
El eco de un maestro: Guillermo Héctor Zúñiga Martínez
Fue el impulsor del Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana en tiempos difíciles para los jóvenes en Veracruz en los años setentas.
Consagró una vida en santidad para seguir a Jesús de Nazaret y vivir acorde a su palabra de pobreza, humildad, pero ante todo de predicar el evangelio.
Su trascendencia la logró sin buscar éxito en la sencillez de su voz suave siempre, pero oportuna para motivar a la vida en comunidad en el pueblo cristiano.
No buscó fama, ni éxito menos fortuna, al cumplir a cabalidad con la doctrina de Jesús.
Hombre carismático que firmó una gran familia con la comunidad de la Parroquia de San Juan de los Lagos en el Estatuto Jurídico de Boca del Río, que transformó con paciencia, sabiduría y dedicación de tiempo completo a la gente que lo vio siempre como un pastor de almas.
De memoria prodigiosa, nunca olvidó a los jóvenes de toda una época del Movimiento de Jornadas de Vida Cristianas en Veracruz que lo hicieron en su guía espiritual y siempre dispuesto a escuchar y orientar.
Hoy fue al encuentro del Padre con la paz de la gloria celestial y el deber cumplido de una inmensa labor pastoral que hizo del ministerio sacerdotal lo más grande e importante en su vida con absoluta pasión cristiana de no esperar nunca a cambio.
Deja un legado carismático de fe y de los cimientos firmes de su obra espiritual llena de los principios cristianos de los que hizo una vida de apego a la santidad. Padre Orozco QEPD. Así las cosas.