Pablo Jair Ortega/Columna sin nombre
El mundo poco a poco se ha ido adaptando a vivir y convivir con la pandemia más terrible en la historia de la humanidad, por la dimensión de los efectos dañinos a la salud y la letalidad del virus del Covid-19, cuyos orígenes se han desconocido desde que comenzó a percibirse el mal en China.
Por cumplir, casi dos años de la convivencia con ese mal, de forma gradual las actividades de los seres humanos han ido retornando a una “normalidad”, que tiene que ver con las ahora clásicas medidas sanitarias de la sana distancia, el uso del cubre-bocas y el gel antibacterial, entre otras medidas.
Pero, lo más importante es no regresar por el momento a los esquemas de antes de las aglomeraciones, de las grandes concentraciones humanas y de que todo tenía que ver con el factor comercial de la ganancia de las empresas al costo de acumular personas en todo lo que les atrae.
Falta mayor conciencia de la gente de no exponerse a los contagios, y que quede de ejemplo que la pandemia existe, porque aún hay algunos escépticos en el mundo que luchan por desvirtuar los conceptos de responsabilidad de los científicos, y la han tomado en contra de las poderosas industrias farmacéuticas por los costosos medicamentos y la necesidad de aplicar la vacuna en dosis y luego a los meses un refuerzo de mayor fortaleza.
Mucha gente, está respondiendo responsablemente en la aplicación de las medidas sanitarias, otros se han opuesto a las acciones de control a contener la pandemia con acciones conjuntas de la población y las autoridades en plena organización y coordinación.
Aunque, los expertos ya hablan en otros países de hasta la quinta y sexta ola de la letal pandemia, en México, se ha conseguido gradualmente un control que por el momento tiene al país en la tercera ola de impacto.
La vida tiene que continuar, y ahora se habla y de piensa mucho sobre el retorno a clases en las escuelas públicas y privadas con orden y la necesidad de extremar las medidas sanitarias,
Claro, que el retorno a clases es necesario, pero con la debida organización de todos los actores del sector educativo de maestros y madres de familia, para proteger a la salud de los niños y los jóvenes.
Es importante reconocer, que más del cuarenta por ciento de la población de más de treinta años ya se ha vacunado, y ahora el programa esta con los jóvenes de más de veinte años, pero va de forma gradual y segura.
Aquí, es meritorio reconocer que muchos jóvenes acuden a la aplicación de la vacuna disfrazados de reconocidos personajes infantiles, lo que le da al momento un toque de valor, de esparcimiento y una sensación de optimismo necesario para salir adelante a un problema que es común en la humanidad, ya que nadie escapa a los riesgos, incluso hasta los niños, que están asistiendo a los cursos de verano con mucha alegría y ecuanimidad, gracias al ejercito de padres de familia, maestros y personal de las escuelas que ayudan a darle responsabilidad y eficiencia a esta etapa, que en forma definitiva va a comenzar el lunes en una nueva era a la que todos deben sumarse con respeto y cariño por los jóvenes y niños que son el presente y el futuro de esta humanidad.
En otro asunto, se comenzó de nuevo el rumor clásico de lo que ha sido este mandato la renuncia o salida de la secretaria de gobernación, abogada Olga Sánchez Cordero, ministra en retiro y mujer capaz, de una larga trayectoria en el servicio público en el Poder Judicial de la Federación.
En la mayoría de los pasados gobiernos, a los responsables de gobernación los relevan en el cargo, cuando comienzan los temas de los nervios sucesorios presidenciales, y también para darle fortaleza al gabinete en la segunda etapa final del sexenio.
Seguramente, ahora no se trata de rumores y el presidente AMLO, tomó esta decisión en base a contar con más fortaleza para lo que viene, de algo que es muy cierto al partido en el poder Morena, le toca con mucha seguridad continuar otro periodo con más holgura de acción y de darle continuidad a la Cuarta Transformación, que en la realidad debe seguir cambiando el régimen de los noventa años, que agotados y ante el hartazgo de la gente se procedió al voto de castigo en contra de los PRI y sus aliados, que se esmeraron en mantener la corrupción, la impunidad y los abusos de poder, entre otros males.
Entra al relevo, Adán Augusto López, gobernador de Tabasco, un personaje muy firme en sus convicciones políticas, y persona de todas las confianzas del presidente, quien entra a darle ese respaldo necesario al segundo tramo de un gobierno que va sólido y ahora se fortalece.
AMLO, que baila con la más fea, hace una labor titánica para “barrer desde las escaleras de arriba para abajo”, y poco a poco se han ido acomodando los mexicanos a los nuevos tiempos políticos en donde muchos están contentos con las pensiones y los efectos positivos de los programas sociales,
Estos programas, que antes esfumaron en los paraísos fiscales y ahorros en lo oscurito con la clásica adquisición de la “casita en EU”, como parte del ego natural de pretender igualarse con los ciudadanos del vecino país del norte, un contagio peligroso de los poderosos, aunque otros también invierten en Europa a ese delicado gusto al que no pudieron escapar y sucumbieron a la tentación. A ver qué pasa. Así las cosas.