
Raúl López Gómez/Cosmovisión
En los escenarios nacionales el modelo de hacer política a partir de la era de AMLO como presidente del país, que rompe esquemas y los paradigmas antiguos, ahora renovados se deben entender, porque en política no hay muertos, y desde cualquier momento resurgen los de antes.
Aunque la incredulidad de quienes olvidan el presente y el futuro, y creen que están en el pasado de que las decisiones eran cupulares, pero en la realidad eso se acabó.
Por eso, dos actores políticos de esa nueva era identificados plenamente con el Obradorismo, son el senador Ricardo Monreal Avila y el diputado federal Sergio Gutiérrez Luna, quienes cumplen apretadas agendas de trabajo y salen a sus recorridos al interior del país, para conectarse con la gente, pero sobre todo conocer las reales problemáticas nacionales como en su tiempo lo hizo AMLO y ahora lo sigue haciendo como presidente.
Pero hay de aquellos, que creen que ejercer el poder desde las frías oficinas es gobernar, se confrontan consigo mismos y hasta se la creen, de que ha sido muy fácil gobernar en Veracruz, cuando la óptica en la realidad con mucha gente, puede cambiar, y la realidad no es esa.
Asé es, qué en la nueva democracia y la política en México, hay que aprender del presidente AMLO, que crece como la espuma y sigue con calificaciones muy altas de aceptación.
Entró, ya en funciones la nueva legislatura estatal, con otra inercia de otros personajes, hombres y mujeres renovados de hacer bien las cosas por la gobernabilidad del estado de Veracruz, en donde las huestes de Juan Javier Gómez Cazarín, de Morena, estarán haciendo lo propio con los coordinadores de las diversas fracciones política en el congreso veracruzano en una nueva era.
Con personajes de la talla de Marlón Ramírez (PRI), Fernando Arteaga (Morena) y Jaime de la Garza (PAN), quienes serán diputados muy relevantes en sus acciones dentro de la pluralidad, los consensos y los acuerdos.
En otro tema, en Alvarado, la gente celebró ya la ratificación del triunfo electoral de la maestra Lizzette Alvarez Vera, como alcaldesa, y se espera ya pronto el 1 de enero para que entre en funciones, y trabajar con la población en unión, será su gran virtud.
También, en Boca del Río, Juan Manuel Unánue Abascal, se prepara para dar todo por un mandato emprendedor de muchas acciones sociales y productivas, que darán a la gente mayores oportunidades de vida y de crecer en escenarios con opciones de mejorar en sus diversas actividades, por lo que se esperan muchas obras en el gobierno de Unánue, junto con su esposa Melina Robert.
En ese mismo formato, Patricia Lobeira, hará lo propio como alcaldesa de Veracruz con una decisión de avanzar en las múltiples problemáticas normales de una ciudad que sigue creciendo en demanda de acciones en una multitud de colonias populares.
Seguramente la experiencia de Patricia Lobeira, junto con su esposo Miguel Angel Yunes Márquez, tienen ya en mente llevar a Veracruz, por los mismos escenarios que lograron en Boca del Río, de abatir la pobreza y darle una autentica transformación al formato del servicio público con cercanía con el pueblo, como lo saben hacer porque ambos tienen experiencia y son personas sencillas y con las que se puede dialogar directo de frente, sin problema.
Finalmente, el libro de Las Memorias del abogado Javier Coello Trejo, “El Fiscal de Hierro”, es de esas lecturas que atrapan, porque a pesar de ser una óptica y visión muy personal aborda los temas pasados de la narco-delincuencia en México, y la detención del entonces dirigente petrolero Joaquín Hernández Galicia “La Quina”, y logra enganchar al lector ávido, de esos temas que siempre son de mucho interés, y a “toro pasado”, no pierden notoriedad, vigencia y hasta actualidad.
Andale, don Javier Coello Trejo, sobresale como abogado y ahora como escritor, con un lenguaje nítido y sin tanto rollo, aborda muchos temas que son del pasado y transportan en algunos casos al presente de forma muy interesante. Así las cosas.