una señal renovadora de la iglesia Universal y que desde una fe adquirida desde el polvo de las montañas de misionero Agustino en Latinoamérica, y no desde el frío mármol del Vaticano, sus hermanos cardenales por primera vez en siglos ven al custodio de la iglesia como un Pedro aliado de los sin nombre, que en tiempos de persecución los hace sentir y saber en la realidad, él es uno más unido en cuerpo y alma en la oración con Jesús para velar por la paz del mundo y el cese inmediato de todos los que sufren de los embates de la guerra y de los duros efectos de la migración.
Sin olvidar, que Jesús fue un migrante como todos en la vida de misionero y predicador que pidió evangelizar a la humanidad.
El Papa León XIV, lleva al mundo por los caminos que conducen a Dios, que sana heridas y da fortaleza en los momentos de oscuridad, y los cristians dan gracias por el Papa de la Esperanza, un misionero latino que vive, respira y siente el auténtico mensaje de Jesús que da su vida por sus ovejas, los pobres y toda la humanidad. Así las cosas.