
El eco de un maestro: Guillermo Héctor Zúñiga Martínez
La prensa incomoda
Esta escrito que todos aquellos políticos que entran en el amor-odio con la prensa, cuando a la misma la han utilizado para acceder al poder, siempre acaban mal y hasta pierden el rumbo, porque la prensa es como la brújula que orienta, conduce y guía a quienes en la ortodoxia de los hombres y mujeres del poder público en este país, podían tener amigos periodistas.
Algo que ahora se ha perdido, porque nadie quiere estar cerca de los periodistas a los que se les quiere ver cerca y en ocasiones se les quiere ver lejos. O simplemente que se desparezcan porque hasta estorban.
Este reflexión, viene a colación cuando la semana pasada, asistimos a un interesante encuentro de colegas, si una reunión con los amigos de toda la vida, el maestro José Pablo Robles Martínez, el maestro Jaír Robles Barajas, que asume la dirección de la Agencia Imagen del Golfo y de la Revista Llave, así como el maestro Francisco Blanco Calderón, periodista de mil batallas y de muchas horas de vuelo en las grandes ligas de la academia y la comunicación, junto a don Pepe Robles, “big leaguers” del periodismo en este país. Un honor la reunión con los grandes del periodismo.
“Los de antes ya no somos los mismos”, y en el análisis de la comunicación social y la prensa, que se dice casi va a desaparecer en el futuro gobierno morenista, y se pretende reducir al mínimo, porque al final la prensa desde el inicio de la era ha sido incomoda para los personajes del poder, por eso no extraña que los periodistas, sólo se les utilice en aras de acceder, entiéndase escalar, subir, treparse al poder público y se convierte en más incomoda que nunca, no sea que vayan a pedir algo del “pastel”.
Por eso, para nadie es extraño, que poco a poco las grandes plumas de este país, se estén apagando por situaciones que se desconocen pero se entienden, ya son varios los que han sido renunciados y retirados de sus medios informativos, cuando todos saben que son plumas valiosas, criticas y que aportan lo agrio del acontecer diario, cuando a veces se pretender ver color de rosas desde quienes están acostumbrados a una piel muy delgada y por lo mismo, la crítica se convierte en inaceptable y hasta intolerable.
Ya son varios y duele, que a unos se les otorguen muchas loas de regreso, y espantosamente a otros se les cierran las puertas por arte de magia. Esto es simple habrá que acostumbrase a todo lo se vaya dando con un tema que se denomina: Las Relaciones con la Prensa y lo que viene. También, extraña mucho, que al final y ya de salida EPN, urge entre las cosas que sucedieron en su mandato y algunas olvidadas, y hasta superadas, por lo que no se le ve el caso de recordar temas que ya han sido parte de una historia, aunque la memoria colectiva aguda y severa, se dé a la tarea de mantener latentes, en la agudeza de quienes esperan que se vaya para sacar odio y rencor.
Los casos que se mencionan, han sido lo peor en el mandato que concluye y se percibe una actitud valiente el señalarlos en las reflexiones mediáticas por parte del presidente en funciones. Hay quienes creen, que sería mejor hablar del presente y del futuro, sin escarbar en todo lo acontecido.
Y que ya es cosa juzgada, al menos que como sucedió con Ernesto Zedillo y Carlos Salinas, quien este ultimo sin esperarlo, recibió una puñalada trapera de quien nunca se lo esperó, sea dicho en la metáfora. Aquí lo bueno o lo propio, dicho por AMLO en medios de información, es claro y contundente al presidente saliente no se le puede juzgar, y es una condición del modelo político y de legalidad, que se ha cumplido al pie de la letra, y esto habla de civilidad y hasta de una visión de estadista, pero que se muestra lejano a lo prensa, y en donde las nuevas políticas son y serán una muestra de repudio hacia todo lo que signifique libertad de expresión y derecho a la información. “y ahora quien podrá defendernos”.
El panorama se ve sombrío. Así las cosas.