
Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
Fidel Herrera Beltrán, el orgullo de Nopaltepec, puso en el centro de la notoriedad nacional a la Cuenca del Papaloapan en toda una época del niño prodigio, que por el esfuerzo de superación, se encumbró en la política del país como todo un personaje que llegó por méritos propios a la gubernatura del estado de Veracruz.
Desde los tiempos de Rafael Hernández Ochoa, Fidel Herrera Beltrán, siendo un joven aún, se dio a conocer con el entonces candidato presidencial Luis Echeverría Alvarez, en donde aquel joven precoz y pueblerino dueño de un elevado nivel intelectual, destacó en la oratoria y a los políticos sorprendió con su retórica y un pensamiento de un auténtico liderazgo juvenil en donde empezó a descollar en la política veracruzana.
De niño y joven, nunca olvidó el origen de la pobreza y del gran cariño por su madre y sus hermanos.
Fue conocido en su pueblo natal, cuando de niño se hizo famoso por salir a vender charola en mano los productos preparados por su madre para apoyar en la economía familiar.
Fue un gran estudiante y pronto llegó a Xalapa la capital del estado para iniciar sus estudios de la carrera de licenciado en derecho en la UV y tuvo que continuar en la ciudad de México en la UNAM, en donde ya era requerido en la dirigencia nacional juvenil del PRI.
Al terminar sus estudios de licenciado en derecho inició toda una carrera política de más de cincuenta años de actividad exitosa con múltiples peripecias de su vida siempre elocuente y de un hombre feliz, que hasta sus paisanos hicieron el anecdotario del fidelismo como una corriente política, que ayudó al PRI a volver a los Pinos, luego de que se perdió la presidencia en tiempos de la enorme corrupción de Ernesto Zedillo y de Patricio Chirinos.
Fidel Herrera Beltrán, llevó a la gubernatura del estado de Veracruz en el año de 1998 contra viento y marea a su amigo el licenciado Miguel Alemán Velasco y enfrentando por primera vez desde la oposición electoral histórica partidista a otro gran veracruzano de mucha prosapia, Ignacio Morales Lechuga, el orgullo de Poza Rica con el que siempre mantuvo una gran amistad.
Luego, a contracorriente en el propio alemanismo con todo en contra, y acompañado de un reducido grupo de amigos y aliados , además del apoyo mediático del maestro José Pablo Robles Martínez, alcanzó la gubernatura de Veracruz en el 2004 en donde el entonces presidente del Trife, Fernando Ojesto, inclinó la balanza de la justicia en su favor a pesar de las resistencias y presiones que le obstaculizaron el camino al gobierno estatal desde diversas instancias.
Cómo todo un profesional de medios de comunicación en su precampaña política al gobierno estatal, acuñó otra de sus frases inolvidables de las muchas con las que escribió la historia de Veracruz, el estado más politizado del país.
“Cada Veracruzano cuando nace, trae una torta bajo el brazo que es la gubernatura del estado”.
En aquél tiempo ya siendo gobernador del estado de Veracruz, decía otra frase histórica: “lo que se paga sale barato”.
Como político y humanista rompió record de ser diputado federal en varias ocasiones y senador de la república por el estado de Veracruz.
Su ultimo cargo público fue el de cónsul de México en Barcelona.
Después, se retiró de la vida política y vivió en compañía de su esposa Rosa Margarita Borunda (+) como el más grande amor de toda su vida, a la que en todos los eventos como gobernador del estado, entraba al escenario de los actos oficiales de su gobierno con la canción Perfume de Gardenias, la que siempre dedicó a su querida esposa Rosa Margarita, experta en ciencias políticas, y que fue su amiga, compañera y más férrea crítica de cabecera.
Sus hijos, hoy le sobreviven y muchos de sus amigos y paisanos que a Fidel Herrera Beltrán, nunca olvidarán como el político que estuvo al servicio del pueblo, sencillo y directo como ningún otro político, un veracruzano de sepa, del que se seguirá hablando del gran político que fue que desde niño nadie le ganaba a los volados.
En su mandato de gobernador, realizó insuperable obra pública con múltiples obras de pavimentación de calles en toda la entidad con el famoso Dragón Rojo.
Construyó plantas de tratamiento de aguas residuales, puentes, escuelas, iglesias, carreteras y entregó en su mandato ambulancias y patrullas a los municipios.
Fidel Herrera Beltrán, con una gran cultura y dominio de la palabra, además del inglés y el francés, se caracterizó como un hombre sincero que se hizo en del trabajo y el estudio diario con una gran filosofía de la amistad con otra frase infaltable en su léxico: “gracias mi hermano”. Juntos en el cielo ya con su esposa Rosa Margarita Borunda de Herrera. QEPD. Así las cosas.