
David Colmenares Páramo/Políticas públicas para el desarrollo
Muchas historias de justificación, reclamo y de regateo al inobjetable triunfo electoral de Claudia Sheinbaum, que la ubican como próxima presidenta del país y una posible elección de Estado que puso nerviosos a los mercados financieros.
Y ahora resulta, como siempre que en un clima democrático, muchos no entienden y no aceptan del gran respaldo electoral masivo en favor de los de Morena y sus aliados con las candidatas y candidatos que recibieron un beneplácito histórico a seguir con el llamado segundo piso de la 4T.
Todo eso genera animadversión de los mercados internacionales y ponen en duda la seguridad de sus inversiones para el futuro.
Entre los expertos, por el sentir de lo acontecido y la explicación en el ahora famoso tsunami electoral del 2 de junio, fue porque el hartazgo en contra de los noventa años del priismo en el poder sigue siendo muy reciente.
Pero, el tsunami electoral no lo aceptan, no lo entienden ni dimensionan los inversionistas extranjeros.
Aunque, muchos respiran por sus heridas y condenan a la voluntad popular avasallante en posturas que llaman la atención al juzgar y calificar a los ciudadanos de ignorantes o entreguistas por la forma tan amplia y radical del voto masivo por Morena.
También, se le ha llamado hegemonía, partido totalitario y tantas muchas situaciones de más de lo mismo, que ahora condenan del partido en el poder y que antes nunca por miedo expresaron dolor, molestia o rechazo por los muchos años del PRI totalitario que se niega a fenecer y está a punto de pasar a mejor vida como el PRD.
Los partidos deben renovarse y actualizarse como lo hace Dante Delgado con Movimiento Ciudadano, que augura va por el rumbo correcto a buen puerto a pesar de que el tsunami morenista, lo pretende desaparecer del escenario político, pero el dirigente veracruzano no se deja, no cede y no acepta las alianzas perversas con nadie.
Y por eso, es que van a ganar la gubernatura del estado de Jalisco con Pablo Lemus.
En la democracia, son muchos los factores que mueven a los ciudadanos a marcar el nuevo rumbo, y por eso lo que tiene Claudia Sheinbaum y los demás ganadores de su partido y aliados no es un cheque en blanco, más bien un serio compromiso que los ponen bajo la lupa de la gente y no pueden fallar ante la magnitud de la responsabilidad.
Y el camino que viene no será fácil. Andale. Así las cosas.