
Raúl López Gómez/Cosmovisión
En la vida actual del café sin cafeína, leche deslactozada, cerveza sin alcohol, periódicos sin periodistas, no puede faltar la política sin políticos, y eso es realmente grave o muy delicado.
Desde el antiguo derecho romano, se apostó a la política, a la legislación y al imperio de la ley, pero ya con más de veinte siglos de un modelo avanzado se hace decadente por el formato y la forma de los políticos de los nuevos tiempos ya agotados.
Y no se trata de quién gana en una competencia de hacer cónsul a los de su manada, sino más bien la crítica se agudiza y que al descubierto que en política no hay amigos y no se respetan las alianzas o los acuerdos.
La democracia que bien se sabe que no es perfecta, pero que mediante acuerdos fluye la dinámica en dónde el pueblo lleva el peso de la carga fiscal, producción de alimentos y de todo los servicios en general, pero además de que se les niega una propina bien ganada, se le asola al salir diariamente a cumplir su labor de llevar a sus hijos a la escuela y de ir estoicamente a su trabajo. Y nadie dice nada.
La actividad política en el mundo se degrada y existe un abismo de problemas y de diferencias entre unos y otros.
Los de la masa resisten todo, pero luego con el voto en cascada o tsunami se cambian las estructuras como alud, como el aleteo de una mariposa o como el volar de las aves en sinergia o peces en el mar, pero el hombre, sigue siendo “el lobo del hombre”.
Y queda ad hoc la expresión de que en política no hay amigos, los cismas que viven los partidos políticos en las actuales precampañas en el país, alertan el deterioro, degradación y afectaciones a la política como tal en lo expresado por un conocido personaje en Xalapa, que la comparó sabiamente con algún desecho mal oliente, que al dar un mal paso descuidado en la calle dijo: “ya me metí a la política”.
Recordado así en las frases del maestro abogado de la cátedra de derecho romano en la UCC, por don Daniel Martí Sandria, y que fundó con gran visión el licenciado y magistrado en retiro, Heriberto Sánchez Vargas, la carrera de derecho en dicha institución de mucha tradición y prestigio en el estado de Veracruz.
Pero el tema, es que las actividades en los partidos políticos van de mal en peor por los desajustes en un accionar que se pierde en un laberinto de críticas y lamentaciones de unos y otros.
Por cierto, el precandidato presidencial de Movimiento Ciudadano, Jorge Alvarez Maynez, destapado por Samuel García, gobernador de Nuevo León, recibió agria crítica del disidente gobernador emecista de Jalisco, Enrique Alfaro.
Marko Cortés, dirigente panista se queja de que el PRI no respeta sus alianzas y acuerdos.
Mientras, que Mario Delgado, dirigente de Morena, da cuenta de la visión equivocada de la crisis con las liquidaciones de trabajadores en Notimex, que armó Sanjuana Martínez.
Y es que el karma alcanza a Sanjuana Martínez, quién llevó a la Agencia Notimex a su extinción y ahora anda metida en más líos de juzgados y juntas de conciliación y arbitraje, por los fondos de las liquidaciones de los trabajadores que llevó a que perdieran su fuente laboral por culpa de una periodista sin credibilidad, que cayó en desgracia y en un precipicio y sin paracaídas como diría el “Conde” de la Cuenca del Papaloapan.
La política es de acuerdos, y sí estos se respetan, el país sigue en su dinámica, con aquella sabia frase del periodista Bartolomé Padilla, de qué “México es de corcho y no se hunde” y de que el pueblo “resiliente” no se canse.
O como diría el columnista de Pueblo Viejo, Don Armando Porras Ochoa, “la política se calienta”. Así las cosas.