Jorge Robledo/Descomplicado
Andrés Manuel López Obrador, siendo presidente electo en 2018, invitó a su amigo de lucha política a su gabinete y retornarlo al país, junto con su familia después del autoexilio obligado de quién fue perseguido por el gobierno de EPN.
Se dice que el primer ofrecimiento fue la embajada de México en Estados Unidos, pero el presidente requería de alguien como Marcelo en la secretaría de relaciones exteriores y cambió el ofrecimiento para mejorar.
Ya en funciones como titular de la SER, Marcelo Ebrard, ha recibido la máxima distinción en toda la historia del país de un presidente de la República al canciller en funciones.
El político tabasqueño, le otorga a Marcelo Ebrard, el máximo poder de encabezar todo lo concerniente al Tratado de Libre Comercio con Eu y Canadá en el TLCAN.
También, le confirió el sueño de todo político en el poder, llevar la representación presidencial de México en todas las reuniones y foros internacionales con la oportunidad de trato con todos los líderes de las potencias en el orbe.
Después, el presidente AMLO, confió en su amigo Marcelo Ebrard, al mencionarlo como un fuerte aspirante presidencial a lo que se le llamo las corcholatas, junto a otros personajes del gabinete.
Lamentablemente, en el reino del poder y como suele suceder Marcelo Ebrard, esta mal asesorado y levanta la voz a discernir sobre el asunto de las empresas encuestadoras y su discurso genera animadversión a Morena y la 4 T.
No se trata de docilidad sino más bien de prudencia, paciencia y mucha inteligencia para dejarse ayudar por el momento más importante de su vida.
Porque, al actuar con desesperación y cierto nivel de imprudencia, pierde los puntos acumulados con el presidente y la propia militancia morenista, al actuar con falta de madurez política.
Y como dicen en el rancho, para que las corta verdes, si maduras caen solitas y más aún cuando presume de templanza, capacidad y de no ser proclive a la traición
Por lo que, el tiempo lo dirá todo y mejor dejarse llevar por una corriente ganadora en donde lo montó AMLO, pero a los seres humanos, casi siempre les gana el temperamento, el ego y la soberbia, como en la metáfora del ángel que quiso ser como Dios, y mejor pensar Job, Dios me lo dio Dios me lo quitó y al final llega la recompensa a quien se mantiene firme en la fe.
En otro asunto, la alcaldesa de San Andrés Tuxtla, doctora María Elena Solana, entregó obras de urbanización en la colonia Ixbiapan en donde recibió muestras de agradecimiento y reconocimiento de la población por el trabajo realizado por la famosa doctora Remedios y toda su comuna. Así las cosas.