
José Luis Enríquez Ambell/Café de mañana
El uso y manejo de recursos públicos, siempre debe ser muy cuidadoso, es un riesgo, porque el Estado se convierte en un celoso vigilante de su destino y propósito.
Por eso, después de que el Acuario de Veracruz, estuviera bajo el régimen de un patronato de “notables” empresarios, esta etapa llega a su fin favorablemente, como una medida sana, ante la osadía de quienes nunca quisieron rendir cuentas, y más aún pretendieron medir fuerzas con el propio Estado, entiéndase la autoridad.
Pero todo ciclo llega a su fin como algo natural de vida misma, por eso, aquí si el gobernador de Veracruz, García Jiménez, hizo uso de sus facultades conferidas, y con un decreto quedó disuelto el fideicomiso, y todo compromiso con los depositarios y administradores responsables de la custodia y manejo del Acuario de Veracruz, quienes tendrán primero que hacer la entrega al gobierno estatal en su recepción,
Después, con la documentación y posición de los papeles, el historial y el control del inmueble y de todo lo que contenga, se tendrá que continuar con su manejo, ojalá y sea para bien.
Por lo pronto, aquellos quienes se han creído más poderosos que el propio Estado, encontraron la horma de su zapato y por lo mismo este ciclo que llegó a su etapa final para continuar, otra en donde se dice que será la Procuraduría del Medio Ambiente, la que tendrá la custodia de los que se dice a partir de ahora será Acuarium. Que todo sea para bien en esta nueva etapa y que el personal se sienta cómoda con los nuevos administradores, porque las resistencias al cambio siempre han sido normales en el género humano.
Ahora sí, un amplio reconocimiento al gobierno del estado, aunque muchos se enojen a que les gusta por costumbre, que los sigan maltratando y ninguneando los que después de más de 500 años de la conquista española, les traten como en aquellos tiempos, como diría el presidente AMLO en su reciente gira de trabajo por Centroamérica y el Caribe, de trato de esclavos. Andale.
El Acuario de Veracruz, fue diseñado y construido en tiempos del gobernador Dante Delgado, y se creó para lo mismo todo un centro comercial, en terrenos ganados al mar.
La obra estuvo a cargo del ingeniero veracruzano, Alberto Patiño, quien visitó principalmente el Acuario de Miami y otros de los mejores del orbe, para darle lo mejor en técnica al de Veracruz.
Apoyaron dos grandes ingenieros en aquella época expertos en el tema el ingeniero Carlos Kasuga y el ingeniero Víctor Triana Cortina.
Las preguntas de aquella época entre muchos temas a tratar y resolver, fue el del acabo en “aparente” del inmueble, lo que significa que el concreto súper reforzado no requiere de repello y por lo mismo es más sólida su resistencia al mar. Este mismo acabo lo tiene el Foto Boca.
“Muchos años después”, como diría el clásico de Cien Años de Soledad el eterno Gabo, el ciclo de más de 23 años, ya se cumplió y se inicia otro, en donde el ímpetu, y las ganas de crecer y mejorar, seguramente estarán en los nuevos responsables de este inmueble que en algún tiempo se dieron algunos problemas que se hicieron públicos, como la muerte de algunas espacies por mal manejo, y hasta la realización de un evento social, de lo que nunca se hizo público, de él porque de algunas acciones negativa.
Todo esto, que ya llegó a su fin favorablemente, sin dejar de reconocer que el Acuario de Veracruz, cumplió a cabalidad en todos estos años, pero la prepotencia y “los abusos de poder”, de los administradores a no rendir cuentas ni los informes solicitados a la PMA, simplemente les quitó la oportunidad de continuar en ese cometido, porque al Estado no se le reta, y menos nadie puede estar por encima de la ley.
Vaya un amplio reconocimiento a las autoridades del PMA, al gobernador Cuitláhuac García Jiménez, y a quienes con estricto apego al derecho terminaron un problema, por lo sano. Éxito y a seguir adelante mejoran a uno de los mejores acuarios en el mundo, ese es el reto, con pecera monumental, delfinario y tiburonario, que seguirán creciendo y mejoran para bien de propios y extraños, pero más de niños y jóvenes que han disfrutado de este gran atractivo de ver a todas las especies en una vida plena en cautiverio. Así las cosas