Raúl López Gómez/Cosmovisión

La actividad en la Meca de la Política

El Conde de la Cuenca del Papaloapan, Fidel Herrera Beltrán y el Marqués de Macuspana, cada uno en su tiempo.

Ambos hombres políticos en la intensidad de su accionar en la vida pública en la entidad veracruzana y en el país, respectivamente.

Siendo senador de la República del PRI, Fidel Herrera Beltrán, caminaba su estado con la compañía de sus amigos de toda la vida:

Rafael Arias, Paco Rergis, Fallo Cuenca, Mario Tejeda, Sergio Flores y no más de diez amigos de toda la vida. Rafael “el Negro” Cruz, apareció como estratega hasta que su amigo alcanzó la candidatura al gobierno estatal.

Desde las páginas de los medios informativos del maestro José Pablo Robles Martínez, como un periodista plural, se le daba espacio mediático a Fidel Herrera, a pesar de que todos desde el palacio de gobierno decían que el “Tío”, no era el bueno.

Aquél sábado en conocido restaurante de Veracruz, Fidel Herrera, andaba movido y se reunió con Arturo Hervis y Jazmín Copete Zapot.

Después, pasó a ocupar la mesa de Mario Tejeda con Adolfo Beauregard y quién esto escribe.

Firme dijo: “que no se hagan bolas, el candidato soy yo”. Y adelantaba hoy voy a cenar con Pepe Robles, sentenció Fidel Herrera.

La nota principal del Lunes, daba cuenta de lo inesperado “Fidel Herrera es el bueno”.

Las llamadas de palacio comenzaron a tratar de corregir la nota a toda una plana a ocho columnas, con las precisiones y aclaraban o trataban de aclarar, “Fidel no va a ser”.

Sólo el gobernador del estado, Miguel Alemán se mantuvo en silencio, callado y sin decir nada, como dice la canción.

Ante la efervescencia política se dio una lista preliminar de once aspirantes en donde mezclado entre todos aparecía el nombre de Fidel Herrera Beltrán, sin tantas posibilidades como lo creían los expertos de palacio.

Sólo don José Pablo Robles Martínez, periodista experimentado, abría el abanico de participación a todos los aspirantes, incluso a Fidel Herrera, amigo cercano o lejano, distantes o no, pero don Pepe Robles, nunca se ha doblegado a las líneas o intrigas palaciegas del poder en turno.

El periodista como ha sido su costumbre, reportea y cabildea la nota, atento a escuchar a todos actores y actrices de la política en este su estado de Veracruz por adopción, que también se reconoce así ya, en la constitución local como dogma a quienes han hecho toda su vida en estos lares.

En la actualidad el panorama es igual al de aquella época de Miguel Alemán, como gobernador, muchos tiradores a una candidatura.

La solución final la dio en aquella época el dirigente del CEN del PRI, Roberto Madrazo en favor de Fidel Herrera, y el mandatario estatal se mostró cauto, pero muy experimentado a no alborotar el “grillero” y ceder sin conceder.

Al final el gobernador fue Fidel Herrera Beltrán, quién luego sucumbió al placer de todos los políticos, tratar de decidir la sucesión en su mandato para dejar a su amigo,  incondicional y discípulo Javier Duarte, quién fue devorado y víctima de los tiburones de la política Enrique Jackson, José Murat y el propio EPN, además de Impulsar hasta sus opositores con el clásico dinero ducto.

Javidu, es inocente y hoy padece las consecuencias infames de la actividad política, que le destruyen su vida y su libertad, más nunca su espíritu como a Nelson Mandela.

En la política que se puede comparar con las más bajas pasiones de los seres humanos y su realidad en la lucha por el poder de siempre, es que existen aliados, pero nunca amigos.

Por eso don Alfonso Valencia Ríos, periodista emblemático de los veracruzanos podía entrevistar y conocer políticos, pero nunca creer en su amistad.

En el garlito de las encuestas a modo en la sucesión estatal veracruzana, en el noticiero por la Mañana de Ciro Gómez Leyva, Maru Rojas, puso en alerta a los analistas de que a José Manuel del Río Virgen, de Movimiento Ciudadano y secretario técnico del Senado, le regatean su reconocida ubicación como aspirante serio y fuerte para estar en la boleta electoral en el 2024 por la gubernatura y creen que es el único que se percibe con experiencia y trabajo político como un verdadero veracruzano que desde la oposición pone a temblar a las débiles estructuras de la partidocracia.

En otro tema, en Xalapa, se impartió el Taller de Formación Política a hombres y mujeres para cargos de elección popular como viables aspirantes a candidatos y candidatas a diputaciones locales, diputaciones federales y senadurías.

Destacando Mónica Robles, Adolfo Beauregard y Daniel Martín Lois. Así las cosas.