Raúl López Gómez/Cosmovisión

El choque de trenes en tiempos electorales

En los tiempos electorales o no, la polarización en el país es parte de la vida diaria.

Se trata de una lucha en desventaja en donde la clase trabajadora o clase mediera se enfrenta en el día a día al duro efecto de instituciones publicas y de las instituciones privadas.

Es una carrera de resistencia en donde hasta para morir se requiere de dinero y de tratarse de la luz es aún peor el panorama.

El problema es que siempre ha sido la misma historia, los que jalan de la cuerda y los que tienen la Fuerza del Estado o el respaldo gubernamental y contra eso no se puede.

Pero, las inercias en los tiempos electorales adelantados por cierto, se recrudecen los dimes y diretes, entre unos y otros.

Se vive en un país de la desconfianza, de la burla a las clases trabajadoras y desprotegidas, y por lo mismo que al acercarse los tiempos electorales y las definiciones, aparecen los encantadores de serpientes para tratar de convencer al pueblo de sus promesas y bondades, siempre con la misma canción.

Aunque, en la realidad los de la novela de Víctor Hugo, Los Miserables, no tienen derecho a nada, y condenados nada más a trabajar y sufrir con los cambios de gobiernos que van y vienen, y no se ha podido encontrar la ecuanimidad, el equilibrio y la tranquilidad.

Los que llegan al poder, solo viven pensando en como quitarles más recursos a los que menos tienen.

Ese es el reto del 2024, los que quieren volver al poder y los que se quieren quedar. Esa es la disyuntiva.

Por eso, esta prueba de fuego es la difícil, si la importante para decidir que rumbo darle a un destino en donde la gente se la vive trabajando con estoicidad, en busca de una pensión o jubilación, pero al final, toma tu retiro.

Lo mismo pasa con los empresarios chicos y grandes que se convierten en víctimas de un sistema oficial depredador, que los tiene bajo presión con su condición de vulnerabilidad ante el poder oficial y de los tres ámbitos de gobierno.

En otro asunto, por fin ya en los tiempos electorales se meterá al orden a Sergio Rodríguez Cortés, titular de la Procuraduría del Medio Ambiente en Veracruz del que se han quejado amargamente cientos de empresarios veracruzanos por su mal accionar al frente de esa dependencia, ejerciendo abuso de poder y todo un rosario de anomalias hasta que por fin el presidente AMLO, consiente de la gravedad dio instrucciones a la Semarnat a proceder con una investigación del personaje.

En el lenguaje cristiano claro y directo significa que por fin la cabeza del titular de la PMA, está en la picota dicho metafóricamente, aunque en la realidad ya es tarde para desmentir o justificar su proceder en base a la ley, palo dado ni Dios lo quita. Andale.

Y esto también, es para aquellos que sienten que la virgen les habla, y mejor que pongan sus barbas a remojar, porque les anda cerca la voladora. Así las cosas.