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Hasta 2027 aplicaría ley contra nepotismo: Claudia Sheinbaum
XALAPA, Ver., 24 de diciembre de 2018.- Durante la temporada de posadas no pueden faltar las tradicionales piñatas, algunas de ellas representando al presidente de la República, luchadores, personajes de películas y las tradicionales de estrella, pinos, Santa Claus y otros.
Con el descubrimiento de América se fusionó la visión de los nativos con los europeos, dando pie al surgimiento de una nueva identidad mestiza definida por una amalgama de elementos culturales, en donde la religión tuvo un papel preponderante en la lucha entre conquistadores y conquistados.
Existen distintas versiones sobre el origen de la piñata, una de ellas se relaciona con los viajes de Marco Polo a China, quien observó que se acostumbraba romper la figura de un buey relleno de semillas en el marco de la fiesta del año nuevo chino.
Al darse a conocer esta tradición en Europa, los españoles la importaron al Nuevo Mundo al encontrarle cierto parecido con una las festividades mexicas en honor al dios de la guerra, Huitzilopochtli.
Otra versión señala que los mayas solían practicar un juego en el cual, con los ojos vendados, intentaban romper una olla de barro llena de chocolate que permanecía suspendida de una cuerda.
En México, antiguamente las piñatas eran elaboras con una olla de barro, decorada con colores brillantes, y se le adherían siete conos o picos que terminan dándole la forma de una estrella.
De acuerdo con el significado religioso de la piñata, el forro que la recubre, al ser de colores llamativos, está asociado con la tentación, mientras que los siete picos que sobresalen sobre su superficie se vinculan con los pecados capitales.
Hoy las piñatas se hacen de cartón y se rellenan con dulces, anteriormente con frutas y colación, que son los dulces típicos de temporada.