Marko Cortés evidenció que posiciones del PAN se las reparte la cúpula
Xalapa, Ver., 14 junio de 2016.- En las elecciones de 2016, los granes ganadores fueron el Partido Acción Nacional (PAN) y el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), encabezado por Andrés Manuel López Obrador, mientras que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) lo perdió casi todo, como el control de la mayoría de los congresos estatales.
Morena confirmó su hegemonía en el Distrito Federal y de la nada se convirtió en la tercera fuerza electoral en México. Pero lo más importante de estas elecciones fue que, de 13 estados donde se resisten a la alternancia política, después de 87 años en Tamaulipas, 86 en Veracruz, 85 en Durango y 42 años en Quintana Roo, el PRI dejará de gobernar gobierno, pues han llegado al poder las coaliciones PAN y el PRD.
Pese a que el PRI impugnó Veracruz y Tamaulipas, la alternancia política ya es una realidad en estas entidades, y a propósito de estas elecciones, realizamos un recuento de la historia de la alternancia en México, que comenzó con el expresidente Carlos Salinas; desde entonces, y si se confirman los recientes triunfos de la oposición, serían 24 de las 32 entidades donde el Poder Ejecutivo estatal ha cambiado de partido: Aguascalientes, Baja California y BC Sur, Chiapas, Chihuahua, Durango, Ciudad de México, Guanajuato, Guerrero, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.
Salinas, él último en protestar ante 32 gobernadores priistas
La alternancia debió iniciar en 1988 con la llegada de Cuauhtémoc Cárdenas a Los Pinos, pero la “caída del sistema” consolidó un fraude que impuso a Carlos Salinas de Gortari en la Presidencia de la República. Sin embargo, la alternancia se dio apenas inició su gobierno: el candidato panista Ernesto Ruffo Appel conquistó la gubernatura de Baja California en 1989.
Durante el sexenio de Salinas hubo tres cambios de gobierno en los estados, al de Baja California se sumaron otras dos gubernaturas panistas: Guanajuato, donde el gobernador electo declinó y llega Carlos Medina Plascencia en 1991, en lo que se llamó las “concertasesiones”; al otro año, en 1992, Acción Nacional conquista Chihuahua con Francisco Barrio en una intensa campaña.
Carlos Salinas fue el último presidente de México en rendir protesta ante 32 gobernadores priistas.
Zedillo, la alternancia llegó para quedarse
Después de la histórica devaluación del peso que dejó Carlos Salinas, además del nacimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), llegó el primer gobierno de oposición en el sexenio de Ernesto Zedillo en Jalisco con el panista Alberto Cárdenas, en 1995.
En 1997 el PAN se apodera de Nuevo León con Fernando Canales Clariond, y de Querétaro, con Ignacio Loyola Vera; y la izquierda logra su primer triunfo al apoderarse del Distrito Federal bajo el liderazgo de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
En 1998 caen 4 estados más, tres para el PRD: Zacatecas con Ricardo Monreal Ávila; Tlaxcala, cuya gubernatura quedó en manos de Alfonso Sánchez Anaya, y Baja California Sur, donde gobernó Leonel Cota Montaño.
Vicente Fox, la tímida alternancia
Vicente Fox acabó con siete décadas de régimen priista, pero no se cumplieron los pronósticos de una oposición más fortalecida hubo 8 alternancias, de las cuales 3 fueron estados que recuperó el PRI. El primer gobierno de alternancia fue el de Yucatán en 2001, donde Patricio Patrón Laviada llega a Palacio de Gobierno con la tercera candidatura de la alianza PAN-PRD, y Michoacán se pinta de amarillo con el hermano de Cuauhtémoc, Lázaro Cárdenas Batel, quien llega en 2002.
San Luis Potosí se pinta de azul con Jesús Marcelo de los Santos Fraga, se da la doble alternancia en Nuevo León con el priista José Natividad González Parás, en Tlaxcala el PRD pierde la gubernatura y asume el panista Héctor Israel Ortiz Ortiz, convirtiéndose en el primer estado del país en ser gobernador por los tres principales partidos políticos.
Con Felipe Calderón, México se pinta de rojo
Después de una cerradísima contienda en la que Felipe Calderón le ganó a Andrés Manuel López Obrador por 0.5% y el IFE de Luis Carlos Ugalde se negó al recuento voto por voto, casilla por casilla, Calderón lanzó la llama Guerra contra las drogas en México, que terminaría con más de 100 mil muertos y el saldo: el PAN prácticamente desaparece del mapa nacional y el PRI recupera su antigua supremacía. Y más aún, durante el sexenio calderonista no se logra ninguna alternancia, el PRI mantiene intactos los estados que ya gobernaba.
A diferencia de los demás sexenios, en éste el PRI comienza ganando gubernaturas, primero logra la doble alternancia en Yucatán en 2007 con Ivonne Ortega, la primera gobernadora de esta entidad; dos años después, en 2009, la tragedia en la guardería ABC le cobra factura al priismo y al gobernador Eduardo Bours, al perder frente al blanquiazul con Guillermo Padrés Elías.
Peña Nieto, el voto de castigo
El gobierno de Enrique Peña Nieto ha sido objeto de numerosos escándalos nacionales e internacionales, desde la Casa Blanca hasta los Panama Papers, y por los tropiezos presidenciales pero también por gobernadores priistas cuyo descrédito se sumó a una situación nacional precaria en materia económica y social que derivó en un fuerte voto de castigo en las primeras elecciones donde se renuean gubernaturas.
Si bien en 2013 y 2015 hubo elecciones locales y federales respectivamente, después de este periodo de recuperación y consolidación que inició en 2007 y culminó en 2012, durante estos años un fuerte malestar social derivó en la gran derrorta electoral de 2016: el PRI perdió 4 estados donde nunca había habido alternancia: Durango, Tamaulipas, Quintana Roo y Veracruz, este último, el tercer padrón electoral del país.
En estos estados los candidatos fueron José Rosas Aispuro, Francisco Cabeza de Vaca, Carlos Manuel Joaquín González y Miguel Ángel Yunes Linares.
Pero también, el PAN recuperó Aguascalientes con Martín Orozco Sandoval, y el estado de Chihuahua, donde Javier Corral dio la sopresa con un holgado triunfo; y el PRI, pese a las pérdidas, recuperó Oaxaca con Alejandro Murat Hinojosa, y Sinaloa, con Quirino Ordaz Coppel.