
El eco de un maestro: Guillermo Héctor Zúñiga Martínez
La luna de miel de AMLO
Las especulaciones en torno a los primeros nombramientos de los miembros del gabinete de AMLO, ya preocupó a muchos, porque se trata de la aparición de personajes del viejo PRI, con lo que se presumen es el retorno de un ciclo, cuando en la realidad lo que se pensó es que sería el final del priismo.
Los personajes ochenteros que se han ido integrando en diversas áreas son artífices del viejo PRI, en donde se hicieron y en donde se formaron políticamente.
Por eso, hay quienes consideran que culpa tiene el país del afecto que Andrés Manuel López Obrador les tenga, como el caso de Ignacio Ovalle Fernández, su maestro iniciador en la política del tabasqueño.
Ahora, hay que entender que en su tozudez de siempre y la que reconoce, AMLO, no le hace caso a nadie, ni a sus cercanos, ni a sus amigos, ni a Cesar Yáñez, ni a su esposa Beatriz Gutiérrez, ni a sus hijos y para acabar pronto no le hace caso ni a Dios, por eso la preocupación de su individualismo y de la falta de visión para los primeros nombramientos.
El retorno al origen, muchos lo ven peligroso, porque el voto de los jóvenes de este país, que son mayoría en el padrón electoral en favor de López Obrador, no se trató de un cheque en blanco, sino la apuesta para un cambio.
Así es, que AMLO, está bajo la lupa y se pretende decirle al mundo de que el viejo PRI será garantía de su mandato en lo que se pensó sería un gobierno de transición, los primeros resultados de sus nombramientos, ponen en un predicamento y el corazón en un hilo, a los millones de ciudadanos que le dieron el sufragio, cuando desde el hartazgo y el cansancio de los excesos de los priistas y sus aliados, incluso del PRIAN, ahora creen que los jóvenes de este país, estarán más que preocupados, por cederle el barco, sin una garantía de que las cosas se hagan bien y en consenso, pero sobre todo que abonen al sentido común, incluso a la cordura.
En el estado de Veracruz, sucede lo mismo con Cuitláhuac García, existe mucha preocupación por la presencia del maestro Atanasio García Durán, el padre, que ahora hasta le dicen que será el gobernador.
Pero, estas percepciones son sólo el principio de una realidad las exigencias mayores a los malos gobiernos priistas que en ochenta años, dejaron de cabeza al país, muchos se enriquecieron y otros ya quieren ir hasta por la tercera generación de la seguidilla.
Por eso, los personajes ochenteros de AMLO, que serán parte de su gabinete, les adelantan los analistas, de que no son peligrosos, que ya no tienen deseos de abundancia económica, que ya no perseguirán a las jovencitas, que no las dejaran embarazadas, que ya cuidan la dieta y por lo mismo tienen muchas ventajas en el servicios público y más cuando ya no cometerán excesos, ni abusos en el ejercicio del poder, porque ya cometieron errores, y salieron victoriosos, y ya sólo sirven y valen por su experiencia, sin rascarle al pasado.
Después de que a muchos se les quitó el sueño, también con la caída de muchas de las promesas de campaña de AMLO, ahora están esperando que se incluyan a los jóvenes en el gabinete, porque no tardando se comenzará a decir el “gabinetazo” del político tabasqueño, a quién también lo cuentan los días, para cuanto le dura la luna de miel con electores y seguidores.
Y feliz retorno por el regreso a clases de miles de niños y jóvenes en el estado de Veracruz, son los que realmente mueven a toda una sociedad, cansada muchas veces de los problemas económicos y de seguridad, pero que no se doblan y permanecen estoicos cuando de llevar y traer a los educandos se trata. Éxito para todos y para los maestros mucha paciencia. Así las cosas.