Azcárraga y Televisa, una historia criminal
Don Jorge Mario Bergoglio, está ejerciendo un papado, siguiendo los pasos de Jesús de Nazaret de apego a su palabra y su ejemplo del legado para la humanidad.
El santo padre, desde el inicio de su presencia en el Vaticano, cambió las formas de conducirse y de vivir acorde a su misión cristiana de plena humildad.
Se trata que en su apostolado cargando la Cruz de Jesús, el Papa Francisco, sin una queja siempre viendo el presente y el futuro, haciendo de la iglesia de Jesús, la del maestro, cumpliendo como a un amigo en el acompañamiento y también viviendo paso a paso en el dolor del cuerpo, pero sin demostrar el mínimo del sufrimiento, y en cambio dando la sonrisa, la palabra como bálsamo en el mejor alimento para el alma el compartir a Jesús sacramentado, como el mejor combustible para seguir y resistir en este mundo, sin problema.
Por eso, el dolor del cuerpo se resiste, como lo hace el Papa a sus dolencias normales, que con la misión pastoral se nutre de la energía necesaria para seguir en la silla de Pedro con emoción, fortaleza y fe, siempre como si fuera el primer día de seminarista, sacerdote, obispo y líder de la iglesia universal.
Francisco, siempre has sido el mismo no ha cambiado en su formación cristiana, siempre sencillo, combativo ante la injusticia y haciendo “lío” por la paz y la injusticia, cuando es necesario como aquél día de Jesús en el templo, ante los irreverentes en la casa de su Padre.
Hoy el Papa, da ejemplo de una iglesia renovadora, revolucionaria y cambiante ante los tiempos que vive la humanidad y sobre todo, actúa con pasión como Jesús lo hizo con los enfermos, los pobres, los débiles y todos aquellos que recibieron el consuelo y la presencia de un hermano, un amigo y un padre en la necesidad.
Y que decir, del ejemplo de Francisco, como hijo que dejó el mundo de las otras pasiones, el de la comodidad del hogar y de la escasez material y cambiar todo, hasta la familia, por haber escuchado “el ven y sígueme” de Jesús, que transforma vidas y que se deja todo para ser discípulo del maestro.
Francisco, disfruta de su apostolado y se mueve en el transporte público, vive en una hostería y dejó de lado las luces, los colores dorados, para que nada distraiga o contamine su misión.
El Papa, en una reunión reciente hasta parafrasea la poesía de Borges.
Francisco, está contento aunque algunos de sus hermanos sacerdotes españoles le han pedido abdicar por sus problemas de salud, pero el Papa, como Jesús, hasta el último aliento firme en la fe de Dios.
Y en los asuntos terrenales, acá en la región de los Tuxtlas, a la alcaldesa de San Andrés, la doctora Remedios, la quiere y reconoce la gente como una mujer de resultados y de cercanía con el pueblo.
Aunque, la diputada Paola Tenorio, como una diva, busca la reelección y está destinada a perder a causa de mostrarse veleidosa y con poses de la simulación de siempre de pretender opacar la labor de una mujer honesta y trabajadora, que se ha ganado el cariño y respeto de la gente como la doctora Remedios. Andale. Así las cosas.