Ruperto Vázquez Ovando/Opinión en línea
El doctor Jeremías Zúñiga Mezano, experimentado analista político y académico de carrera, describe un tema importante en la actualidad sobre el amplio reconocimiento al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Es la primera frase del libro de Felipe González, que el entonces presidente electo AMLO, dejó ver en su casa de transición con mucha “estrategia y sutileza’.
La segunda frase, «aquí mando yo», es una interpretación de lo que ha sido en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En este sentido, el presidente López Obrador, puso orden en la política y en el servicio público, algo que era necesario.
Si bien es cierto que la concentración del poder en su figura ha generado polémicas, también ha sido efectiva.
En los gobiernos anteriores de Vicente Fox, Felipe Calderón y Peña Nieto, tanto presidentes municipales, gobernadores, como líderes políticos, sindicales y sociales, hacían y deshacían en sus espacios de poder.
Se enriquecían, y los organismos de transparencia y rendición de cuentas solo fueron testimoniales frente al enriquecimiento de estos personajes.
Aunque algunos gobernadores fueron a dar a la cárcel, esto no fue suficiente para intimidar al resto de la clase política, que seguía enriqueciéndose.
Con la concentración del poder en una sola persona, se logró poner orden.
Este cambio no fue bien recibido por un segmento de la población, pero la gran mayoría, que se ha visto favorecida por las políticas públicas en materia social, consideró este hecho como algo significativo.
Esto consolidó el respaldo a la Cuarta Transformación, especialmente con el triunfo de la doctora Claudia Sheinbaum.
Además, se lograron la mayoría de las gubernaturas en el país y, como si fuera poco, también la mayoría calificada.
Y «Haiga sido como haiga sido», la mayoría calificada permite reformas, como la reforma al Poder Judicial y la consolidación de la Guardia Nacional bajo el control del Ejército.
Hoy, más que nunca, se requiere de la participación ciudadana.
Se necesita una participación activa en la vida pública de este país para evitar que se repitan los errores del pasado.
Si bien, queda mucho por hacer, este sexenio, con la concentración del poder, ha establecido las bases para mantener el orden.
La interpretación de la portada del libro, ¿Quién manda aquí?, transformada en ¡Aquí mando yo!, refleja una centralización que ha permitido establecer un control más rígido en la administración pública.
Este nuevo orden ha frenado la influencia del poder económico en la política, permitiendo que la política vuelva a ser gestionada por aquellos con ideales y compromisos hacia el bienestar social.
La separación entre el poder político y el económico, que se fortaleció en la era de Vicente Fox, ahora ha sido uno de los logros más significativos de la administración actual.
Este proceso ha llevado de regreso a los empresarios a sus empresas, donde son más efectivos en la generación de riqueza y empleo, y ha conducido al servicio público a políticos con principios sociales, necesarios para combatir la pobreza y la desigualdad.
Sin embargo, la concentración de poder conlleva una responsabilidad significativa.
Se debe evitar los errores del pasado, que llevaron a la corrupción y al desgaste institucional.
Aunque cuenta con el apoyo ciudadano, las expectativas son altas, y el desafío radica en cumplir con las promesas de transformación.
La participación activa de los ciudadanos seguirá siendo fundamental para asegurar que los cambios se traduzcan en beneficios concretos y duraderos.
Es imprescindible que todos observemos con claridad qué se ha hecho bien, qué falta por hacer y qué se ha hecho mal.
Sólo así, con un análisis concreto, claro y específico, podremos avanzar para ser mejores.
Recuerda que la participación ciudadana hace la diferencia. Una participación activa en todos los temas de la vida pública de este país permitirá consolidar la transparencia y la rendición de cuentas. Además, será clave para recuperar la seguridad y la tranquilidad que tanto anhelan las familias mexicanas.
La historia aún se está escribiendo, y el éxito de este nuevo ciclo dependerá de la vigilancia y del involucramiento activo de la sociedad en el proceso político.
Esto lo dice en su artículo semanal #ParaSerMejores, el doctor Jeremías Zúñiga Mezano, analista político veracruzano y un académico de carrera, director académico de la Universidad de las Naciones. Andale.
En otro asunto, la alcaldesa de San Andrés Tuxtla, doctora María Elena Solana Calzada, entregó credenciales del Comité de Vigilancia Comunitario de Vida Silvestre de los Tuxtlas.
Integran formalmente al comité con la credencialización y que presentan informe de antecedentes y trabajos de los vigilantes de la vida silvestre en la región.
Esto en el marco del evento de entrega de credenciales del Comité de Vigilancia Comunitario de Vida Silvestre de Los Tuxtlas, la Presidenta Municipal de San Andrés Tuxtla, la doctora María Elena Solana Calzada, encabezó la reunión de trabajo donde además de credencializar oficialmente a los vigilantes de la vida silvestre, presidió la presentación de un informe sobre los antecedentes y trabajos realizados por este comité comunitario.
La mesa de trabajo tuvo su sede en la Sala de Cabildos del Palacio Municipal de San Andrés Tuxtla, donde la primera autoridad municipal estuvo acompañada de los regidores Ximena Tress Fadanelli, Edgardo Cecilio Ramírez Sosa y Abelardo Javier Ortiz Navarrete, además de que se contó con la presencia del ingeniero Gabriel García Parra, Encargado del Despacho de la Oficina de Representación Ambiental PROFEPA Veracruz, la Inspectora de PROFEPA, la bióloga, Gabriela García López.
Así como el señor Carlos Benítez Ruiz, Presidente del Comité de Vigilancia Comunitario de Vida Silvestre de Los Tuxtlas y el biólogo, Cristian de Jesús Vargas Quino, asesor técnico del Comité de Vigilancia Comunitario de Vida Silvestre. Así las cosas.