
El eco de un maestro: Guillermo Héctor Zúñiga Martínez
Debate de reproches
En el segundo debate de los aspirantes presidenciales, la intensidad del discurso creció, así como crecieron los cuatro candidatos desde las diversas ópticas de los analistas de la opinión pública en donde se da un fenómeno social, de amplio espectro para las expectativas de Andrés Manuel López Obrador, de Ricardo Anaya, de José Antonio Meade y del propio Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, que no se queda rezagado.
Los reclamos y ofensas, entre unos y otros dio parte de una lucha campal en donde la conductora Yuridia, se vio mal, ofensiva, intolerante y hasta histérica con los candidatos que hasta fueron reprendidos, regañados y humillados, porque fueron sometidos a la alta tensión de una moderadora sin experiencia, a diferencia del periodista León Krause, que se vio más profesional y de amplia experiencia en su trabajo de comunicador.
Aunque el modelo del debate se modificó a fin de que los candidatos se movieran en el escenario, esto no significó que mejoraran en sus propuestas, aunque si se sacaron más trapos al sol que la vez pasada, en una desesperación de quitar del camino a López Obrador, y de Meade con Anaya, de una pugna por el segundo lugar, mientras el Bronco en una posición cómoda hasta los criticó a los tres por ser parte de una lucha de partidos políticos que tiene postrado al país en la desgracia.
En el post-debate en un programa de Televisa, con Carlos Loret de Mola y los coordinadores de las campañas de los candidatos, Tatiana Clouthier de AMLO, Jorge Castañeda de Anaya, Aurelio Nuño de Meade y Enrique Torres del Bronco, se dieron profundos analices y también se ofenden y se reprochan entre unos y otros.
La campaña final, comenzó este lunes, dice con razón el analista español Antonio Navalón, y con certidumbre, ahora todos crecen, mientras se ve a un Andrés Manuel López Obrador, enfermo, cansado y sin emociones en una lucha en contra del tiempo a pesar de que dice que está sano y con excelente condición física.
En otro asunto, la noticia del nombramiento del Papa Francisco en la persona de monseñor Sergio Obeso Rivera, arzobispo emérito de Xalapa, de nombrarlo Cardenal el próximo mes de junio en Roma, ha sido un gran reconocimiento a quien con humildad cristiana nunca se esperó esta gran sorpresa, que precisamente sorprende al mundo y no pasa desapercibido que para Dios nada es imposible.
Las malas noticias para el mundo, son el supuesto triunfo de Nicolás Maduro en Venezuela para una reelección más como presidente, cuando la gente se muere de hambre por falta de alimentos y de servicios de salud.
Hasta que se dé un milagro que esperan millones de venezolanos que viven en la desesperación y la miseria, un pueblo de antes famoso por los certámenes de belleza, ahora famoso por la tragedia que nunca esperaron vivir y no ven la luz al final del túnel. Así las cosas.