
Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
Después de muchos años de desidia, abandono y de ejercer un mal comercio de los recursos naturales del país, el presidente Andrés Manuel López Obrador, con una visión certera pone el dedo en la llaga y con las reformas a la Ley Energética, se busca dar un impulso a la Comisión Federal de Electricidad.
Claro que es un paso histórico en el país de amplio beneficio económico, en lo que ya se está avanzando muy fuerte en el Grupo Parlamentario de Morena en el Senado de la República, a través del senador Alejandro Armenta.
Aquí, con mucha decisión se anuncia, que se están preparado ya acciones importantes, “para acompañar al presidente Andrés Manuel López Obrador en la estrategia de tránsito de la soberanía energética”, que se está consolidando con los hidrocarburos, al cambio hacia a “las energías limpias.
Con esto se quedan “calladitos” todos aquellos detractores gratuitos y algunos perversos que antes tanto criticaron las acciones en la CFE para quitarle el peso de los compromisos que parecían impostergables a los que querían quedar con todo el pastel y por supuesto llevarlo a otros países.
Ahora con esta propuesta histórica, que tiene como eje central los minerales estratégicos. Y toda la energía renovable solar, geotérmica, eólica, hidroeléctrica, en donde se van a utilizar estos minerales, en donde nuestro país es rico en yacimientos.
¿Pero que es el litio?: es un elemento químico de símbolo LI y número atómico 3 En la tabla periódica de los elementos alcalinos. En su forma pura, es un metal blando (mineral) de color blanco plata, que se oxida rápidamente en aire o agua
Y sirve, cuando el mundo se encuentra sumido en una depresión petrolera el litio podría ser el remedio para la solución de este y otros trastornos en el mundo.
¿Puede un mineral cambiar el balance de poder en el orbe? con el petróleo, una mezcla de hidrocarburos se trazaron los mapas del poder político y económico por lo que se han librado guerras.
Ahora, con el cambio climático y la condición de recursos no renovables están poniendo fin al reinado del petróleo.
Con la minería del litio en México y sus enormes yacimientos que explotan las empresas extranjeras se pretende con las adecuaciones a la legislación, un cambio favorable para las finanzas nacionales a fin de que su beneficio económico, llegue primero al desarrollo del pueblo en este país.
Se trata de acciones de fijar los costos reales a las rentas que no se pagan, quizás hasta se consideren los impuestos, pero más que nada es ponerle a este elemento vital para la energía renovable una base de utilidad, misma que no pagan los que tienen las concesiones.
“Tan sólo, con base en los 31 expedientes que tenemos de las concesiones entregadas a extranjeros, se estima que el valor de esos yacimientos equivale a 4.1 veces el valor de la deuda externa de nuestro país”, dice el senador de Morena, Alejandro Armenta.
Lo que significaría tener en México recursos para el desarrollo en todos los campos de la vida de nuestra nación.
Desgraciadamente, dichos recursos energéticos –minerales- hoy salen con derechos, simplemente. “No se cobra el tema de utilidad”, y que se explotan por compañías nacionales e internacionales, ese material se vende como si fuera “tierra o piedra”, sin valor alguno.
Sin duda alguna, esta iniciativa, que es sumamente compleja, y que se ha trabajado conjuntamente con la secretaria de economía, Tatiana Clouthier y la secretaria de energía, Rocío Nahle, precisamente a fin de que se integren, estos recursos al catálogo de activos con los que cuenta México, y no malbaratar esos productos que se venden como si fuera tierra, sin un valor comercial.
Dicha acción histórica, y decidida en tiempos del presidente López Obrador, pretende dar un paso muy significativo con fines de rescatar la riqueza nacional de recursos energéticos, que de forma triste se han ido entregando por los intereses ocultos de los gobiernos pasados, beneficiando a compañías nacionales y extranjeras que no reportan para el país ganancias acordes al valor comercial de dicho elemento prioritario para las energías limpias y que dejan en segundo término en importancia al petróleo y sus derivados, como parte de la energía no renovable.
Y que ahora, se pretenden establecer modificaciones a los formatos de todas las concesiones, que se han otorgado con anterioridad, y que además de que están causando serias afectaciones ecológicas y a los recursos naturales en su explotación, no está reportando beneficios para el erario nacional, y que ahora se pretende se destinen en beneficio del pueblo, y para todo el desarrollo del país.
Todos estos pasos, abonan a los buenos oficios del senador de Morena, Ricardo Monreal, un factor invaluable en las acciones de la restructuración legislativa que en tres años del mandato AMLO, se han dado avances importantes y quitando el filo a las andanzas del pasado que pretendieron vender o hipotecar a la nación, sobre todo en la industria energética. Andale. Así las cosas