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XALAPA, Ver., 26 de octubre de 2016.- Diego Cruz Alonso, conocido por ser parte de los llamados «Porkys de Costa de Oro», negó hoy las acusaciones en su contra, pidió no ser extraditado a México y ser juzgado en España para demostrar su inocencia.
La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional celebró este miércoles la vista para analizar la solicitud de extradición de Cruz Alonso a México, en la que la Fiscalía pidió acceder a la petición, al considerar acreditados los hechos denunciados en su contra.
El joven de 21 años fue detenido en la capital española el 10 de junio pasado cuando, salía de una residencia universitaria conforme a una orden internacional de detención cursada por las autoridades mexicanas, por presuntos delitos de pederastia por agresión sexual a una menor, en enero de 2015, en compañía de otros tres amigos.
El presidente de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal, Alfonso Guevara, tiene un plazo de hasta 20 días para emitir su resolución tras haber escuchado a las partes, y en caso de concederse la defensa de Cruz Alonso podría impugnar la decisión al pleno de la Sala Penal de la Audiencia Nacional.
Tras ser resueltas las instancias judiciales, será el Consejo de Ministros del gobierno español el que decida si concede o no la extradición a México.
En la vista, Cruz Alonso leyó un escrito –que acabó de leer en llanto– en el cual aseguró ser inocente, haber sido acusado «de mentiras, de las que no hay pruebas», sino solo hechos a su favor, por lo que atribuyó todo a una extorsión que ha recibido el seguimiento de los medios de comunicación en México.
Señaló a Javier Fernández, padre de la víctima del caso del que se le acusa, de haber organizado todo «bajo secuestro, extorsión y amenazas de muerte», con las cuales -asegura- se les obligó a grabar un video de disculpas, y les pidió cuatro millones de pesos.
«Nos obligó. No hubo otra opción, dijo después que nos mataría, había gente afuera de nuestras casas, eran criminales. Fue una elaborada extorsión y los medios de comunicación hicieron eco mediático en medio de unas elecciones», dijo en su turno.
Enfatizó que se trató de «un escándalo mediático» para distraer a la ciudadanía, que es cuando surge el apodo de «Porkys de Veracruz» o «Porkys de la Costa de Oro», y con ello tratar de distraer a la ciudadanía ante tanto «secuestro, extorsión y asesinato» en el país.
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